Javier Barraca Mairal

Bioestética y salud humana


Скачать книгу

causas más profundas que inspiran todos estos benéficos efectos o influencias, desde la perspectiva precisa de lo filosófico o reflexivo?

      He aquí, en fin, algunos de los interrogantes que interesan a la presente investigación.

      ALGUNAS CLAVES Y REFERENCIAS ORIENTADORAS EN ESTE ÁMBITO

      En primer lugar, debemos precisar que en esta investigación vamos a centrarnos en la creatividad humana en cuanto a su dimensión estética. Esto es, nos ocuparemos de la aptitud humana universal para crear expresiones novedosas en el orden de la sensibilidad formal, es decir, para engendrar nuevas formas sensibles. Además, acudiremos como cima o cumbre representativa de esta a la capacidad artística, por cuanto esta representa una figura señera de la misma. Si bien comenzamos por aclarar que el arte no constituye una exclusiva del genio ni del artista profesional ni de quien posee especiales cualidades a este tenor. Todo ser humano puede y debe cultivar sus aptitudes artísticas durante su existencia. También aclaramos que la creatividad estética no tiene por qué alumbrar arte en toda ocasión, pues podemos y debemos generar expresiones sensibles que participen en cierto grado en valores estéticos —como la belleza o la originalidad—que no alcancen la excelencia que atribuimos a lo artístico. Así, nuestro lenguaje o manifestaciones expresivas pueden ser bellas sin que necesariamente tengamos que calificarlas como arte.

      Desde una perspectiva diversa, pueden mencionarse asimismo los estudios e investigaciones que se han ocupado de las sugestivas conexiones entre lo artístico y la terapia, o entre el arte y la realización personal. Así, por ejemplo, cabe mencionar los efectos positivos en el ánimo operados por actividades como cantar, dibujar o pintar, etc. En torno a la acción de pintar, recientes investigaciones desarrolladas en la Universidad de Santiago de Compostela han puesto de manifiesto sus consecuencias antiestrés. En el estudio desarrollado por las investigadoras Maruxa García Quiroga (doctora en análisis sensorial de la Universidad de Santiago de Compostela y CEO del laboratorio de análisis sensorial TasteLab) y M.ª Ángeles Romero Rodríguez (profesora de la Universidad de Santiago de Compostela y experta en análisis sensorial) se evidencia que la acción de pintar es satisfactoria para la persona. Para extraer esta conclusión, la investigación analizó la actividad cerebral de un grupo de personas en determinados estados mientras realizaban diversas actividades concretas, así como la propia acción de pintar. De esta forma, se evaluó en tiempo real la reacción del cerebro ante diferentes estímulos. Tras realizar la evaluación, García Quiroga concluyó que

      después de pintar y ver el trabajo realizado, se puede evidenciar científicamente que el estrés se reduce significativamente y, efectivamente, el consumidor es más feliz.

      Por descontado, lo anterior no es incompatible con el hecho de que puedan o no registrarse determinados niveles de frecuencia con respecto al suicidio por parte de artistas o sujetos consagrados a la expresión estética. Esto, dado lo multicausal y complejo de ello. Téngase en cuenta que todo sujeto que se manifiesta artística o estéticamente se enfrenta a obstáculos muy diversos, como la incomprensión o falta de aprecio hacia su manifestación, etc. Así, el despliegue de una vocación de esta clase —o de una dimensión como esta de la vocación personal— encuentra siempre en su camino muy diferentes dificultades, como ya la misma expresión de la propia originalidad y unicidad personales en sus distintas formas, y esto influye en el a menudo vulnerable y frágil ánimo humano. Sin embargo, aquí lo que analizamos es si, junto a estos problemas, no se da también y al tiempo una cierta incidencia positiva del desarrollo de la creatividad estética personal en cuanto esta abre posibilidades de fecundidad, realización y felicidad personales que pueden colaborar a reforzar la resiliencia ante la tendencia autodestructiva. Por otra parte, aunque la propia autodestrucción puede ser utilizada en ciertos casos como un modo de expresión estético o artístico (recordemos a Mishima, por ejemplo), esto no contradice el hecho de que la capacidad estética del sujeto resulte en sí misma benéfica en cuanto colabora para captar el valor de la vida que la sustenta y la posibilita en su expresión.

      LA CREATIVIDAD ESTÉTICA PERSONAL Y LA EXPANSIÓN DEL SUICIDIO EN LAS SOCIEDADES POSMODERNAS

      Tal como hemos mencionado al principio, en su «testamento» Beethoven menciona en varias ocasiones la cuestión del suicidio, y explica cómo su arte le salvó de quitarse la vida. Ahora bien, aquí juzgamos que todo ello puede brindarnos luz ante el grave y complejo problema del suicidio, presente desde luego con gran virulencia en nuestro tiempo.