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El personal de limpieza actúa según un plan de trabajo.
Al igual que a las personas no les gusta ir desaseadas, tampoco les agrada vivir en un ambiente sucio y, por este motivo, muchas empresas y particulares contratan a estos profesionales para cumplir con el servicio de mantener en perfecto estado sus instalaciones y, con ello, estas corporaciones invierten también en la mejora de la imagen de sus negocios.
Ser un profesional requiere de una serie de cualidades, que incluyen:
Saber trabajar en equipo.
Organizarse adecuadamente para ser eficientes en el trabajo.
Destreza en el uso de materiales y máquinas.
Buen trato para con los clientes y compañeros.
Mantener una imagen personal pulcra.
Cuidado y rigor en el manejo de productos.
Receptividad ante las instrucciones recibidas.
Estos son parte de los atributos esenciales para desarrollarse profesionalmente en una actividad que puede ofertar un buen futuro laboral.
Mobiliario de oficina.
3. Tipos de mobiliario y su composición
El mobiliario es, como se ha visto, el conjunto de muebles fijos o móviles de un inmueble, capaz de facilitar a las personas muchos aspectos de su vida diaria. Hoy en día, es impensable no poder almacenar los documentos en una estantería o no poder contar con equipos informáticos.
A continuación se detallan brevemente los tipos de mobiliario común que es posible encontrar en el trabajo de limpiador:
Alfombras: aun no siendo comunes en muchas áreas de trabajo sí se pueden encontrar ocasionalmente y necesitan de productos específicos para su limpieza.
Nota
Existen alfombras de diversos materiales, tales como fibras artificiales, moqueta, nudo, cáñamo, etcétera
Aparatos de calefacción y aire acondicionado, que necesitan de un tratamiento específico y una limpieza a fondo para evitar que se deteriore su mecanismo.
Armarios de oficina, que, por su función de archivador en el tiempo de gran número de documentos, acumulan mucho polvo y suciedad. Suelen ser de madera. Habrá que prestarles una atención especial, ya que almacenan un gran número de archivos importantes para la empresa.
Elementos de iluminación (lámparas, flexos, neones, etcétera), que hay que limpiar con mucha precaución y siempre desenchufados.
Equipos informáticos (monitores, torres, impresoras y teclados), muy comunes en cualquier oficina. Precisan de productos especiales de limpieza y deben ser limpiados periódicamente, ya que esto contribuye a una mayor durabilidad.
Espejos, que necesitan de un especial tratamiento para garantizar su perfecta limpieza.
Estanterías, principalmente de madera o metálicas, que suelen ser objeto de acumulación de suciedad en forma de polvo.
Mesas de trabajo o auxiliares, donde se acumula mucho material de trabajo (libros, folios, bolígrafos, etcétera) y con ello suciedad por polvo, que debe ser tratada. Pueden ser de madera, plástico, aluminio, cristal, etcétera.
Moquetas, muy comunes y con gran disposición a acumular manchas difíciles de eliminar.
Papeleras, que habrá que vaciar periódicamente para evitar la acumulación de desperdicios. Suelen ser de plástico o metal.
Persianas y parasoles: elementos que por dar al exterior suelen acumular suciedad.
Puertas y pomos, ya sean de madera, metálicas o de cristal.
Sanitarios (baños, lavabos, fregaderos, duchas, grifos, etcétera).
Sillas y sillones, ya sean de cuero, de tela, de plástico o madera. Por su ininterrumpido uso se debe estar siempre pendiente de su continua limpieza.
Taquillas, que, por ser lugares donde se guarda material (ya sea de trabajo o personal), necesitan de una limpieza continuada. Suelen ser metálicas.
Tarimas: presentes sobre todo en salas de reuniones, pueden ser de muchos materiales, por ejemplo parquet.
Ventanales y acristalados, que necesitarán de limpiacristales y una serie de materiales apropiados.
Vitrinas, de las que disponen muchos negocios y que están a expensas de la suciedad. Son de vidrio o de cristal, no permitiendo la acumulación de polvo.
Consejo
Al estar expuestas al público, es aconsejable tratar las vitrinas con rapidez.
4. Identificación de los diferentes productos de limpieza
En el sector de la limpieza coexiste un gran número de productos que deben ser claramente distinguidos por el profesional para potenciar los resultados de su trabajo.
En este punto se mostrarán los productos básicos empleados, así como los materiales sobre los que se emplean a fin de llegar a un resultado óptimo.
4.1 Limpiadores
Son aquellos productos utilizados para la limpieza. Normalmente, su composición es química, aunque cada vez se apuesta más por la incorporación de productos de carácter biológico, menos contaminantes y respetuosos con el medio ambiente y menos nocivos para nuestra salud.
Detergentes
Se aplican en suelos y paredes, aunque también en superficies no porosas. Son limpiadores de uso común que proporcionan higiene y buen olor a la sala en la que se apliquen. El principal componente de los detergentes son los tensioactivos, pudiendo tener además agentes que refuerzan la acción de estos (llamados coadyuvantes).
Cesta con diferentes productos de limpieza.
Limpiadores y productos de mantenimiento
son productos cuya finalidad principal es la limpieza y el mantenimiento de objetos y superficies del hogar, como suelos, maderas, plásticos, sanitarios, cristales, azulejos, metales, cueros, etcétera. Existe una gran cantidad de productos de mantenimiento y limpieza, de acuerdo con la finalidad de su uso (fregasuelos, abrillantadores, desatascadores, limpiacristales, ambientadores, limpiametales, quitagrasas, etcétera).
Desengrasantes
Como su propio nombre indica, se usan en superficies manchadas de grasa y aceite. El desengrasante es un producto de gran potencia y efectividad que, dada su especificidad, deberá usarse en contadas ocasiones.
Diversos tipos de desengrasantes.
Lejía
Es un producto muy eficaz que actúa rápidamente y con gran duración en el tiempo. Se suele aplicar para higienizar servicios, aunque también en suelos de mármol, losa, cerámica, etcétera. La lejía es muy utilizada en el sector de la limpieza por su gran poder desinfectante.