importante empresa del sector, aunque dirigida a la programación web y equipos multimedia. En un principio, piensa declinar la oferta, aunque finalmente decide asistir a la misma y acaba siendo contratado. ¿Por qué cree que esto ha podido ocurrir?
SOLUCIÓN
Aunque la oferta de trabajo indicaba claramente un perfil como programador web y de equipos multimedia, si se nos llama en virtud a nuestro currículum siempre hemos de asistir. Estas empresas de calibre complejo o muy complejo suelen formar parte de grandes grupos empresariales, y por tanto, nuestro trabajo puede ser necesario en otro departamento dedicado a otro sector de las artes gráficas, como la maquetación, el diseño gráfico para los contenidos web, o para impresión, ilustración, etc. Por ello, es aconsejable no declinar nunca una oferta hasta escuchar las condiciones ofertadas.
4. Modelos de estandarización y comunicación. Flujos de trabajo
Resulta curioso que cuando hablamos de artes gráficas, de diseño, de publicidad o de creatividad en general, cimentados todos ellos en la originalidad y la diferenciación como base entre una empresa y otra, entre un producto u otro como medio, se pueda establecer un criterio de estandarización.
Pero en un mundo cada vez más globalizado, y en constante lucha por lograr evitar grandes diferencias de base en cuanto a la igualdad de oportunidades entre empresas del mismo sector, han conseguido que, igual que se han universalizado cánones como las directivas del color pigmento, de la luz, o de los componentes de los soportes, se puedan estandarizar ciertos criterios de competencia leal entre las empresas del sector de las artes gráficas.
Nota |
Las directivas del color del pigmento son cánones que vienen referidos a los establecidos universalmente como colores Pantone, Ral o CMYK.
4.1. Modelos de estandarización y comunicación
Actualmente podemos diferenciar dos tipos de organizaciones reguladoras de estándares, como son las organizaciones oficiales y los consorcios de fabricantes.
Las organizaciones oficiales, por un lado, están integradas por consultores independientes de departamentos de estado dedicados al estudio de los mismos y son cada uno de ellos de diferentes países entre sí, y conocedores de los funcionamientos, reglas y normas de sus países de origen al respecto. Las organizaciones oficiales más conocidas son, por este orden, las normas ISO, ITU, ANSI, IEEE, IETF, IEC, y W3C, siendo una de las más relevantes para el estudio de las normas de estandarización de las artes gráficas las conocidas como normas ISO.
Por otro lado, los consorcios de fabricantes están integrados por compañías fabricantes, tanto en lo referente a fabricación de equipos de comunicaciones como los propios desarrolladores de software. Representantes de ambos sectores deciden trabajar de manera conjunta y establecen los estándares oficiales en sus productos, tales como la Gigabit Ethernet Alliance, ATM Forum o Frame Relay Forum, entre otros. Casi todas estas normas están referidas, dentro de las comunicaciones, a los sectores de redes informáticas o telecomunicaciones, aunque también existen consorcios de fabricantes en materia de soportes para la impresión, tales como la europea FEFR o la española, en materia de soportes para rotulación, Aserluz, que aseguran las calidades y prestaciones de los mismos, así como de las tintas o elementos visualizantes como es el Consorcio Internacional del Color (denominados perfiles CIE y perfiles ICC).
Importante |
Estos perfiles ICC definen los estándares de color más usuales en los programas de Ripeo para garantizar impresiones de gran fiabilidad colorimétrica.
Se ha dado el caso de que los consorcios de fabricantes han ayudado a definir los estándares adecuados a las propias organizaciones oficiales, dado que el amplio conocimiento del mercado, que estos primeros tienen por su experiencia profesional, ha logrado limar errores en normas establecidas por las organizaciones oficiales, que no habían comprobado sus resultados. Tal es así que muchas de las normas ISO que ahora rigen los estándares dentro del sector de las artes gráficas han sido revisadas gracias a las constantes quejas y reclamaciones de los propios consorcios de fabricantes, que han detectado errores graves en la redacción de las mismas.
Podemos por tanto considerar como estándares a los diferentes acuerdos entre organismos oficiales o consorcios de fabricantes que establecen las especificaciones técnicas para que éstas sean usadas y tomadas como reglas, o directrices a seguir y que de esa manera garanticen y aseguren que aquellos productos, soportes, maquinaria, software y hardware específicos dentro del sector de las artes gráficas garanticen unos criterios de calidad, y una línea similar de trabajo entre empresas del sector.
Este conjunto de normas y recomendaciones técnicas no solo logra una mínima regulación en cuanto a transmisión entre los sistemas de comunicaciones, sino que permite que no encontremos incompatibilidades entre empresas del mismo sector.
Imaginemos, por ejemplo, que no se hubiesen regulado nunca las diferentes herramientas necesarias en la producción gráfica, tales como programas informáticos de diseño o maquetación, y que cada empresa del mundo usase sus propias herramientas o software libre con sus consiguientes extensiones de archivo, y que además, éstas no fuesen compatibles entre sí.
De esta manera, si un empresario necesitase de la ayuda o complejidad para terminar un trabajo de otra empresa ajena que realiza unos servicios que él no puede prestar, no podría compartir sus archivos con la nueva empresa, y probablemente no sería posible completar el trabajo.
Una de las estandarizaciones logradas en el transcurso de los años ochenta y noventa fue establecer compatibilidades entre todos los tipos de archivo de mapa de bits y vectoriales en diseño gráfico, así como los de animación y audio y video para los multimedia, para compartir su uso, estando las herramientas de uso más común (Photoshop, Corel Draw, Illustrator, In Desing, Quark Xpress, Premiere o Affter effects, entre otros) preparadas para poder abrir archivos nativos de su propia extensión, pero también otros ajenos a su sistema.
Nota |
Por ello, es común que archivos de tipo pdf o eps (encapsulated postscript) sean compatibles con todos los programas antes mencionados para poder estandarizar tareas de trabajo.
En lo referente a los distintos estándares, podríamos hablar de tres tipos esenciales:
Conocemos como estándares de facto a aquellos que, aunque gozan de una alta penetración y aceptación en el mercado al que están dirigidos, no son recogidos por ninguna estandarización de normas y, por tanto, podemos considerarlos estándares no oficiales.
Por otro lado, serán estándares de jure aquellos que sí que han sido recogidos por las diferentes organizaciones oficiales o consorcios antes mencionados.
Los estándares propietarios, o selectos, son aquellos que, pese a tener normas de estandarización similares a las antes mencionadas, pertenecen a una entidad privada no muy extendida y, por tanto, con un uso reducido en la sociedad o mercado al que está dirigido. Este tipo de estándar propietario es muy típico en marcas selectas que pretenden obligar al cliente a mantener su “fidelidad”, mediante un uso obligado de sus consumibles, recambios y productos, y es un caso muy habitual en empresas de gran penetración tales como HP (Hewlett-Packard) o IBM.
Claro