Rael Isacowitz

Manual completo del método pilates


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catorce años en cumplirla. En 2005 aterricé en Baja California procedente de Nueva York para dar un cursillo en On Center Conditioning. Aunque Rael también lo impartía, sus alumnos tuvieron la oportunidad de ver a su mentor guiado a su vez por su mentora. Fue una lección muy valiosa, es posible que más valiosa que el trabajo que allí desarrollamos.

      Rael trabaja con una maestría única, y no me cabe duda de que actúa desde dentro. Además muestra un entusiasmo juvenil inagotable por seguir creciendo y aprendiendo. Tenemos que mantener viva la herencia del Pilates, preservar su pasado, respetar su futuro y defender los valores y principios del método. Y pocos han hecho tanto por ese propósito como Rael. Es el hombre al que el señor Pilates hubiera elegido para continuar su labor.

       Kathy Stanford Grant

      Profesora de Pilates de la primera generación, decana de Pilates

      Prefacio

      Cuando salió a la luz la primera edición de este libro, fue la culminación de dieciséis años de buenas intenciones y tres años de escritura. Mi deseo fue plasmar por escrito mi labor de profesor y alumno de Pilates, pese a lo cual, siempre que lo intentaba, me abrumaba la enormidad de este sistema de acondicionamiento físico y mental. Sabía que para ofrecer algo profundo y valioso a los entusiastas del Pilates, tendría que acumular más conocimientos y experiencia. Así que volví al gimnasio para perfeccionar el repertorio de movimientos, ahondar en el trabajo físico y dar unas cuantas miles de horas más de clases. Ese inacabable proceso de formación me ha llevado a recorrer los cinco continentes y a destinar más horas a la práctica del Pilates de las que pueda recordar.

      Cuando sentí la necesidad de sentarme a escribir, allá por el año 1990, llevaba practicando Pilates más de diez años. Tenía una diplomatura del Instituto Wingate de Educación Física de Israel; había sido bailarín profesional y había completado un máster en estudios de danza en Inglaterra. Había sido un ávido y competitivo atleta desde mi juventud y practicaba yoga desde la adolescencia. No obstante, para mí la empresa de convertirme en un experto en Pilates fue como aprender de nuevo a gatear y a caminar. Ese acto de humildad, que me enseñó a moverme con una facilidad y fluidez de las que no gozaba antes, me sirvió de inspiración, aunque en ocasiones también alimentase mi frustración. Sentía que me había embarcado en un larguísimo viaje de aprendizaje y práctica que expandiría mi comprensión del movimiento, y sentaría las bases de mi bienestar físico y mental.

      Ahora, con la publicación de la segunda edición de Pilates, me parece que la agonía inicial de escribir este libro ha sido una buena inversión. Mi corpus de ejercicios, conocimientos y experiencia no ha dejado de expandirse; las cifras de practicantes de Pilates crecen en todo el mundo, y el método Pilates se ha incorporado a la corriente dominante del mundo del fitness, del entrenamiento deportivo e incluso de los tratamientos terapéuticos. Tampoco ha dejado de aumentar la demanda de profesores cualificados, y en la actualidad esos profesores están mejor formados y equipados para dar salida a las crecientes posibilidades de este método. Hoy en día, el sistema educativo que creé en 1989, el Body Arts and Science International (BASI Pilates®), está implantado en treinta países y sigue en expansión.

      Joseph Pilates soñó con el reconocimiento y difusión universal de su método, y creyó que era posible. No obstante, no creo que ni en el más ambicioso de sus sueños se imaginara la popularidad de la que hoy día goza el método Pilates. Él quería que su método –al que llamaba contrología– se enseñara en todas las escuelas, pues pensaba que influiría de forma positiva en la sociedad. También persiguió la meta de que los profesionales del sector médico y sanitario adoptasen el método por sus efectos beneficiosos, físicos y mentales, sobre el bienestar general de la población.

      En la actualidad se están cumpliendo los sueños de Joseph Pilates. Su método se está aplicando en centros escolares y cada vez se utiliza más en clínicas, hospitales y centros de investigación. Los estudios de investigación están documentando muchos de sus principios y conceptos, y la profesión médica ha reconocido su valor. Desde hace tiempo abrigo la creencia de que si todas las personas que habitan este planeta hicieran todos los días ejercicios sobre una colchoneta, viviríamos en un mundo mucho mejor, ya que ¡no hay nada mejor para sentirse bien!

      Joseph Pilates murió desilusionado por diversos motivos. En su libro titulado Your Health [‘tu salud’] expresa su desprecio por la profesión médica y por la estrechez de miras de la gente. Es trágico que Clara, su esposa, y él no vivieran lo suficiente como para presenciar el crecimiento de su método y el fenómeno social en que se ha convertido. No obstante, el espíritu de sus enseñanzas perdura, y yo siento la responsabilidad personal de conservar su integridad y la elevada exigencia de sus ejercicios. Espero que este libro constituya una aportación valiosa, y contribuya a mantener viva su llama.

      Agradecimientos

      Esta edición de Pilates es la culminación de una trayectoria profesional que abarca treinta y cinco años, y por eso unas pocas páginas no bastan para dar las gracias a todos los que me han ayudado en el camino.

      Son muchas las personas que me han enseñado, inspirado y guiado: alumnos, profesores, colegas, homólogos, amigos y mi querida familia. Todos han influido en la publicación de este libro y merecen mi más sincero agradecimiento.

      Son varias las personas cuya aportación a la primera edición fue enorme: Martin Bernard, Julie Rhoda, el doctor Jason Cheng, Chris Murray, Carol Appel y Karla Adams. No hay duda de que me sigo sintiendo agradecido a todos ellos. Me ayudaron a crear un libro que ha influido en tantas vidas..., y por eso compartimos ese premio definitivo.

      Tom Heine, de Human Kinetics, me brindó el honor de embarcarme en la escritura de una segunda edición.

      Tom ha estado a mi lado no sólo durante el curso de esta segunda edición de Pilates, sino también durante el proceso de escritura de Anatomía del Pilates, escrita conjuntamente con mi querida amiga y colega Karen Clippinger. Tom se las ingenió para que cumpliera con mi cometido y lo hiciera dentro del plazo, una hazaña increíble que podrán atestiguar quienes me conozcan.

      Quiero dar las gracias a Carla Zych, redactora extraordinaria, por su genuino interés en el libro y por su apego a la disciplina. Sus comentarios fueron siempre inteligentes, considerados y, sin embargo, sugerentes. En muchas ocasiones en las que mi deseo era tan sólo rematar el libro, ella me devolvió al buen camino y consiguió que lo que era bueno fuese incluso mejor. Junto con Tom, Carla me mantuvo encaminado y posibilitó que el proyecto avanzara hacia su finalización.

      Kirk Fitzek, fotógrafo, diseñador y amigo, derrochó con generosidad su tiempo, experiencia y gran talento. Para esta segunda edición sacó mil fotos, que se suman a las dos mil quinientas de la primera.

      Kirk posee una fuente inagotable de paciencia y consigue mantener la calma y una actitud alentadora incluso cuando las sesiones fotográficas duran más tiempo del previsto y las fuerzas flaquean. En estos momentos, Kirk ya sabe sobre temas como la alineación corporal y la activación muscular tanto como cualquier buen profesor de Pilates.

      Con orgullo doy gracias por el talento de todas las modelos de este libro cuya dedicación y habilidad siguen siendo fuente de inspiración: Lisa Hubbard, Leah Stewart, Kristi Cooper White y Tracy Mallett. Todas ellas fueron alumnas mías; ahora son profesoras expertas y han desarrollado su propio estilo de Pilates. Todas ellas son miembros activos de Body Arts and Science International (BASI), y devotas del sistema BASI.

      Tres de ellas sirvieron, además, de modelos para la primera edición, y las tres tienen ahora mejor aspecto y practican mejor los movimientos de Pilates que siete años atrás, cuando ya por entonces su pericia era espectacular. (Durante ese intervalo, Leah ha tenido dos hijos, uno de ellos sólo seis semanas antes de la sesión fotográfica.) Sus logros dan fe de la validez del sistema Pilates, y representan honorablemente a la comunidad de este sistema de acondicionamiento físico y mental.

      Los empleados y cuerpo docente de BASI Pilates® –la organización educativa que fundé en 1989 y que sigo dirigiendo– y la Academia