Juan Manuel Villulla

Las cosechas son ajenas


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Gremios, corporaciones y política alrededor de la jornada legal

       Conclusiones

       Capítulo 7

       Movilidad territorial y precariedad laboral

       Primeras vanguardias viajeras

       Moverse en el espacio para sostener el trabajo en el tiempo

       Desarraigo y conflictos familiares

       Una tensa y trabajosa calma en la distancia

       Changas entre el campo y la ciudad

       La conspiración de las fábricas

       Conclusiones

       Capítulo 8

       El oficio, la identidad y la autonomía en cuestión

       Las certezas de la mecánica y la vieja escuela de la práctica

       Aprender a hacer y a querer hacerlo

       La invasión de las computadoras y el automatismo

       Complejización de las maquinarias y simplificación del trabajo

       Como extraños en su propia casa

       Desplazamiento de los ámbitos de aprendizaje al mundo empresario

       Tensiones de un difícil recambio generacional

       Conclusiones

       Capítulo 9

       El tejido cotidiano de la autoridad patronal

       Las cadenas invisibles del destajo

       Favor, deuda y paternalismo

       Tu casa es mi casa

       Usted también puede ser empresario

       Trabajadores que piden, patrones que dan

       Del bilateralismo al tabicamiento

       Ya no sos igual

       “Quedás mal mirado y no laburás más”

       Conclusiones

       Capítulo 10

       La resistencia desorganizada

       ¡Juicio al patrón!

       Protesta verbal

       La importancia del rumor

       Rotura deliberada de herramientas

       Hurtos a la propiedad

       Fuga intempestiva, renuncia individual

       Intentos de nucleamiento independiente

       Conclusiones

       Conclusiones generales

       Fuentes y bibliografía

      A mi madre y a mi padre,

      que me hablaron de los maíces de Pergamino

      y me enseñaron que todo iba a cambiar

      “Tebas, la de las Siete Puertas, ¿quién la construyó?

      En los libros figuran los nombres de los reyes.

      ¿Arrastraron los reyes los grandes bloques de piedra?”

      Bertolt Brecht

      Preguntas de un obrero ante un libro, 1934

      “El estanciero presume

      de gauchismo y arrogancia,

      él cree que es extravagancia

      que su peón viva mejor,

      mas no sabe ese señor

      que por su peón tiene estancia.”

      Atahualpa Yupanqui

      El payador perseguido, 1964.

      Prólogo

      Conozco la obra, leí la introducción, y ciertamente hay poco para agregar a los conceptos, claros y precisos, con los cuales Villulla nos presenta los resultados de su excelente investigación al explicarnos “de que se trata este libro”. Por esta razón, y por otras —más personales y también afectivas— elijo un tono menos académico y comienzo recordando el momento en el cual, hace unos ocho años, un muchacho muy joven, sociólogo recién recibido, ingresó en mi oficina del Centro Interdisciplinario de Estudios Agrarios, con su tesis de licenciatura en una mano —sobre los horticultores de La Plata, si mal no recuerdo— y en la otra su deseo de hallar un camino, que asociado al quehacer de su profesión, le permitiera avanzar en los que anunciaba como sus dos principales centros de interés: los estudios agrarios y el compromiso personal con la perspectiva y necesidades de los sectores populares.

      Al respecto se me ocurre pensar en lo que Sartre contó alguna vez sobre un muchacho que —en tiempos de la ocupación nazi de Francia— le pidió consejo sobre su conflicto respecto a permanecer con su madre de la que era único sostén o sumarse a la resistencia, a lo cual respondió que si lo consultaba con él era porque ya había elegido. Efectivamente Juan Manuel había tomado, en realidad bastante antes, su decisión, y en todo caso necesitaba alguna ayuda para orientarse en el ámbito académico al que se incorporaba como profesional.

      Por ese entonces, en mis fantasías creía tener —lo que el tiempo está revelando como muy cierto— mi agenda de trabajo completamente cubierta en línea con una eventual esperanza de vida promedio, y rumiaba en silencio la frustración de presentir que no habría tiempo para profundizar el estudio de cuatro temas que consideraba claves para el (mi) mejor conocimiento de la historia, la teoría y la actualidad del agro pampeano. Pero alguien debería hacerlo. El primero de mis actuales colegas y amigos que “compró” una de las propuestas fue Pablo Volkind, autor hoy de una tesis doctoral donde realiza una contribución fundamental al análisis del desarrollo del capitalismo en la agricultura bonaerense en el parte aguas de los siglos XIX y XX. El segundo fue el economista, y por entonces novel Master, Diego Fernández, que acabaría doctorándose con una excelente investigación sobre el proceso de concentración económica —núcleo de la correspondiente cuestión agraria— que viene teniendo lugar en la región pampeana durante el último cuarto de siglo. Dejo a Juan Manuel para el siguiente párrafo y manifiesto mi satisfacción por haber hallado en Fernando Romero Wimer al estudioso que se hizo cargo de mostrar, también mediante una tesis doctoral, como el capital extranjero —el imperialismo— juega un rol central en el control y operación de buena parte del sistema agroindustrial argentino, sumando desde allí a la condición dependiente que caracteriza al capitalismo argentino.

      Volviendo a los primeros encuentros con Villulla, cuál no sería mi alegría al comprobar que no sólo compartíamos el interés por los temas que recién enumeré, sino que —en particular— sin dejar de reconocer el papel y los problemas de los chacareros