Nacional de Consenso sobre Úlceras de la Extremidad Inferior (CONUEI). Documento de consenso CONUEI. Barcelona: Ed. Edjkamed S,L. 2009
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Lecturas recomendadas
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•Briggs M, Flemming K. Living with leg ulceration: a synthesis of qualitative research. J Adv Nurs. 2007 Aug;59(4):319-28.
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•Van Korlaar I, Vossen C, Rosendaal F, Cameron L, Bovill E, Kaptein A. Quality of life in venous disease. Thromb Haemost. 2003 Jul;90(1):27-35.
•Franks PJ, Moffatt CJ. Who suffers most from leg ulceration? J Wound Care. 1998 Sep;7(8):383-5.
•Hopkins A. Disrupted lives: investigating coping strategies for non-healing leg ulcers. Br J Nurs. 2004 May 13-26;13(9):556-63.
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•Wissing U, Ek AC, Unosson M. Life situation and function in elderly people with and without leg ulcers. Scand J Caring Sci. 2002 Mar;16(1):59-65.
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•Leymarie F, Richard JL, Malgrange D. Factors associated with diabetic patients at high risk for foot ulceration. Diabetes Metab. 2005 Dec;31(6):603-5.
Capítulo 2. ¿Cómo valorar una herida crónica?
Juan C. Restrepo M.
Son muchas las variables que se han utilizado a lo largo de la historia para valorar el proceso de cicatrización; la mayoría hacen parte de las propiedades normales de la piel, razón por la cual se han usado como indicadores de «normalidad cutánea».1 De ahí que la literatura las relacione con indicadores del proceso de cicatrización.2,3
A continuación, se mencionan las características que más se valoran al momento de evaluar este proceso:
Características de la herida
Muchos instrumentos de medida del proceso de cicatrización incluyen la valoración de múltiples atributos de las heridas, la elección de alguna de estas características para ser incluida en alguna escala, instrumento, índice de medición, depende en cierta medida del propósito que tenga el instrumento (predecir cicatrización, valoración del estado de la piel, valorar tratamiento, etc.) y, en algún grado, de la filosofía del creador del instrumento. Algunas de estas características son:
La localización
Valorar la localización de la herida crónica (HC) es necesario para identificar en qué sitio anatómico ocurren las lesiones en el paciente, para lo cual se utilizan, entre otros, los diagramas del cuerpo humano donde se marca la localización de la herida (figura 2-1).
La localización tiene influencia directa con la cicatrización, es decir, determinadas localizaciones pueden llegar a ser beneficiosas o perjudiciales para el proceso de cicatrización.2
La forma
A medida que la piel cicatriza, sufre cambios que se asumen como regulares dentro de este proceso como la forma ovalada o redonda que toma la lesión (figura 2-2). Esta característica en general ayuda a determinar el tamaño de la herida; así mismo determinadas formas pueden determinar otras características de la lesión; por ejemplo, las heridas en forma de mariposa en el área sacrococcígea son llamadas heridas en espejo, porque se dan en ambos lados del cóccix.4
Esta característica es determinada por la evaluación del perímetro de la herida, así se relaciona directamente con la contracción de la piel, la cual se puede observar cuando se aumenta o se reduce el tamaño de la superficie de la herida.
Figura 2-1. Algunos sitios de localización de las úlceras por presión (UPP).
Tomado y modificado de: : Úlceras por presión, Curso Carpe Diem. https://www.formacioncarpediem.com/blog/curso-gratis-ulceras-presion/
Tamaño
Casi todas las herramientas de valoración de la cicatrización incluyen la medida del tamaño como uno de los aspectos de medida más importantes en la valoración de la misma. Este hace parte del grupo de medidas lineales de la herida.
Figura 2-2. Formas más comunes de las úlceras.
Tomado de: Verdu S. Jose, Epidemiologia prevención y tratamiento de las úlceras por presión. universidad de Alicante 2006.
La literatura en general considera la disminución del tamaño de la herida como un buen indicador de cicatrización.5
Para ser medido, se puede utilizar una infinidad de técnicas que se encuentran disponibles en la literatura. De estos, el método más usual para determinarlo es el método lineal de la herida,1 que mide la herida en cm (área). La forma de hacerlo es de manera cefalocaudal: medir el largo por el ancho y multiplicar estos dos valores para obtener un resultado en cm2 (figura 2-3).2 El resultado es un número simple que representa un valor estimado del área de la herida, con el que se puede monitorizar los cambios en el tamaño (figura 2-3).
Tomar esta medida puede ser difícil en algunas heridas, debido a la complejidad para determinar sus bordes cuando son irregulares; igualmente, requiere práctica, ya que es necesario utilizar los mismos puntos de referencia cada vez que se mida, lo que disminuye la fiabilidad y la significabilidad de las medidas (Sussman C & Bates-Jensen B, 2007).
Otro método muy usado en clínica para medir el tamaño de las heridas es el método del reloj, en el que se utiliza el reloj como guía de medida. En este se toman dos acetatos que se colocan como guía sobre la herida, con las 12:00 horas del reloj como