Ericsson & Simon, 1985; Langley et al., 1987; Kulkarni & Simon, 1988; Hayes, 1989; Simon, 1989.b; Kaplan & Simon, 1990; Qin & Simon, 1990; 1992; Newell, 1990; Simon, 1991.e; 1991.k; 1992.d; Tabachneck, et al., 1994; Simon, 1995.e; 1995.h; 1995.j; Qin & Simon, 1995; Simon, 1996.d; Kim & Simon, 1997; Tabachneck, et al. 1997; Simon, 1999.c; Fernandes & Simon, 1999; Simon & Wallace, 1999; Simon, 2001.a; 2001.f).
Con toda esa información y en una clasificación teórica de que “...los problemas también varían a lo largo de un continuo entre no estructurado y estructurado. El grado de definición depende del poder de la técnica de solución de problemas disponible” (Simon, 1999.c), vinculando sus características, se pueden resumir en un cuadro las particularidades de los tipos de problemas, las características, el lenguaje que debe utilizar, el grado de estructuración y el tipo de solución teórica (Basualdo, 2000).
El comentario de Simon remite al proceso de representación como eje. En un artículo posterior, aclaró el panorama: “Para resolver un problema, debe ser generada una representación o accederse a una representación preexistente. Una representación incluye: (1) una descripción de una situación dada, (2) operadores o acciones para cambiar la situación, y (3) pruebas o determinación de si los objetivos han sido alcanzados. En muchos problemas, el espacio de problema es muy amplio (en el ajedrez, contiene tal vez 10 a 20 estados posibles: en la vida real, muchos más)” (Simon, 1999.c).
El enfoque cognitivo provee de análisis acerca de los modos de conocimiento y cómo deben ser estructurados y sobre la estructura de conocimiento de los procesadores individuales (mentes humanas) para las tareas que requiere el entorno, sean estas viejas o nuevas, además de instruir acerca de los modelos de adquisición de conocimiento y su estructuración. El problema surge cuando el enfoque se orienta a las interacciones sociales de los individuos. En relación con la aplicación de la teoría de la solución humana de problemas al problema de diseño, tal vez debieran vincularse, como algunos autores lo han hecho (Foss & Foss, 2005), con las conclusiones relacionadas con la teoría de lo artificial y la complejidad (Simon, 1962.e) y con uno de los tipos característicos de problemas: los problemas no estructurados (Simon, 1973.h) y sus vinculaciones con las configuraciones (Brightman, 2007). En relación con los procesos cognitivos, conviene fundarse en que “...Los estudios cognitivos que tratan interacciones sociales pueden informarnos acerca de los modos en los cuales el procesador social del entorno influencia el aprendizaje que implica la comunicación humana en significados de motivación y simulación de pensamientos” (Okada & Simon, 1997).
De manera referencial e indirecta, Simon está indicando que la adaptación de la institución al entorno es un problema que debe resolverse con la ciencia y la tecnología disponibles. Y hoy en día ello implica, indudablemente, la remisión a la psicología cognitiva y a la inteligencia artificial, de ahí su referencia en el pie de página de sus comentarios de dos obras (Newell & Simon, 1972; Hayes & Simon, 1974). Esa fue su manera implícita de remitir a los avances de esas disciplinas en la generación de modelos.
05. En uno de sus últimos artículos (Simon, 2001.a), estableció las dos ramas de la inteligencia artificial, que se visualizan en el cuadro siguiente:
La tarea de diseño organizacional, actividad artificial, volitiva e inteligente, puede involucrar participación humana y de computadoras. La participación de los humanos (March & Simon, 1958) la percibimos como orientada por conductas, valores y metas, que actúan solucionando problemas y decidiendo, o siendo instrumentos pasivos. Sea individualmente o en grupo, con o sin auxilio de computadoras, desde una concepción racional (en términos de Simon), el resultado del diseño puede interpretarse como una relación de medios-fines y los avances científicos y tecnológicos concurren en auxilio; “El programa-ordenador puede ser diseñado para realizar esta clase de análisis de medios-fines (un programa de desempeño) o para comenzar con una búsqueda más primitiva y adquirir gradualmente la estrategia eficiente (un programa de aprendizaje)”.
“IA como ciencia de ingeniería pretende ampliar las capacidades de los ordenadores en comportamiento inteligente para aumentar y asistir a la inteligencia humana en las tareas del mundo real”.
“IA como ciencia cognitiva pretende simular los procesos actuales que los humanos utilizan en su comportamiento inteligente. Los programas de simulación en ordenadores son considerados como teorías que describen y explican desempeños humanos”.
(Simon, 2001.a)
25. Se refiere a la obra del autor de 1945 (Urwick, 1945).
26. Se refiere a los creadores de esas fenomenales teorías.
27. Se refiere a la ECA (Economic Cooperation Administration), aprobada por ley del Congreso de EE.UU. en abril de 1943.
28. La palabra “proverbio” viene del latín, proverbium, que significa “sentencia, adagio o refrán”. La definición de “proverbio” del Diccionario de la Lengua Española Espasa-Calpe, Madrid, 2005, dice: “Sentencia o refrán de origen popular que contiene un consejo o una enseñanza moral”. El diccionario Merriam-Webster, UK, 2007, define “proverbio” como “breve epigrama popular o máxima; adagio”.
BIBLIOGRAFÍA CAPÍTULO II
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Este artículo fue dividido en dos partes y fue publicado en el número 18, del 24 de febrero de 2002, y el número 19 del 31 de marzo de 2002 de La Gaceta de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires.
(2000). Dirección Corporativa. El arte, la tecnología y la ciencia en los negocios. Contribución Académica. Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (reproducción del artículo publicado en Enfoques, Buenos Aires, marzo, 2000).
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