movimientos de cámara, guión, etc.).
Por tanto, no basta con una visión superficial de la película, sino que hemos de adentrarnos en las profundidades de la misma, para conocer mejor en qué género nos estamos moviendo. De esta forma descubriremos que los géneros están abiertos a la realidad desde una coherencia interna claramente definida en sus rasgos fundamentales: cada género no excluye a los otros, sino que se complementan.
Ni siquiera las distinciones estilísticas son suficientes para identificar un género. Los planos largos, impuestos por los grandes espacios luminosos, se encuentran tanto en los westerns como en las películas de romanos; las atmósferas urbanas, sombrías y lluviosas, que conllevan encuadres asfixiantes de interiores y diálogos intensos, caracterizan tanto al thriller como a determinado cine de ciencia-ficción, como a ciertas películas dramáticas.
Un indicador de género muy importante es el inicio del filme: el análisis de los primeros planos de la narración constituye un momento privilegiado para identificar los rasgos de determinados géneros cinematográficos.
Otros elementos que también se constituyen en indicadores de género son: el fondo visual, la música, el decorado, la escala de planos y el orden narrativo de la primera secuencia, la presencia o ausencia de voz en off, determinadas diégesis y elipsis, etc. La unidad interna de estos elementos es importante en la medida en que atrae la atención del espectador sobre su disposición cinematográfica.
Finalidad del guión según los géneros
Todas las producciones se mueven en un amplio espectro de finalidades e intenciones, que van desde factores exclusivamente económicos (con sus particulares reglas de juego narrativo, temático, técnico, etc., que haga más comercializable el producto), hasta obras cuya única intención sea de orden estético.
El siguiente criterio de clasificación de las obras cinematográficas se fundamenta en la naturaleza de la película como obra de expresión o lenguaje, que precisamente da lugar a distintos tipos de narrativas. Esta clasificación también considera las diferentes finalidades de los autores al realizar sus obras cinematográficas.
La propone Nazareno Tadei y es necesario considerar que en ella cada género admite múltiples subgéneros: cuando en una película determinada no predominan los rasgos identificativos de ningún género cinematográfico en particular, se habla de subgénero. Cada subgénero integra características de distintos géneros, y permite establecer algunas subdivisiones en cada género cinematográfico. El thriller, por ejemplo, permite distinguir entre thriller judicial, el de temática mafiosa, el thriller de psicópatas, etc. En el drama cabe destacar los subgéneros de temática escolar (El profesor Holland, Rebelión en las aulas, El Club de los poetas muertos) y los de temática carcelaria (Cadena perpetua, La milla verde, Pena de muerte, Condenada). La clasificación de Nazareno Tadei no es la que decide la estructura de este libro, pero sí permite profundizar en el alcance dramático y educativo de cada uno de los géneros considerados a lo largo de sus páginas.
— Obras de libre expresión
Se caracterizan por el hecho de que el autor realiza la obra para expresar cualquier aspecto de su mundo interior, sin prefijarse particulares finalidades funcionales, o que adecuen, documental o históricamente, el material narrativo del que se sirve para su expresividad. Estas consideraciones son válidas también para aquellas obras que se inspiren en hechos o personajes reales, pero reelaborados libremente, sin pretender reconstruirlos. Ejemplos: Misterioso asesinato en Manhattan, Mars Attacks.
— Obras de evasión, espectaculares, comerciales
Se caracterizan por buscar especialmente el éxito comercial, y por lo tanto, porque tratan de ofrecer aquellos ingredientes que, de hecho, convencen al gran público para comprar la entrada: son los factores comerciales debajo de velos culturales, ideológicos, etc.
No pueden ser confundidas con las obras «espectaculares» que pretenden transmitir una comunicación de otro tipo: westerns, comedias, musicales, thrillers, etc. Ejemplos: Man in Black, Con Air, La Roca, Heat…
— Obras de reconstrucción histórica
Tratan de reconstruir con personajes, costumbres y escenarios ficticios, acontecimientos reales. La idea del autor será principalmente la de adecuación histórica, aunque se plasme de acuerdo con la sensibilidad personal del autor. Ejemplos: 1492: La conquista del paraíso, Platoon...
— Obras documentales
Pretenden dar a conocer una realidad objetiva, sin añadir nada ficticio. Muchas veces estas películas sufren deformaciones ideológicas (políticas) que distorsionan la realidad sobre la que pretende ilustrar el cine documental. Ejemplos: JFK, Blackhawk derribado...
— Obras didácticas
Propiamente todas las películas tienen una finalidad didáctica o educativa, pero en algunas películas es especialmente significativa su intencionalidad pedagógica y moral: son aquellas cuya finalidad es «enseñar» sobre cualquier materia utilizando los particulares recursos del lenguaje cinematográfico. Ejemplos: El Club de los poetas muertos, Una historia del Bronx, El indomable Will Hunting...
El cine es el arte de nuestra cultura contemporánea y, por tanto, se ha erigido en el horizonte de referencia de una serie de reflexiones radicales sobre la Humanidad en este momento histórico. En el cine contemporáneo surgen una serie de cuestiones ético-sociales que en esta última década presentan unas connotaciones específicas:[1]
— preocupación por el individuo dentro de una estructura política, donde es interpelado como miembro de una colectividad.
— la preocupación por la identidad de la persona humana, que lleva en último término a cuestionar el sentido de la vida.
— la inquietud por la pareja humana, donde las personas se debaten en un intento de aproximación física y espiritual.
— el protagonismo femenino en la sociedad.
— el interés por la historia nacional, con el fin de descubrir la esencia de los pueblos o profundizar en los orígenes de los conflictos.
— la inestabilidad emocional, proyectada en el psiquismo traumatizado de los personajes cinematográficos.
— la insatisfacción profesional, que impulsa a abandonarlo todo y a emprender aventuras en busca del reencuentro consigo mismo.
— la permanente crisis política, derivada de la inestabilidad del mundo, de manera que todo se hace aleatorio, inseguro y anormal.
Léxico cinematográfico fundamental
Ambientación: Actividad que consiste en crear o reconstruir una realidad que conviene a los intereses del rodaje mediante el equilibrio de elementos cinematográficos (fotografía, color, música, decorados, vestuario, etc.).
Argumento: Es la sinopsis o ideas fundamentales que sintetizan la película. Debe reunir las siguientes características:
— ser redactado en tiempo verbal de presente de indicativo.
— resumir clara y directamente los rasgos del tema, sin terminología técnica.
— establecer la estructura clásica del conflicto dramático: introducción, desarrollo y culminación de la historia.
— presentar a los personajes principales en su medio, situaciones y ambiente histórico.
— mencionar los personajes secundarios.
— mencionar algunas escenas de la película (sin detallar).
— destacar las ayudas narrativas que serán utilizadas: narrador, diálogos, animación, etc.
— debe despertar el interés del lector en las dos primeras páginas.
Campo: Espacio visto por la cámara y limitado por el encuadre. Varía en función del tamaño del plano: cuanto mayor es éste, mayor será el campo visual.
Comprensibilidad: La obra cinematográfica debe ser comprendida no sólo