por todos los espectadores (heterogéneos y de distintas condiciones). Se trataría entonces de un cine fácil, elemental. La obra puede ser comprensible sin que ello indique que haya sido perfecta o nulamente comprendida.
La comprensibilidad de la obra puede requerir un mayor o menor esfuerzo por parte del espectador: todo depende del grado de comunicación que quiera establecer el autor y del tipo de espectadores a los que va destinada la obra.
La película debe estar dotada de inteligibilidad: no puede interpelar simplemente a los sentimientos y a las emociones. La lógica interna de la película (guión narrativo y guión técnico) no es una cuestión simplemente sentimentalista.
El guionista debe tener siempre presente los obstáculos que le surgen de los límites temporales; la duración condiciona la temporalidad narrativa y el desarrollo temático. Por lo tanto, dispone de un tiempo y espacio muy concretos que le exigen seleccionar la información que debe proporcionar: toda la información que el tema necesita para ser comprensible.
Contracampo: Inverso simétrico a campo. La técnica del campo y contracampo consiste en mantener a un personaje a la vista del espectador (campo), y a otro no; por ejemplo, de espaldas mientras los dos hablan (contracampo). El «plano y contraplano» o «campo y contra-campo» hace referencia a dos o más realidades (personajes u objetos) que aparecen en la pantalla, una de las cuales se situaría dentro del campo visual del espectador, y la otra fuera del campo, aunque no totalmente. Esta técnica permite visualizar las reacciones de cada personaje por separado.
Contrapicado: Se entiende por picado la toma que se realiza desde arriba hacia abajo. Este procedimiento disminuye a los personajes y objetos. Normalmente denota el abatimiento psíquico o físico, el derrumbamiento de alguien afectado por alguna situación.
El contrapicado se realiza cuando se filma de abajo hacia arriba, con lo que se obtiene un efecto amplificador de las figuras. Los personajes, amplificados, ofrecen un aspecto impresionante, con fines cómicos o dramáticos.
Credibilidad (verosimilitud): La credibilidad debe ser adecuada a la función que el contexto de la obra atribuye a determinado elemento. Por ejemplo: si queremos expresar el miedo que produce determinado hecho o acción y lo expresamos a través del terror que muestra el rostro de un personaje, ese miedo será más o menos creíble según el personaje aparezca en el filme como persona más o menos normal frente al miedo, como un miedoso, o como persona impávida.
En aquellos casos en que las obras tratan argumentos históricos, o tratan de documentar aspectos reales, o se inspiran en datos objetivos, la credibilidad está en función directa de la veracidad de los hechos narrados, que no puede ser reducida o expuesta parcialmente.
La credibilidad de un elemento de la obra cinematográfica puede condicionar la credibilidad de toda la obra, de cara al espectador. Si un elemento es inverosímil, existe ya por parte del espectador un fuerte «hándicap» para admitir como creíble toda la obra.
Diégesis: Es la historia global que pretende transmitir la película. Es preciso comprenderla como el último significado del relato. Es todo lo que la historia evoca o provoca en el espectador: permite una comprensión coherente de la historia y del argumento.
Director cinematográfico: Responsable último de la realización de una película. Dirige a los intérpretes, cuida de todos los aspectos estéticos y escenográficos, controla el equipo técnico, vigila el estilo y unidad narrativa del filme. El director coordina el trabajo del director de fotografía, del decorador, del responsable de la música, etc.
Normalmente el director siempre tiene algún mensaje que transmitir a los espectadores: no se trata sólo de contar una historia y de contarla lo mejor posible, ni de que esa historia sea más o menos interesante.
El director de cine ha de conocer sus cualidades y sus carencias. Dado que cualquier película lleva la impronta de quien lo ha dirigido, el director, en función de su personalidad tiene que saber si se enfrenta a un reto a la medida de sus capacidades. Según sean éstas, podrá dirigir con mayor o menor acierto distintos tipos de películas: épica, thriller, comedia, etc.
El director de cine tiene al menos tres preocupaciones a la hora de elaborar su película:
— Contar bien una historia.
— Lograr una construcción original, que se imponga por sus cualidades plásticas y dramáticas.
— Expresar un tema eterno, un mito, una confidencia, una ideología, etc.
Director de fotografía: Técnico encargado de la iluminación del lugar de rodaje o set, ya sea exterior o interior. Decide el diafragma de la cámara en cada plano, la disposición de las luces y, en la fase de montaje, dirige el proceso de etalonaje con el director (el etalonaje consiste en la igualación fotográfica de la película, ya que no todas las tomas tienen la misma intensidad y cromatismo).
Director de producción: Técnico encargado de administrar y llevar a cabo los gastos previstos en el plan de producción.
Doblaje: Acción de registrar los diálogos en la lengua propia del país, haciendo que el movimiento de los labios coincida lo más posible con el referente.
Doble: Persona que sustituye al intérprete principal o secundario por razones habitualmente de eficacia o seguridad.
Efectos especiales: Conjunto de procedimientos utilizados para la consecución de una serie de impresiones, ilusiones o sensaciones que son difíciles de obtener en la realidad o que son totalmente irreales.
Elipsis: Espacio o tiempo que aparecen simplemente sugeridos, sin que se nos muestren de forma nítida. Omisión consciente de un fragmento de la acción dentro del montaje final del relato.
Encuadre: Composición final de la imagen. Se puede definir como la manera en que el director selecciona y equilibra el contenido material de la imagen, al dirigir el objetivo de la cámara hacia el campo que desea filmar.
El encuadre permitirá centrar la atención del espectador en un punto preciso o en varios puntos a la vez vistos en perspectiva, según la profundidad del campo visionado.
El encuadre tiene gran importancia a la hora de mostrar una correcta continuidad de la narración cinematográfica. El emplazamiento de la cámara y, por tanto, la orientación del encuadre, deben vigilar estrechamente el lugar que ocupan los actores en el campo a filmar, así como sus movimientos, para que no se produzcan defectos de raccord (continuidad que debe existir en la unión de dos encuadres).
Flash-back: Plano que nos sitúa en una acción de tiempo pasado en relación con el acontecimiento que se está representando: es una vuelta atrás en la dinámica de la narración cinematográfica. Generalmente se usa para expresar en imágenes un recuerdo o una evocación de algún episodio pasado, con el fin de aportar información relevante para el desarrollo de la trama principal.
Flash-forward: Es un inserto cronológicamente futuro respecto al tiempo presente de referencia (en algunos casos se utiliza para presentar la visión particular del futuro propia de algún personaje).
Fotograma: Cada una de las fotografías que se impresionan sobre la película negativa cinematográfica. Una película está constituida por un gran número de imágenes fijas (fotogramas), dispuestas en serie sobre una película transparente; esta película, al pasar con un cierto ritmo por un proyector, da origen a una imagen ampliada y en movimiento.
Guión literario: Ver argumento.
Guión técnico: Tiene por objeto armar el relato entrelazándolo con los recursos del lenguaje fílmico (imágenes y sonidos). Finalidad del guión:
— fragmentar la continuidad en tomas, planos y secuencias que se numeran para una más fácil identificación de los sectores del tema en que se trabaja.
— anotar en detalle el lugar donde sucede la acción, si es de noche o de día, en estudio o exteriores; dar instrucciones sobre la acción de la cámara y de los personajes, incluyendo efectos (panorámicas, travellings, etc.).
— ordenar instrucciones relativas al registro del sonido, el comentario, sus pausas,