Simon J. Kistemaker

Las Parábolas de Jesús


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rel="nofollow" href="#ue2eaed8a-fec3-54b1-8e8f-41f9d6498caa">Capítulo 27

       La Higuera sin Fruto

       Capítulo 28

       Los Lugares de Honor en la Mesa

       CAPÍTULO 29

       El Gran Banquete

       CAPÍTULO 30

       El Constructor de la Torre y el Rey en Guerra

       CAPÍTULO 31

       La Oveja Perdida

       CAPÍTULO 32

       La Moneda Perdida

       CAPÍTULO 33

       El Hijo Pródigo

       CAPÍTULO 34

       El Mayordomo Astuto

       CAPÍTULO 35

       El Rico y el Pobre Lázaro

       CAPÍTULO 36

       El Siervo Inútil

       CAPÍTULO 37

       La Viuda y el Juez

       CAPÍTULO 38

       El Fariseo y el Cobrador de Impuestos

       CAPÍTULO 39

       El Dinero

       Conclusión

       Abreviaturas

       Notas

       Bibliografía

      Prefacio

      Son pocos los libros escritos desde una perspectiva evangélica que abarcan todas las parábolas y la mayoría de los refranes parabólicos. En este libro he tratado de satisfacer la necesidad de pastores y estudiantes de la Biblia que desean consultar un libro evangélico que comprenda todas las parábolas de Jesús y la mayoría de los refranes parabólicos registrados en los evangelios sinópticos.

      Este libro está dirigido al nivel de pastores teológicamente entrenados. Para algunos estudiantes de la Biblia, los detalles técnicos han sido relegados a las notas finales para hacer el texto más amigable al usuario. El libro contiene una selecta bibliografía que dirige a los lectores a fuentes apropiadas para los que quieran profundizar.

      Muchas personas han ayudado a hacer este libro una realidad. Quiero expresar mi agradecimiento y aprecio al Seminario Teológico Reformado por darme unas vacaciones sabáticas. Agradezco al personal de la Biblioteca de Tyndale House (Cambridge, Inglaterra), a la Biblioteca de la Universidad de Cambridge y a la Biblioteca del Seminario Teológico Reformado. También expreso mi gratitud al personal editorial de Baker Book House por su punto de vista, interés y asistencia.

      Introducción

      Con frecuencia los diarios ponen una caricatura en un lugar prominente de la página editorial. Con unas pocas líneas, el artista bosqueja una caricatura de la situación política, social o económica que enfrentamos. Por medio de un dibujo, él transmite un sorprendente mensaje que incluso un editor no puede igualar en elocuencia.

      Jesús dibujó imágenes verbales del mundo que lo rodeaba al narrar las parábolas. Al enseñar por medio de parábolas, Él describió lo que estaba sucediendo en la vida real. Es decir, Él contó una historia tomada de la vida diaria, usando una escena aceptada y familiar para enseñar una nueva lección. Esa lección muy a menudo venía al final de la historia y tenía un impacto que requería tiempo para ser absorbida y asimilada. Cuando escuchamos una parábola, asentimos con la cabeza porque la historia es fiel a la realidad y fácilmente entendible. Aunque la aplicación de la parábola pueda ser escuchada, no siempre es comprendida. Vemos la historia desplegada ante nuestros ojos, pero no percibimos su importancia.1 La verdad permanece oculta hasta que nuestros ojos son abiertos y vemos claramente. Entonces la nueva lección de la parábola se vuelve importante. Es como Jesús le dijo a sus discípulos: “A ustedes se les ha revelado el secreto del reino de Dios; pero a los de afuera todo les llega por medio de parábolas” (Marcos 4:11).

      Formas

      La palabra parábola en el Nuevo Testamento tiene una amplia connotación, incluyendo las formas de parábola que generalmente están divididas en tres categorías:2 las auténticas parábolas, las historias y las ilustraciones.

      1 Las auténticas parábolas. Estas usan una ilustración de la vida diaria que cualquiera que la escuche la entenderá. Cada uno reconoce la verdad transmitida; no hay bases para alguna objeción o crítica. Todos han visto una semilla crecer por sí misma (Marcos 4:26-29); la levadura obrando en una tanda de masa (Mateo 13:33); niños jugando en el mercado (Mateo 11:16-19; Lucas 7:31-32); una oveja alejarse del rebaño (Mateo 18: 12-14); y una mujer a la que se le pierde una moneda en su casa (Lucas 15:8-10). Estas y muchas otras parábolas comienzan con la descripción de verdades auto-evidentes, describiendo la naturaleza o la vida humana. Ellas son relatadas generalmente en tiempo presente.

      2 Las historias. A diferencia de una auténtica parábola, la historia no se basa en una verdad obvia o una costumbre generalmente aceptada. La auténtica parábola es narrada de hecho en tiempo presente; por su parte, la historia se refiere a un evento en particular que sucedió en el pasado, siendo este generalmente la experiencia de una persona. Es la experiencia de un agricultor que sembró trigo pero eventualmente supo que su enemigo había sembrado maleza en ese mismo terreno (Mateo 13:24-30); es la historia del hombre rico cuyo mayordomo había despilfarrado sus bienes (Lucas 16:1-9); es el relato del juez que debido a la repetida súplica de una viuda, administró justicia (Lucas 18:1-8). La historicidad de estos relatos no está en juego, porque lo importante no es el hecho sino la verdad que es transmitida.

      3 Las ilustraciones. Los relatos ilustrativos que aparecen en el Evangelio de Lucas son generalmente categorizados como ejemplos. Allí se incluyen la parábola del buen