y lo digital, que ya era relevante, cobró nuevos sentidos.
No sabemos en qué momento y cómo se leerá este trabajo, tampoco cuánto más cambiará el mundo. Queda claro que todas las transformaciones, las que vivimos ahora y las que están por venir, requieren acercamientos investigativos con responsabilidad, creatividad e imaginación. En el generoso prólogo, Raúl Trejo Delarbre recuerda la relevancia de la imaginación sociológica. Nuestra invitación aquí es a traducirla en imaginación metodológica, lo cual implica no pensar en coordenadas preestablecidas, sino establecerlas a partir de los objetos, contextos y posibilidades.
La estructura del libro
Proponemos pensar estos textos en la lógica del zoom in y zoom out. El libro abre con los capítulos “Minería de datos y análisis de redes sociales: malabarismos de una experiencia de investigación”, de César Augusto Rodríguez Cano, y “Métodos digitales para estudiar la cultura y la vidadigital: fotografías mexicanas en Instagram”, de Gabriela Elisa Sued Palmeiro. En ellos se proponen miradas “distantes” sobre las lógicas de los actores, las relaciones e interacciones en las redes sociodigitales.
Posteriormente viene un zoom in hacia las prácticas y las perspectivas de los actores en un bloque de cuatro capítulos dedicados a los métodos etnográficos: “La etnografía digital y sus reconfiguraciones permanentes”, de Dorismilda Flores-Márquez, “El prediseño de un proceso etnográfico en ambientes digitales. Algunas estrategias metodológicas” de Rodrigo González Reyes, “Exploración sobre la construcción del conocimiento sobre la Covid-19 en un mundo social a través de la etnografía onlife” de Claudia Benassini Félix y “Métodos en línea para el estudio de movimientos sociales a partir de entrevista, observación no participante y análisis de comentarios de los usuarios” de Lidia Á. García-González.
En esta misma lógica del zoom in emergen las discusiones sobre los métodos participativos que implican otras maneras de relacionarse con los sujetos en la producción de conocimiento. De ello tratan “Estrategias metodológicas participativas en el estudio de las prácticas digitales”, de María Rebeca Padilla de la Torre y “El enfoque del marco Lógico en la investigación-acción participativa: el método del método”, de Ana Isabel Zermeño Flores.
En sentido estricto, esta lógica de acercamientos permitió ordenar los capítulos, pero no representa una lógica lineal de lectura. Por el contrario, las y los lectores pueden empezar por cualquiera de los capítulos y continuar leyendo aquellos que se relacionan u otros que proponen otros modos de abordaje.
Fuentes
CARTER, S. M. Y M. LITTLE
2007 “Justifying Knowledge, Justifying Method, Taking Action: Epistemologies, Methodologies, and Methods in Qualitative Research”, Qualitative Health Research 17, no. 10, 1316-1328. DOI: 10.1177/1049732307306927.
JENSEN, K. B.
2002 “The Complementarity of Qualitative and Quantitative Methodologies in Media and Communication Research”, en A Handbook of Media and Communication Research. Qualitative and Quantitative Methodologies. Londres: Routledge.
OROZCO, G. Y R. GONZÁLEZ
2011 Una coartada metodológica. Abordajes cualitativos en la investigación en comunicación, medios y audiencias. México: Tintable.
VASALLO DE LOPES, M. I.
2012 “La investigación de la comunicación: cuestiones epistemológicas, teóricas y metodológicas”, Diálogos de la Comunicación 56, 18 de enero, <https://www.researchgate.net/publication/270217733_La_investigacion_de_la_comunicacion_cuestiones_epistemologicas_teoricas_y_metodologicas/link/54a2ef8d0cf267bdb9042c5b/download>: 12-27.
Minería de datos y análisis de redes sociales: malabarismos de una experiencia de investigación
César Augusto Rodríguez Cano
El análisis de redes sociales (ARS) es una tradición de investigación de larga data que ha destacado en el contexto de las llamadas tecnologías digitales, en particular para el estudio de las plataformas de redes sociales. Este renovado interés se explica en parte por el advenimiento de uno de los fenómenos culturales más importantes de la época, el big data, en el marco del giro computacional de la cultura (Berry, 2011) y la cuantificación del ser (Swan, 2013), pero también por una coincidencia clave entre esta metodología y los nuevos espacios de socialización digital: su dimensión reticular.
El ARS no se debe confundir con el estudio de plataformas en línea. El análisis de redes sociales o Social Network Analysis es un enfoque cuantitativo creado mucho antes del nacimiento de Internet en el plano de la sociometría o indagación de las relaciones sociales. Para los interesados en la historia de esta metodología, sugiero recurrir a L. Freeman (2004), quien expone cuatro elementos fundacionales de esta tradición de investigación: intuiciones estructurales, datos relacionales sistematizados, imágenes gráficas y modelos matemáticos.
Mi primer encuentro con el ARS1 fue en el seminario metodológico que tomé en la Escuela de Posgrado en Estudios sobre Educación e Información de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), a finales de 2013, durante mi año de estancia como Investigador de Posgrado Visitante. No se trató tanto de un curso totalmente dedicado al uso de la metodología y la teoría de grafos, sino al repaso de métodos multivariados entre los cuales pude conocer los fundamentos del ARS para desarrollar mi primera red —dedicada a vínculos interpersonales en Los Ángeles (véase Imagen 1)— y asistir a un taller sobre el software Gephi, dirigido por Zoe Borovsky dentro del curso cuantitativo que impartió Leah Lievrouw, conocida entonces por su libro Alternative and Activist New Media (2011). Al estudiar Twitter como parte de mi tesis doctoral, esta novedad en mi formación se convirtió de inmediato en un aprendizaje alentador al ajustarse a uno de los objetivos de mi estancia de investigación: renovar el repertorio de técnicas y metodologías de investigación en los ambientes digitales. En ese entonces, ya era evidente el protagonismo de las plataformas de redes sociales en la transformación de la vida pública del país, por ejemplo, en términos de consignas ciudadanas con la movilización conocida como #YoSoy132 en el contexto de las elecciones presidenciales en México de 2012.
Así como asistí al seminario cuantitativo, más adelante pude tomar un curso cualitativo con Chris Kelty, quien acababa de publicar el libro Two Bits: The Cultural significance of free software (2008), sobre el enfoque antropológico y las humanidades digitales, lo que complementó mi visión de investigador en el área de estudios de la comunicación y de muchas maneras marcó mi perspectiva de la metodología como un modelo para armar aprendizajes abiertos e incesantes en que lo cuantitativo y lo cualitativo constantemente se traslapan.
Imagen 1
Visualización de mi red social de conocidos en Los Ángeles, 2013
Fuente: Elaboración propia.
Todo esto estuvo enmarcado en la coasesoría de mi proyecto de investigación sobre el uso de Twitter en las elecciones presidenciales de 2012 en México, por parte de Ramesh Srinivasan —junto con Raúl Trejo Delarbre como tutor principal—, quien en ese entonces estaba preparando su libro Whose Global Village? Rethinking How Technology Shapes Our World (2017) y recién había publicado un artículo