Dr. Armando Alducin, las abundantes fuentes y referencias de su exposición han sido llevadas como notas al pie de página, haciendo más amena su lectura, sin restarle su profundo valor y aporte investigativo y académico. De igual manera, los recursos lingüísticos que refuerzan y apoyan gran parte de la exposición, se han plasmado en la lengua original de la cual han sido extraídos (hebreo, griego y latín), junto con su pronunciación y su significado. También, aunque la fuente escritural principal ha sido la Sagrada Biblia en la versión Reina Valera de 1960, todas las citas han sido concordadas con otras versiones y seleccionadas, cuando ha sido necesario, para expresar de mejor manera la enseñanza plasmada en la obra.
Agradecemos al autor, Dr. Armando Alducin, la confianza brindada para la edición y publicación de sus obras, permitiéndonos aportar a la mayor divulgación de su enseñanza en beneficio de la iglesia de nuestro Señor y de un mundo que anhela conocerlo.
Desde el equipo editorial que ha tenido el inmenso privilegio de acompañar al autor en la publicación de tan valiosa obra, anhelamos que usted, amado lector, la encuentre útil desde su interés personal y de gran provecho para la firmeza de su fe y su crecimiento espiritual personal.
Finalmente, pero a la cabeza nuestra mayor gratitud, agradecemos a Dios permitirnos servir para la extensión de la enseñanza de su Palabra, como editores y productores de libros y contenidos para quienes incansablemente buscan la verdad. ¡A Él sea toda la gloria!
Héctor H. Gómez
Director Editorial de Ediciones Berea
Prólogo
Sin duda, el personaje más grande que ha pisado la Tierra es el Señor Jesucristo, Dios manifestado en carne. Tampoco nadie ha igualado su impacto en la historia humana. Pero, con esta excepción, tampoco el mundo ha conocido ni conocerá jamás a un personaje tan malévolo y perverso como el que algún día se manifestará en el escenario de la historia humana y al que en la Biblia se le llama el Anticristo.
Tampoco es desconocido que el mundo se dirige hacia su fin de una manera vertiginosa. Los gobiernos alrededor del orbe se encuentran en su mayoría en un caos político sin precedentes y la población enfrenta la incertidumbre que proviene de la confusión moral y espiritual en la que ha caído. Por doquier se levantan rumores y amenazas de guerra, levantamientos sociales y de movimientos que reclaman derechos reprimidos por mucho tiempo, surgimiento de enfermedades y plagas desconocidas e incluso de algunas que se consideraban erradicadas, hambrunas y escasez de alimentos y agua, calentamiento global, desastres naturales, incremento del terrorismo y la violencia, etc.
La ONU y los demás organismos multilaterales no han podido resolver ni controlar los conflictos internacionales, ni traer la paz a las naciones. Ya no existe la garantía de que el conflicto del Medio Oriente pueda tener un final feliz. Los últimos avances tecnológicos y los descubrimientos científicos tampoco han podido mitigar y mucho menos resolver algunos de los males más apremiantes que han ensombrecido el panorama de la humanidad.
Todas estas circunstancias sólo están preparando el escenario final para la entrada al mundo de un hombre cuya personalidad y carrera fueron profetizadas por la mayoría de los profetas hebreos y por el Señor Jesucristo y sus apóstoles en la Biblia. Este siniestro y maligno personaje no tarda en hacer su aparición en el mundo para encaminarse a ser el futuro dictador mundial. Su ascenso al poder será orquestado desde una confederación que se formará a partir de diez naciones que hayan sido parte del antiguo Imperio Romano y que le entregarán la autoridad y el poder para desarrollar su malévolo plan. Él se presentará al mundo como el salvador de la humanidad, teniendo como estandarte de su ascendente carrera política la celebración de un Tratado de Paz en el Medio Oriente, el cual tendrá una duración de siete años y, aparentemente y de manera temporal, traerá soluciones a los principales problemas y conflictos del planeta.
Sería inútil especular actualmente quién es el Anticristo, pues eso no se podrá saber hasta que este grupo de diez naciones hagan su aparición en el escenario mundial. El Anticristo será la obra maestra del engaño de Satanás.1 No será un hombre ordinario, sino que estará poseído por potestades satánicas que lo dotarán con poderes sobrenaturales para sorprender, maravillar y engañar al mundo entero.2
Este libro podrá orientar un poco más acerca de la personalidad, carrera, carácter y agenda de este engendro satánico que engañará al mundo entero con su sabiduría e inteligencia diabólica.
Por tanto, mantengamos firme hasta el fin la esperanza a la cual fuimos todos llamados, peleando la buena batalla de la fe y esforzándonos por acabar nuestra carrera con el gozo en nuestro corazón de saber que muy pronto estaremos en la presencia de nuestro amado Salvador.
Dr. Armando Alducin
Notas
Apocalipsis 12:9; 13:14; 20:3, 8, 10.
2 Tesalonicenses 2:7-9; Apocalipsis 13:4.
Introducción
La Importancia Bíblica de Iraq
Una de las razones por las que es posible localizar las naciones mencionadas en la Biblia, es por la región geográfica en la que se encuentran actualmente. Por ejemplo, la nación en la que este libro se ocupará en gran parte, Iraq, es mencionada en la Biblia de diversas maneras: “la tierra de Sinar” (Génesis 10:10; 11:2); “la tierra de los caldeos” (Génesis 11:28; 15:7); “Babilonia” (Génesis 10:10; Isaías 13:1; 14:4). Su importancia, a la luz de las profecías acerca de los últimos tiempos, radica en su asombrosa relevancia bíblica, histórica y profética. En su territorio se desarrollaron las primeras civilizaciones y de allí surgió el hombre escogido por Dios, Abraham, para iniciar su proyecto de una nueva humanidad basada en la fe. Y, en el contexto profético, de allí surgirá el ser con el que Satanás desafiará e intentará destruir los planes de Dios para la humanidad.
Estos son algunos aspectos que destacan la importancia de Iraq, nación que, junto a la actual Siria, un día fue conocida como la región de Mesopotamia.
1 Aquí inició la civilización humana.“Y salía de Edén un río para regar el huerto, y de allí se repartía en cuatro brazos. El nombre del uno era Pisón; éste es el que rodea toda la tierra de Havila, donde hay oro; y el oro de aquella tierra es bueno; hay allí también bedelio y ónice. El nombre del segundo río es Gihón; éste es el que rodea toda la tierra de Cus. Y el nombre del tercer río es Hidekel; éste es el que va al oriente de Asiria. Y el cuarto río es el Eufrates.”Génesis 2:10-14Aun cuando algunos de estos ríos fueron movidos después del diluvio universal, el Tigris y el Éufrates permanecen en su posición original. El Huerto del Edén, donde Dios puso a la primera pareja humana, se encontraba geográficamente en lo que ahora es la región de Mesopotamia (Siria e Iraq). Los ríos Tigris (antiguamente conocido como “Hidekel”) y Éufrates riegan y atraviesan toda la Mesopotamia desde la actual Turquía hasta su desembocadura en el Golfo Pérsico.
2 Aquí Lucifer tentó a la primera pareja humana a rebelarse contra Dios.“Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: ¿No comáis de todo árbol del huerto?”Génesis 3:1Si en esta región se hallaba el Huerto del Edén, entonces aquí también se dio la primera rebelión del ser humano contra Dios, incitada por Lucifer, quien ya existía como ángel caído desde antes de la creación del ser humano (Ezequiel 28:12-19). Los ángeles fueron creados millones de años antes que la creación física y visible del ser humano (Job 38:4-7).
3 Aquí se rebelaron los primeros seres humanos.“Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.”Génesis 3:6-7Dios le dio al ser humano la característica más grande