Gerardo López Laguna

Dios en Sarajevo


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      DIOS EN SARAJEVO

      MEMORIA DE UN PACIFISTA

      Gerardo López Laguna

      Ediciones Trébedes

      Foto del autor: C. Gutiérrez

      Fotos de la cubierta: Gerardo López Laguna

      © Gerardo López Laguna, 2010

      © Ediciones Trébedes, 2010

      Rda. Buenavista 24, bloque 6, 3º D – 45005 – Toledo (España)

       www.edicionestrebedes.com

       ISBN DIGITAL: 978-84-940981-2-3

      Todos los derechos reservados. Bajo las sanciones establecidas en el ordenamiento jurídico, queda rigurosamente prohibida, sin autorización escrita de los titulares del copyright, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, así como la distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamo públicos.

      A mis hijos Juan y Andrés

      A Sagrario, mi esposa

      Contenido

      Portadilla

      Créditos

      Dedicatoria

      Autor

      Contexto histórico

      Introducción

      I. La marcha de los quinientos

      II. Mir sada (Paz ahora)

      I. Viviendo en Sarajevo

      Segundo viaje

      Tercer viaje

      Cuarto viaje

      IV. Una reflexión

      Epílogo

      Documentos y fotografías

      Notas

      Autor

      Gerardo López Laguna dirige y presenta, desde hace más de 15 años, el programa de radio Cuarto mundo, en Radio Santa María de Toledo.

      Ha publicado tres libros: Más allá de la guerra (el sueño de Isaías) en 2001, El juramento de Dios (el misterio de Israel y el antisemitismo) en 2008 y La Virgen de Gracia y la villa de Ajofrín en 2009.

      Contexto histórico

      El libro que el lector tiene entre sus manos es una crónica testimonial que narra los avatares del autor, sus vivencias interiores y sus reflexiones, con ocasión de los diversos viajes que en 1992 y 1993 le condujeron a la Bosnia inmersa en un cruel enfrentamiento armado. Cruel de verdad: de las diversas «guerras balcánicas» que asolaron aquella región europea en la década de los noventa del pasado siglo, la de Bosnia (1992-1995) fue la más dura.

      Este escrito, cuyas motivaciones son desveladas por el autor en la introducción, describe asimismo una serie de iniciativas de paz, de presencias en la zona, ajenas a las políticas oficiales, venidas de la fe y el dolor de diversas personas, la mayoría de Italia, que no querían ser ajenas a aquel sufrimiento inaudito padecido por tantos hombres, mujeres y niños. El libro, por tanto, no es una mera narración histórica, sino un fragmento significativo de historia personal y de historias personales que nos adentran en el sentido y consecuencias de las contiendas bélicas.

      Me han pedido este prólogo por un motivo muy sencillo: el escrito hace referencia a hechos del pasado, relativamente recientes para muchos pero para otros tantos, algo lejanos o quizá desconocidos. Efectivamente han transcurrido ya quince años desde el final de aquella contienda y dieciocho desde su inicio. Muchos lectores jóvenes eran unos niños en aquellas fechas; otros ni siquiera habían nacido. Por otra parte, a los adultos que conocieron el conflicto de Bosnia, les vendrá bien refrescar la memoria y dejar pasar otra vez por el corazón las vidas y los destinos de tantos hombres y mujeres que contemplaron en sus pantallas de televisión o de los que tuvieron noticia a través de los innumerables artículos de prensa que suscitó el conflicto. Una trágica característica de nuestra cultura es la mercantilización del periodismo. El vértigo, el consumo constante de informaciones, sepulta en la inexistencia las noticias del pasado, por más que señalen heridas todavía abiertas y, más fundamentalmente, problemas perennes del ser humano.

      La misión de este prólogo es entonces, como reza el título, una ayuda para situarnos en el marco histórico y circunstancial en que se desarrollaron aquellas vivencias. Éstas hablarán por sí solas pero se hacía necesario en cualquier caso que, con el fin de facilitar la lectura de las páginas que siguen, hiciéramos una breve referencia a la historia de esta región. De esta forma podremos entender mejor los hechos y las experiencias que de una manera tan directa nos narra el autor, mi amigo Gerardo, autodidacta y hombre profundamente creyente y comprometido con la verdad y la justicia.

      La tarea no es fácil. Hablar de la historia reciente de Yugoslavia de un modo coherente y organizado, es poco menos que imposible. Son tantos los factores que han incidido, cruzándose entre sí de mil maneras, en esta historia...

      La región de los Balcanes es una zona fronteriza. En todos los aspectos: religioso, cultural, étnico, político. Allí han chocado los intereses de los diversos expansionismos imperialistas que se han dado en Europa. El imperio otomano y el austrohúngaro, Rusia, Alemania, Italia, etc.

      Esta región ha sido escenario secular de confrontaciones y desplazamientos de población; también de convivencias más o menos precarias y aún de un cierto mestizaje. La extinta Yugoslavia, conformada por varios pueblos y naciones, surgió como presunta nación unitaria tras la Primera Guerra Mundial. Algunos políticos y pensadores creyeron en la posibilidad de unir a los «eslavos del sur» en una identidad definida y diferenciada en el concierto de los Estados nacionales de Europa. Derrotadas en la Gran Guerra Alemania, Turquía, Bulgaria y el imperio austrohúngaro, es decir, una de las partes en conflicto de las que se disputaban el dominio sobre los territorios balcánicos, nace Yugoslavia como Estado independiente bajo el ya conflictivo nombre de «Reino de los serbios, croatas y eslovenos». Los años siguientes manifestaron la fragilidad del proyecto: asesinatos políticos, establecimiento de una dictadura, peticiones de autonomía por parte de los croatas, detenciones, centralismo serbio, etc.

      La Segunda Guerra Mundial agudizaría la tragedia. Yugoslavia es invadida por las tropas del Tercer Reich y en aquellas naciones ocupadas, como en otros lugares de Europa, se dará el fenómeno tanto de la resistencia como de la colaboración. La Alemania nazi reconoce la independencia de Croacia, organizando un Estado títere al frente del cual está un dirigente fascista,