viejo sacerdote, complica aún más la cuestión. Inevitablemente se ha señalado una connotación sexual.
[5] las pandillas de las casas bajas. Aún sigue existiendo un pequeño barrio de casas bajas y humildes justo al este de North Richmond Street.
[6] la hermana de Mangan. El nombre evoca el del poeta irlandés James Clarence Mangan (1803-1849), al que Joyce dedicó un artículo en la revista universitaria St Stephen’s. Es característico de este poeta una desmedida fascinación por el Oriente, hasta el punto de que a pesar de no conocer el árabe, pretendía que muchos de sus poemas eran traducciones de originales en esa lengua. (El personaje nombrado en el último verso es Robert Emmet (1778-1803), otro líder nacionalista que en 1803 encabezó una frustrada rebelión contra el gobierno británico. Fue detenido, juzgado por alta traición y ejecutado.)
[7] los barriles de morros de cerdo. En el original: «pigs’ cheeks», una tajada popular en Irlanda, al igual que en la España de la época.
[8] una balada sobre O’Donovan Rossa. En el original: «a come-all-you about O’Donovan Rossa». Come-all-you es un tipo de balada irlandesa. Jeremiah O’Donovan, apodado Rossa por ser oriundo de Ross Carbery, fue un dirigente feniano, miembro destacado de la Hermandad Republicana Irlandesa. Fue detenido en 1858 por actividades revolucionarias. Puesto en libertad un año después, fue nuevamente detenido en 1865, acusado de planear un alzamiento contra el gobierno inglés, y esta vez sentenciado a cadena perpetua. En 1870 le fue conmutada la pena por el exilio a perpetuidad. Desde Nueva York se cree que organizó la primera campaña de atentados con bombas en ciudades inglesas, lo que le ganó el sobrenombre de «Dinamita Rossa». Pudo no obstante regresar a Irlanda en la última década del siglo, pero su relevancia política había por entonces disminuido notablemente. Su fallecimiento en el exilio en 1915 (después, por tanto, de la publicación de Dublineses), fue utilizado propagandísticamente: se repatrió su cadáver y su funeral se convirtió un importante acto de reivindicación independentista. La más conocida de las muchas baladas que le dedicaron se titula El adiós de Rossa a Eire, dos de cuyas estrofas rezan: «Adiós a los amigos de Dublín, / me despido de todos vosotros. / Aún no puedo señalar el día / en el que a vosotros volveré. / Estas líneas las escribo a bordo de un barco, / en donde rugen las olas de la tormenta. / Que Dios bendiga a nuestros fenianos, / hasta que yo regrese otra vez. // Yo me uní a la Hermandad Feniana / en el año sesenta y cuatro, / resuelto a salvar mi patria / o perecer en la costa; / mis amigos y yo acordamos / salvar nuestra patria / y alzar al bandera de la libertad / sobre la cabecera de la tumba de Emmet.» [«Farewell to friends of Dublin Town, / I bid ye all adieu. / I cannot yet appoint the day / That I’ll return to you. / I write these lines on board a ship, / Where the stormy billows roar. / May heaven bless our Fenian men / Till I return once more. // I joined the Fenian Brotherhood / In the year of Sixty-Four, / Resolved to save my native land / Or perish on the shore; / My friends and me we did agree / Our native land to save, / And to raise the flag of freedom / O’er the head of Emmet’s grave».]
[9] mi cuerpo era como un harpa. El harpa es un ancestral símbolo de Irlanda (la cerveza Guinness lo había adoptado como suyo en 1862).
[10] un bazar espléndido, dijo. Del 14 al 19 de mayo de 1894 se celebró en Dublín un mercado o bazar de caridad bajo el nombre de Araby, en favor del Hospital de las Hermanas de la Caridad de Jarvis Street.
[11] un retiro en su colegio. Los retiros o ejercicios espirituales eran frecuentes en el Dublín de la época y juegan un importante papel en la sociedad católica irlandesa. Véase nota 21 de «Gracia».
[12] confió en que no se tratara de un asunto de masones. El catolicismo considera a los masones enemigos acérrimos de la Iglesia de Roma, y consecuentemente en Irlanda la masonería siempre estuvo asociada a la sociedad protestante. La tía del narrador ignora que se trata de un evento caritativo en favor de un hospital católico y seguramente recuerda otro bazar celebrado en Dublín dos años antes: la Exposición y Bazar del Centenario Masónico en Auxilio de la Escuela Femenina de Huérfanas Masónicas, al que el arzobispo católico de Dublín prohibió asistir bajo pena de excomunión.
[13] El adiós del árabe a su corcel. Se trata de un popular poema de Caroline Norton (1808-1877), una autora inglesa hoy no muy recordada que militó en los inicios del movimiento feminista, logrando que se aprobaran significativos cambios legales en favor de las mujeres. Del poema citado el lector se puede hacer una idea mediante la primera y última de las trece estrofas de que se compone: «¡Mi hermoso, mi hermoso!, que dócilmente esperáis / con vuestro lustroso cuello orgullosamente arqueado y vuestros ardientes, oscuros ojos. / No temáis ya surcar el desierto con la máxima alada celeridad que poseéis. / ¡No os volveré a montar! ¡Habéis sido vendido, corcel árabe mío! / ... // ¿Quién dijo que había renunciado a vos? ¿Quién dijo que habíais sido vendido? / ¡Es falso, es falso, corcel árabe mío! ¡Les devuelvo y les arrojo su oro! / ¡Así... así salto a vuestro lomo, y doy una batida por las distantes llanuras! / ¡Lejos! El que nos adelante ahora, te responsabilizará de sus sufrimientos». [«My beautiful! My beautiful! that standeth meekly by, / With thy proudly-arched and glossy neck, and dark and fiery eye! / Fret not to roam the desert now with all thy winged speed; / I may not mount thee again! thou’rt sold, my Arab steed! / ... // Who said that I had given you up? Who said that thou wert sold? / ‘T is false! ‘t is false! my Arab steed! I fling them back their gold! / Thus–thus, I leap upon thy back, and scour the distant plains! / Away! who overtakes us now shall claim thee for his pains».]
[14] Sujetaba el florín. Un florín es una moneda de dos chelines, es decir, la décima parte de una libra. En la época, la cantidad normal que se entregaba a un niño cuando pedía dinero para salir era de entre tres y seis peniques, es decir, como mucho la cuarta parte de lo que su tío da al narrador.
[15] un vagón de tercera clase de un tren desierto. Se trata de un tren especial que lleva a las instalaciones de la Royal Dublín Society de Ballsbridge, al sur del río Liffey: un pabellón ferial en el que además de distintos «bazares», se celebraban otros eventos, como por ejemplo, la feria anual del caballo de Dublín. El recorrido sigue la línea que une la actual estación Connolly, que da servicio a las líneas de ferrocarril del norte, a la actual estación Pearse –antes Westland Road, donde no se detiene–, que da servicio a las líneas del sur. El trayecto duraba unos diez minutos.
[16] Café Chantant. En el catálogo del bazar este café-cantante anunciaba canciones francesas, alemanas, italianas, españolas, inglesas e irlandesas, solos de violín y piano, y «cánticos de Orfeo».
[17] examiné vasos de porcelana y floridos juegos de té. Cerámica típicamente inglesa. Nada del exotismo prometido.
[18] Me fijé en su acento inglés. No necesariamente acento de Inglaterra, sino más probablemente acento dublinés protestante.
[19] dejaba caer los dos peniques sobre la moneda de seis peniques. De los dos chelines –veinticuatro peniques– iniciales sólo le quedan ocho peniques. Se ha gastado