de Asturias. A la edad de diez años se convirtió en campeón de Asturias y del País Vasco en la categoría cadete, campeón de España a la edad de doce años en la categoría junior... Tras otras nuevas victorias, en 2001 entró a formar parte del equipo Renault de Fórmula 1 como primer piloto, hasta 2006. Fue el piloto más joven en lograr una pole position, pero aquel mismo año también sufrió su peor accidente, en el Gran Premio de Brasil de 2003, tras chocar con el coche de Max Webber. Después fue el piloto más joven en ganar un gran premio, el Gran Premio de Hungría, también en 2003. Su segundo gran premio, el Gran Premio de Malasia, en 2005, le abrió las puertas para ser campeón del mundo aquel mismo año. En 2007 pasó al equipo McLaren. Se incorporó de nuevo al equipo francés en la temporada 2008, formando equipo con el brasileño Nelson Piquet junior. Y en 2010 se mudó a Ferrari con la intención de quedarse allí hasta 2016: «Será el último equipo de mi carrera». No fue así... Se retiró de la Fórmula 1 en 2018.
Cristóbal Balenciaga
Nacido en Getaria (Gipuzkoa) en 1895 y muerto en Valencia en 1972, fue uno de los más grandes diseñadores de moda españoles. Desde muy joven se familiarizó con el mundo de la moda observando el trabajo de su madre, costurera de los marqueses de Casa Torres. Balenciaga descubrió los gustos de la élite europea de la época a través del espléndido vestuario de la marquesa, que compraba en las más bellas boutiques de París y Londres. Entre 1907 y 1916 se formó en los talleres más prestigiosos de la época, primero en San Sebastián y luego en Burdeos. Abrió su casa de moda en San Sebastián en 1917 y pronto tuvo un gran éxito entre las clases pudientes, con la reina María Cristina y la infanta Isabel como fieles clientas. En 1936, cuando estalló la Guerra Civil, Balenciaga dejó San Sebastián y se trasladó a París. Ese mismo año presentó su primera colección de alta costura, que obtuvo un rotundo éxito. Durante la década de 1940, el estilo de Balenciaga se distinguió por sus reminiscencias del traje tradicional español y el uso de bordados. A partir de los años 50, sus creaciones con líneas de fluidos alteraron los códigos de la época. Su estilo limpio le valió la admiración, y la fidelidad como clientes, de las familias reales española y belga, la princesa Gracia de Mónaco, Greta Garbo o Marlene Dietrich — esta última dijo que Balenciaga conocía su cuerpo perfectamente y que sus vestidos no necesitaban ser alterados—. Muchos de sus colaboradores crearon su propio sello, como en los casos especialmente famosos de André Courrèges y Emanuel Ungaro. El Museo Balenciaga, inaugurado en 2011 en Getaria, presenta una colección de unas 1200 piezas del modisto. La casa de moda Balenciaga está actualmente bajo la dirección de Nicolas Ghesquière.
Pío Baroja
Nacido en San Sebastián en 1872, su primera obra, Vidas sombrías, fue publicada en 1900 y constituyó una especie de preludio a la trilogía que dedicaría a la tierra de sus ancestros, Tierra vasca, que agrupa La casa de Aizgorri (1900), El mayorazgo de Labraz (1903) y Zalacaín el aventurero (1909). La trilogía se inscribe en el género novelístico, el que más cultivó, aunque también escribió teatro. Su obra más célebre es indiscutiblemente La lucha por la vida, una inmersión en los bajos fondos de Madrid que integra La busca (1904), La mala hierba (1904) y Aurora roja (1905). Brillante escritor, no dejó nunca de publicar. Entre 1913 y 1935 salieron a la luz los veintidós volúmenes de una saga histórica, Memorias de un hombre de acción, en la que retoma el género picaresco. También se dedicó pronto a escribir sus propias memorias, entre 1944 y 1948, que salieron bajo el título de Desde la última vuelta del camino. En total, publicó más de cien libros. Maestro del retrato realista, su estilo sobrio y poderoso influenció a escritores como Camilo José Cela o Ernest Hemingway. Representante de la Generación del 98, es considerado como uno de los grandes escritores españoles del siglo XX. Su novela El árbol de la ciencia (1911), en cierta manera autobiográfica, está considerada como su obra capital. Pío Baroja murió en Madrid en 1956.
Eduardo Chillida
Nacido en San Sebastián, Eduardo Chillida (1924-2002) comenzó los estudios de arquitectura pero los abandonó para instalarse en París en 1948 y consagrarse a su pasión: la escultura. Sus monumentales esculturas de acero le valieron pronto el sobrenombre de «el herrero». Estas obras abstractas de metal tienen a menudo una fuerte conexión con el entorno natural, como pone de manifiesto su famoso Peine del viento –erigido frente al mar en San Sebastián– y también esta frase que pronunció durante la inauguración del museo Chillida-Leku en 2000: «Un día soñé una utopía. Encontrar un espacio donde mis esculturas pudieran descansar y donde la gente se pasearía en medio de ellas como en un bosque». La creación de un museo dedicado a su obra supuso para Chillida la culminación de una larga carrera artística repleta de éxitos: en 1971 fue nombrado profesor de la Universidad de Harvard; en 1987 recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Artes; en 1994 fue nombrado académico de Bellas Artes de Madrid; en 1999 el museo Reina Sofía y el Guggenheim de Bilbao le dedicaron una exposición retrospectiva. A lo largo de su vida, se le concedieron casi todos los premios de escultura existentes. Su obra puede verse en más de veinte museos de todo el mundo, y ha sido citada en los escritos de los filósofos Martin Heidegger y Emile Cioran, y del poeta Octavio Paz. Chillida falleció en 2002 en su villa natal, San Sebastián.
Álvaro Cunqueiro
Nacido en Mondoñedo en 1911, es considerado uno de los pilares de la literatura gallega. Tras un paso bastante breve por la Universidad de Santiago, donde estudió filosofía y literatura, se dedicó al periodismo y colaboró con revistas como El pueblo gallego, convirtiéndose en uno de los primeros miembros del Partido Galeguista. Durante la Guerra Civil fue activista de la falange y editor del periódico ABC, antes de abandonarlo en 1943, lo que le valió la retirada del carné de periodista. A su regreso a Galicia, sin embargo, trabajó para los principales periódicos gallegos: La Noche, El Progreso, La voz de Galicia, y luego para el Faro de Vigo, del que fue director desde 1965 hasta 1970. Como escritor, construyó una obra bastante amplia, que abarca tanto la poesía como el teatro y la novela, y que se divide en dos grandes etapas: la poesía de vanguardia del principio que dio paso a la obra de un periodista y novelista después de la Guerra Civil. A petición suya, se colocaron dos epitafios en su tumba: «Eiqui xaz alguén, que coa súa obra, fixo que Galicia durase mil primaveras máis» (Aquí yace alguien que, con su trabajo, hizo que Galicia durase mil primaveras más), y «Loubado seña Deus que me permitiu facerme home neste grande reino que chamamos Galicia» (Alabado sea Dios que me permitió hacerme hombre en este gran reino que llamamos Galicia).
Adolfo Domínguez
Nacido en A Pobra da Trives, provincia de Ourense, en 1950, es considerado uno de los grandes diseñadores de la moda española. Hoy en día dirige una empresa multinacional con más de 600 tiendas en todo el mundo. Tras una infancia en el taller de sastrería de su padre, estudió filosofía y literatura en Santiago. Luego se trasladó a París y a Londres, donde estudió arte y cine y entró en contacto con los círculos ecologistas. De vuelta a Ourense en 1970, creó una empresa textil y abrió su primera tienda. Su marca se expandió en los años 1980, con desfiles en Madrid y París, y se dio a conocer en Estados Unidos cuando vistió a los actores de la serie Miami Vice. Fue el primer diseñador español en lanzar su propio perfume y en desarrollar productos derivados: artículos de cuero, ropa de hogar y gafas, y también el primero en salir a bolsa en 1990. Su linea de creaciones puede definirse como de un lujo accesible. Utiliza materiales de calidad como la alpaca y el lino, ya que su interés en la ecología sigue vigente. En 1997 recibió la Aguja de Oro de la mano del Ministro de Cultura por sus creaciones y su contribución a la cultura.
Lucía Etxebarria
Nacida en Valencia en 1966 pero de padres vascos, Lucía Etxebarria es un verdadero fenómeno literario en España, con centenares de miles de ejemplares vendidos. Traducida a una veintena de lenguas, sus novelas tratan principalmente de la complejidad del sentimiento amoroso entre hombres y mujeres. Su primera obra, Amor, curiosidad, prozac y dudas (1997), explora el tema predilecto de Etxebarría: la mujer del siglo XXI. Al año siguiente ganó el prestigioso premio Nadal con la publicación