colonizó el territorio occidental de los Pirineos a ambos lados de la cordillera. Así lo atestigua el puerto de Oiasso, cuna de la actual ciudad de Irun, donde las excavaciones arqueológicas de la segunda mitad del siglo XX sacaron a la luz no solo estructuras portuarias, sino también termas romanas, una necrópolis y objetos de la vida cotidiana de los romanos. Las tribus locales (vascones, caristios, várdulos, ...) fueron asimiladas completamente por la civilización romana.
En la época medieval, cada región decretaba su propia organización política. Los jauntxos, señores feudales, dominaban los valles desde sus fortalezas, las casas torres. Vivían en constante conflicto, cada uno protegiendo sus tierras y sus explotaciones. El rey de Navarra, de quien dependían, no tenía poder. En el siglo XIII, incluso perdió su estatus cuando gran parte del País Vasco fue anexionado por Castilla. Los reyes de Castilla, abrumados por la irreductible actitud de la nobleza local, terminaron destruyendo sus casas torres en el siglo XV. A finales del siglo XIX, los fueros —el código legal establecido en el siglo XIV que recoge los derechos y deberes de los vascos— fueron abolidos tras la victoria de Isabel II en las guerras carlistas. Este hecho provocó la alianza de las tres provincias vascas, que ante el conflicto dinástico, intentaron, en vano, recuperar su estatus.
Ya en el siglo XX es cuando el País Vasco ha tenido sus dos estatutos de autonomía. El primero, en 1936, al inicio de la Guerra Civil, tuvo una vigencia de tan solo unos meses, antes de ser prohibido por el régimen franquista. Después vino la persecución e intento de erradicar el euskera. No fue hasta pocos años después de la muerte de Franco, en 1979, cuando el País Vasco se convirtió oficialmente en una de las diecisiete comunidades autónomas del Estado y su lengua fue reconocida en calidad de cooficial. A lo largo de los siglos, el País Vasco ha logrado conservar con orgullo su fuerte identidad cultural; la población es consciente del origen ancestral de su cultura y de su carácter irreductible, en especial gracias a la lengua (el euskera), cuyo origen y desarrollo histórico los lingüistas aún no han podido aclarar. Los vascos son conocedores del tesoro inestimable que portan y que tienen el poder de transmitir: un patrimonio formado por canciones, mitos, paisajes y mundos pastorales y marinos. Aquí es donde reside su verdadero carácter y singularidad, y eso es lo que apreciará cuando visite esta magnífica región.
Los imprescindibles del País Vasco
Vitoria-Gasteiz
Vitoria-Gasteiz - Vitoria-Gasteiz
© Petit Futé
Sorprendentemente desconocida, Vitoria es una ciudad dinámica, fascinante y muy agradable. Apreciará su belleza arquitectónica y su riqueza cultural, así como el ritmo y la calidad de vida.
Situada en el centro de la llanura alavesa, la ciudad fue fundada en 1181 por el rey Sancho VI de Navarra, quien, deseoso de extender su reino, había adquirido tierras vecinas. Sancho VI rodeó la ciudad de murallas, la dotó de privilegios y la llamó «Nova Victoria». Históricamente, Vitoria siempre ha aprovechado su situación estratégica como cruce de caminos entre Castilla y Europa. Además de su esencial vocación comercial, la ciudad tenía una especificidad: un foro que acogía sin distinción a nobles y a la gente del pueblo.
Hoy, Vitoria, con sus 240560 habitantes, es una ciudad próspera y, desde 1980, es la capital de la comunidad autónoma del País Vasco. Por lo tanto, las principales instituciones políticas vascas tienen su sede aquí. El Parlamento vasco representa a la organización política. Sus funciones legislativas están definidas por el Estatuto de Gernika, y consta de 75 parlamentarios electos de las tres provincias. El Gobierno Vasco (funciones ejecutivas y administrativas) también tiene su sede en Vitoria. El Presidente (Lehendakari en euskera) es elegido de entre los miembros del Parlamento y nombrado por el rey.
Vitoria-Gasteiz es una ciudad verde muy saludable, con un fuerte compromiso con el desarrollo sostenible, la preservación del medio ambiente y la calidad de vida. Fue el primer municipio del Estado en adoptar la Agenda 21, un conjunto de acciones encaminadas a integrar el respeto a la naturaleza en el desarrollo local. Es también el municipio europeo con mayor superficie de espacios verdes: 42 m² por habitante. Gracias a su «Anillo Verde», la ONU la seleccionó como uno de los cien proyectos globales más efectivos en el Concurso Internacional de Buenas Prácticas, y la Unión Europea la nombró capital verde de Europa en 2012. Quizás es por esta política de calidad de vida por lo que tiene tantos entusiastas de la actividad física: casi un tercio de su población forma parte de asociaciones deportivas.
Transporte
Cómo llegar
A ocho kilómetros de la ciudad.
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Vuelos nacionales e internacionales. Para llegar al centro de la ciudad, hay un autobús (3 €) reservado a los pasajeros que llegan en un vuelo de Ryanair. De lo contrario, no tendrá más remedio que tomar un taxi.
Avenida Gasteiz, 53
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