Andrea Szulc
La niñez mapuche: sentidos de pertenencia en tensión
Szulc, Andrea
La niñez mapuche: sentidos de pertenencia en tensión. - 1ª ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Biblos, 2015.
E-book
eISBN 978-987-691-518-2
1. Antropología. 2. Etnografía. 3. Mapuche. I. Título
CDD 305.8
Tapa: Luciano Tirabassi U.
Foto de tapa: Andrea Szulc. Niños de cinco años con un adolescente durante un reclamo por contaminación petrolera, provincia del Neuquén, octubre de 2013.
Conversión a formato digital: Silvina Varela
© Andrea Szulc, 2015
© Editorial Biblos, 2015
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En memoria de Aimé Pilkiñam Piciñam, la Pijañ Kuse María Quilaleo y mi madre, Clara Estela Chames; tres mujeres invaluables
Índice
PRIMERA PARTE. Coordenadas conceptuales e históricas
Capítulo 1. El abordaje antropológico de la niñez indígena
Capítulo 2. Comunidades mapuche contemporáneas en el campo y la ciudad
SEGUNDA PARTE. Sentidos de pertenencia en tensión
Capítulo 3. “Esas no son cosas de chicos”: la niñez en disputa
Capítulo 4. Aprendiendo a ser neuquino en mapuzugun
Capítulo 5. Nombrar y formar a los picikeche: la definición contestataria de lo mapuche
Capítulo 6. “Mi peñi Ceferino”: un ensayo de articulación hegemónica
Capítulo 7. “Yo me siento otra”: revitalización ritual y rearticulación de subjetividades
Agradecimientos
En primer lugar quiero e agradecer a los niños, jóvenes y adultos mapuche de la provincia del Neuquén por recibirme siempre con tanta calidez, haciéndome sentir como en casa; por compartir sus experiencias y perspectivas conmigo. Especialmente agradezco a Pety, María, Manuel, Chana, Miguel, Silvia y Ailin Piren por abrirme puertas, compartir días, saberes, miradas e inquietudes.
Agradezco inmensamente a Claudia Briones, por su generosa e incansable orientación en mi doctorado, por compartir su profunda pasión por la antropología. A Pablo Wright, Maribel Jociles Rubio, Elsie Rockwell, Silvia Guemureman y Diana Lenton, por sus enriquecedores aportes y generoso apoyo a lo largo de estos años. A mis compañeros del Grupo de Estudios en Aboriginalidad, Provincias y Nación (GEAPRONA) Morita Carrasco, Walter Delrio, Diego Escolar, Laura Kropff, Paula Lanusse, Axel Lazzari, Laura Mombello, Ana Ramos, Mariela Rodríguez, Fernando Sánchez y Ana Vivaldi, por las sugerentes discusiones y el excelente clima de trabajo.
Estoy profundamente agradecida a mis compañeras de ruta en esto de abordar antropológicamente la niñez, Adelaida Colangelo, Clarice Cohn, Ana Carolina Hecht, con quienes siempre es un gran placer construir, debatir, continuar aprendiendo. También a quienes integran el equipo “Niñez, alteridad y ciudadanía”: Noelia Enriz, Mariana García Palacios, Eugenia Rausky, Celeste Hernández, Pía Leavy, Paula Shabel, Melina Varela, Lorena Verón, Laura Frasco Zuker y Natalia Valdez, por darle siempre renovado impulso al maravilloso espacio que compartimos.
Les agradezco también a mis compañeros docentes y estudiantes de las cátedras de Antropología (CBC), Sistemas Socioculturales de América I (Facultad de Filosofía y Letras-UBA) y de la Maestría en Problemáticas Sociales Infanto-Juveniles (Facultad de Derechos-UBA) por construir contra la corriente espacios educativos vivificantes.
Gracias al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), a la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica y a la Universidad de Buenos Aires por el financiamiento con que apoyaron esta investigación.
Es imprescindible también agradecer a mis amigos, siempre ahí, “haciendo el aguante”: Mariana Sirimarco, César Ceriani, Karen Avenburg, Mariana Lorenzetti, Elisa Epstein y Florencia Bernasconi. A la familia amplísima, por el cariño y la paciencia, los Szulc, las Chames, los Branda, los Milán, los Ordoqui y los Zlotopiora.
Infinitas gracias a Javier, por sostenerme en este largo proceso, por escucharme durante mis altibajos, por el humor antimelodrama, por las hermosas fotografías, por tantas flores y por los mates más ricos del mundo. A Lautaro y Lisandro, por protagonizar encantadoramente esta desafiante fase experimental de mi trabajo con niños, animándome a seguir adelante y a explorar nuevos rumbos, repensando continuamente lo aprendido.
Introducción
Muchas veces, al mencionar mi tema de investigación a personas no pertenecientes al ámbito antropológico, he recibido como sonriente respuesta: “¡Ay, qué lindo!”. Una y otra vez me he preguntado por qué “qué lindo”. ¿Qué se imagina la gente cuando digo “niños mapuche1 del Neuquén”?
Por un lado, es claro que la idea de niño provoca este tipo de ternura. En el capítulo 1 analizaremos en qué consiste esa idea, cómo ha surgido esa mirada y cómo ha incidido sobre el abordaje antropológico de este campo. Por otro lado, a lo largo de estos años de trabajo me fui dando cuenta de que la imagen de estos niños en particular, “mapuche”, enternece a mis interlocutores aún más. Y es que la inocencia que el sentido común atribuye a los niños parece en ocasiones llegar a su máxima expresión en el caso de niños indígenas, imaginados como aún más naturales, ingenuos, puros y desvalidos que el resto, aislados en sus “ancestrales comunidades”, donde no conocen los beneficios ni los perjuicios de la vida moderna, con los bellísimos paisajes neuquinos