Martha Soledad Montero González

Política y Academia


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una oposición entre dos tesis que, en principio, parecen estar en conflicto:

      De acuerdo con Kant, la tesis acepta una parte de lo que defiende la antítesis, pues acepta la causalidad de las leyes naturales, pero choca con ella al afirmar otra causalidad distinta a las determinaciones físicas, que sería la de la libertad. A su vez, la antítesis niega que la libertad pueda tener un poder causal, pues ello supondría un principio incondicionado no sujeto a las leyes de la naturaleza.

      Con estos tres elementos, la tesis, en principio, parece triunfar sobre la antítesis. Bajo esta óptica sin una primera causa incondicionada, las causas que constituyen la serie fenoménica no se encontrarán lo suficientemente determinadas a priori, por lo tanto, no se podrán explicar los fenómenos que acaecen en el mundo. Desde nuestra lectura, es una forma de reducción al absurdo, empero, Kant sigue un procedimiento similar para mostrar que el argumento puede estar a favor de la antítesis.

      Evaluando esa última, rescatamos igualmente tres elementos de la proposición que adscriben la posibilidad causal únicamente a la naturaleza: i) suponiendo una libertad trascendental que diera inicio a un estado de cosas condicionado por este inicio absoluto, no podría ser consecuencia de una causa anterior; ii) dicho de esta forma, todo lo que acontece se origina en esta causa incondicionada, pero esta causa al no tener causa, viola precisamente la ley de la causalidad; y, iii) con base en lo anterior:

      Ahora, esta pregunta no resulta menor al reconocerse el papel que juega la libertad dentro del entorno que se considera práctico en la filosofía de Kant, a saber, la historia, la política y la educación moral. Así, por ejemplo, asumir que hay una irrestricta determinación física es adjudicar leyes implícitas de naturaleza de este orden en la historia, lo cual devendría en asumir los acontecimientos como enlaces de causalidades; al tiempo que los procesos de formación y deliberación humana en la educación serían tan solo la presentación de la legalidad natural en aspectos tan complejos como el aprendizaje, la decisión, el papel de la ciudadanía y la responsabilidad moral.

      La solución

      Llegados a este punto nuestro objetivo específico para esta sección es analizar los argumentos que aduce Kant para demostrar que las proposiciones de tesis y antítesis pueden llegar a ser compatibles. Como veremos, según Kant, hay causas que pueden darse gracias a la naturaleza y hay otras que pueden venir de la espontaneidad de la libertad. Empero, tal compatibilidad requiere organizar el problema, esto es, reconocer la locación exacta, si se nos permite la expresión, de cada una de las variables de las dos proposiciones.

      En principio, el planteamiento de las dos proposiciones supone la siguiente disyuntiva: son todas nuestras acciones dirigidas por nosotros mismos o son estas las consecuencias de las leyes de la naturaleza. Al respecto, por las observaciones y posturas que tomará Kant frente a esta antinomia, se llegará a la conclusión de aceptar ambas tesis, pero reformuladas bajo la expresión: algunas de nuestras acciones son dirigidas por nosotros y otras tantas por leyes naturales.

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