DESDE LAS DIFERENTES APORTACIONES
Este volumen contiene un conjunto de aportaciones mediante las cuales descubrimos algunos de los espacios que pueden enmarcar el amplio concepto de la educación artística y la diversidad sexual. La primera parte de este libro versa sobre teorías y cuerpos. Gracias al texto de Ricard Huerta, profesor de la Universitat de València, titulado «Educación artística, derechos humanos y diversidad sexual», por un lado tomamos conciencia de la falta evidente de una educación respetuosa con la riqueza de expresiones del cuerpo y del sexo. Por otro lado nos sentimos animados, como docentes, a comprometernos con el desarrollo de nuevos logros sociales. Y además encontramos posibilidades de acción desde la educación en artes, poniendo en relación a los individuos y su entorno, tanto en la faceta de creadores como de usuarios de imágenes. Para ello insiste en la importancia de visibilizar la opción sexual de grandes artistas norteamericanos del siglo XX como Jasper Johns, Robert Rauschenberg y Cy Twombly, ocultada por historiadores o comisarios; propone dar a conocer reivindicaciones, artísticas como las de Urko García, o políticas como las de colectivos LGTB. Pero especialmente ofrece una estrategia docente para no convertirnos en cómplices de una posible aula armario, invitándonos a emplear el recurso del cine como componente poderoso en el tratamiento de la diversidad sexual.
Jordi Planella, de la Universitat Oberta de Catalunya, por su parte nos habla de cuerpos que expresándose consiguen desestabilizar y romper con las estructuras que promueven la «normalización» y de la carne en la perspectiva simbólica y cultural. Su propuesta titulada «De cuerpos, carnes y pedagogías. Travesías corporales en la educación actual», posee un tinte poético cercano a los orígenes de los términos y los juegos de palabras, bello, como se espera de alguien afín a la pedagogía de lo sensible. También Planella nos invita a asomarnos al cine, para ello se centra en la historia de Arthur Cravan y en el cineasta Peter Greenaway. El autor destaca la idea del currículo corporal cerrado, con un potente discurso a cerca de los cánones de la normalidad con los que el sujeto es sometido como objeto de instrucción, especialmente desde el ámbito educativo donde lo queer todavía no es aceptado. Sin embargo es un relato optimista que confía en la capacidad de la pedagogía para luchar contra la exclusión, para disolver las fronteras que sitúan a los cuerpos en diferentes territorios corporales.
Las miradas actuales hacia la diversidad sexual se comprenden mejor cuando revisamos el pasado, y para ello nadie mejor que el historiador Germán Navarro Espinach, de la Universidad de Zaragoza, que nos aproxima a «Las imágenes de la diversidad sexual en la Edad Media», imágenes sexuales explícitas en esos espacios públicos o religiosos, símbolos con un claro mensaje de condena hacia la libertad sexual. Él es consciente de que para la enseñanza de la historia los recursos de la cultura visual son potentes instrumentos de transmisión de conocimientos hacia un colectivo estudiantil videoicónico, y por ello no propone un mero uso ilustrativo de las imágenes, sino un uso reflexivo a partir de las mismas. Esto lo consigue facilitándonos el análisis de imágenes históricas de la Edad Media que ilustran situaciones de homofobia, así como pautas de comentario. Navarro nos está regalando un material educativo con el que trabajar el respeto hacia la diversidad sexual especialmente en las aulas de Secundaria. Desgrana significados como la alusión a la tentación lujuriosa a través de la gran serpiente, el águila que simboliza el amor homosexual, y las hienas abrazadas o devorando hombres que han servido para representar la sodomía. Desvela imágenes de carácter terrorífico en torno a la ejecución de sodomitas, empalamientos, castraciones y hogueras. Y al igual que los dos anteriores autores hace alusiones al cine que respeta los valores LGTB, en este caso con películas del director británico Derek Jarman.
La segunda parte de este libro aborda experiencias y espacios. Liliane Cuesta, responsable de educación del Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí, descubre que en las funciones museísticas de adquisición, exposición y mediación de las colecciones se puede tener presente la diversidad de género y sexual. Pero además plantea que especialmente gracias a la función educativa de los museos y desde la diversidad cultural, geográfica e histórica de sus colecciones, se apoye a la educación formal. En su propuesta «La educación en la diversidad de género y sexual desde los museos. Un caso práctico», nos aproxima a la visita-taller «Una cuestión de género» ofrecida durante el curso 2013-2014 al alumnado de Segundo Ciclo de Secundaria y de Bachillerato, más próxima a la escenificación que a lo manual. De nuevo observamos aquí que las alternativas pedagógicas, pasan en nuestro momento actual, por fomentar la reflexión, el debate, el cuestionamiento de ideas preconcebidas y erróneas, la introducción de la variación temporal y cultural en el entendimiento de los conceptos relacionados con la diversidad. En este taller al análisis de la dimensión funcional y simbólica de los espacios; al trabajo sobre las actividades, oficios y funciones asociados a uno u otro género; se suma el cuerpo como en capítulos anteriores, mostrado en las obras expuestas, cuerpo femenino como soporte de alegorías, y cuerpo de la mujer como objeto de deseo (masculino). Por otro lado se trabaja sobre: la subjetividad de la historia, patente en la ausencia de mujeres ilustres entre los personajes históricos presentes en el museo; y los códigos sociales asociados al género.
Para que la construcción de identidades pueda ser plural necesita de referentes, de manera que se reconozcan como posibilidades las realidades minoritarias; referentes en los currículos, en el arte, en la literatura, en la ciencia, en el ocio, en el deporte…; referentes lejanos o inalcanzables, pero también cercanos, próximos, reconocibles; incluso referentes no necesariamente positivos. A este pensamiento nos acerca Jesús Generelo, secretario General de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) en el trabajo titulado «Proyecto Red Educa: la bola de nieve de la visibilidad». En su texto ilustra cómo, gracias al voluntariado y a su empoderamiento, el programa Red Educa llega a los centros de enseñanza para impartir talleres al alumnado con objeto de fomentar la diversidad, la igualdad de oportunidades, la paz, la convivencia en las aulas y la educación en valores. Nos gustaría resaltar que Generelo consigue evidenciar el hueco estructural del sistema educativo, y la necesidad de acometer la diversidad no únicamente desde lo actitudinal, sino también desde lo intelectual y lo emocional.
Descubrimos con Julio Lossio Quichiz, cuál es la realidad cultural y política del Perú en relación a la diversidad sexual y el modo en que la vertiente más conservadora de la religión católica controla y sistematiza la aversión hacia ésta en el país. El autor del texto «Arte y cultura en una revista gay», nos explica de qué manera la diversidad se ha visibilizado en la publicación que dirige –revista Crónicas de la Diversidad– a través de temas como: el teatro, la religión, el cine, la fotografía, el cómic o la literatura. Esta revista familiar de arte y cultura lucha por las mentes, por lo intelectual, tiene un fin orientador y pedagógico aprovechado por grupos activistas que trabajan con jóvenes, pero no sólo está pensada para los LGTB.
Víctor Parral Sánchez es profesor de Secundaria, con su aportación «Nueve años de diversidad afectivo-sexual e identidad de género en el aula de plástica», describe su progreso a favor de una educación artística en diversos institutos de la Comunidad Valenciana. Lo que surge inicialmente como motivación personal con pequeños gestos como dejar al alcance de docentes y discentes carteles o revistas del colectivo Lambda; pasa a transformarse en iniciativas con repercusión intra-muros que trabajan desde la creatividad y el arte, la diversidad sexual de forma transversal al currículo; y acaba evolucionando más ambiciosamente hacia actividades dentro y fuera del aula para conmemorar el 17 de Mayo (Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia). Parral ha sabido promover un festival sobre la diversidad sexual relacionado con el currículo y los diferentes niveles educativos, pero además ha demostrado que es posible la implicación interdepartamental. Un ejemplo de trabajo abierto, flexible, participativo y creativo; reconocido institucionalmente, que en este texto se explicita minuciosamente de forma que pueda servir de guía para otros docentes interesados en incorporar estos objetivos en su trabajo. Porque si algo queda confirmado con su obra es que las disciplinas artísticas son una excelente opción como portadoras de los valores que toda sociedad necesita para evolucionar hacia un modelo de respeto pleno por la diversidad.
Para comprobar lo que se está cociendo en las aulas donde se forma al profesorado podemos leer el texto de Amparo Alonso-Sanz y