Marvin Moore

Camino al Armagedón


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inteligencia que tienen los ángeles y los humanos, tuvo que darnos la libertad de hacer preguntas abiertamente, desafiar la evidencia y buscar respuestas. Tuvo que darnos la libertad de interrogarlo y de recibir respuestas que puedan satisfacer nuestra inteligencia y nuestra capacidad de razonar de causa a efecto.9

      Dios les dio a los seres inteligentes que él creó la libertad de cuestionar incluso sus leyes morales. Estas leyes se basan sobre el principio del amor. David le dijo: “¡Oh, cuánto amo yo tu ley! [...] Mi corazón incliné a cumplir tus estatutos de continuo hasta el fin” (Sal. 119:97, 112).

      Pero cuando Dios nos creó, nos dio la libertad de rechazar sus leyes morales. El rechazo de las leyes morales de Dios es, de hecho, el fundamento del reino de las tinieblas.

      Poniéndolo todo junto

      El amor, la ley, la autoridad y la libertad son algunas de las características importantes del Reino de la Luz, y el amor está en el fundamento de todas ellas. Sin amor, la autoridad puede ser dura y cruel, la ley moral se convierte simplemente en un montón de reglas y regulaciones, y la libertad de pensar y actuar por uno mismo es inexistente. Así que, el amor es el factor crítico que hace que el Reino de la Luz funcione.

      La pregunta es: ¿cómo se obtiene ese amor, un amor que impregna toda la sociedad para que todos se preocupen tanto por el bienestar de su prójimo como por el suyo propio?

      La verdad es que tú y yo no podemos conjurar esa clase de amor por nuestra cuenta. Hay, por supuesto, no cristianos que tienen familias muy cariñosas, que son reflexivos, pacientes, amables y tolerantes, y que tienen todas las demás cualidades positivas que se necesitan para formar una sociedad civilizada. Esto es lo que yo llamo amor terrenal, porque la mayoría de la gente es capaz de experimentarlo en un grado u otro. Sospecho que incluso algunos terroristas aman a sus familias de esta manera. Desafortunadamente, también hay muchos celos, enojo, odio y abuso sexual en nuestro mundo, y a menudo está mezclado con nuestro amor humano terrenal. Una persona puede ser cariñosa y amable en sus relaciones familiares, pero también puede ser un oso con quien convive en el trabajo, o viceversa.

      Entonces, ¿cómo se obtiene el amor celestial sobre el cual opera el Reino de la Luz? Tú y yo no podemos crearlo dentro de nosotros mismos. No podemos decidir: “Así es como voy a ser. Así es como voy a pensar y sentir”. Necesitamos ayuda sobrenatural para convertirnos en ese tipo de personas. Poco antes de dejar este planeta, Jesús nos explicó cómo conseguirlo. Les dijo a sus discípulos que pronto se marcharía, pero les aseguró a ellos y a nosotros: “No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros” (Juan 14:18). ¿Cómo lograría eso? Por medio del Espíritu Santo que “mora con vosotros y estará en vosotros” (vers. 17).

      Estas son algunas de las formas en que opera el Reino de la Luz.

      1 The Federalist Papers, Nº 51 (New York: Mentor Books, 1961), p. 322.

      2 Mi esposa, Lois, y yo hemos viajado mucho a la India durante los últimos años, especialmente a las zonas rurales del país, y apenas hay un pueblo en el que hemos estado donde el servicio de telefonía celular no estaba disponible.

      3 Algunos estados del oeste de los Estados Unidos tienen límites de velocidad de 127 o 136 kilómetros por hora. Algunas naciones europeas no tienen límites de velocidad, y los conductores en las autopistas a menudo viajan a 160 kilómetros por hora o más.

      4 Discutiré las razones para entender que el Miguel de la Biblia es Cristo en el capítulo 2.

      5 Elena de White, Patriarcas y profetas (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2015), p. 16.

      6 Ibíd., p. 17.

      7 Ibíd., p. 19.

      8 Elena de White, La historia de la redención (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2014), p. 19.

      9 Nota que dije que necesitamos “recibir respuestas que puedan satisfacer nuestra razón”, y no que podrían satisfacer nuestra razón. Lucifer hizo preguntas profundas acerca de Dios, y las respuestas que Dios le dio podrían haber satisfecho su inteligencia, pero no lo hicieron. Hablaré más de ello en el capítulo 3.

      10 La inteligencia humana surge de las reacciones químicas dentro de nuestro cerebro. Elena de White hizo un comentario perspicaz de que “los nervios del cerebro que relacionan todo el organismo entre sí son el único medio por el cual el Cielo puede comunicarse con el hombre, y afectan su vida más íntima” (Elena de White, Testimonios para la iglesia, t. 2, p. 311).

      Capítulo 2

      Miguel

      Los adventistas han identificado históricamente al Miguel que aparece en la Biblia como Cristo, y estoy de acuerdo con esa conclusión. Sin embargo, esta es una de nuestras interpretaciones bíblicas con las cuales muchos cristianos no adventistas no están de acuerdo. Por eso, y porque no es una de nuestras doctrinas clave, evito decir mucho sobre ello en la revista Signs of the Times. A veces, el autor de un artículo lo menciona, y en ciertas circunstancias lo he permitido. Después de uno de esos casos, recibí un correo electrónico muy bien redactado de un lector que me dio veinte razones por las cuales, en su opinión, es una herejía identificar a Miguel como Cristo. Respondí con una explicación bastante amplia de las razones bíblicas por las que los adventistas creen que Miguel es Cristo, y él amablemente me contestó y me agradeció por la respuesta, aunque no creo que lo convenciera.

      El propósito de este capítulo es compartir mi explicación con ustedes, ya que será útil que la entiendan antes de que hablemos del reino de las tinieblas en el próximo capítulo.

      Apocalipsis 12:7 al 9 es el texto bíblico que forma la base para nuestra creencia de que Miguel es Cristo: “Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él”. Apocalipsis no solo identifica al dragón como Satanás, sino también a Miguel como el único líder del ejército del cielo -su general-, y que él es el adversario de Satanás.

      Judas, el libro bíblico que precede inmediatamente al Apocalipsis, añade una pista significativa sobre la identidad de Miguel: “Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: ‘El Señor te reprenda’