ESTÁ EN TI, el universo se pone de tu lado.
La clave está en la acción, así que voy a ayudarte a que lleves a cabo acciones responsables y determinantes.
Muchas veces reaccionamos frente a una situación o algo que vemos de una manera automática que incapacita y limita, pero la buena noticia es que se puede aprender a controlarlo.
Cuando, en uno de los eventos en los que participé, tuve que caminar sobre brasas, lo entendí.
Esa experiencia me enseñó precisamente a eso, a controlar el estado de mi mente y mi comportamiento. A pasar caminando por encima de las brasas y no quemarme.
Todos tenemos la capacidad de controlar nuestras mentes.
Antes de poder caminar por las brasas se realiza un ejercicio de meditación. Se nos enseñaba que podemos hacer todo lo que queramos y utilizamos un «grito de guerra»; ese grito de guerra era nuestro anclaje, que nos daba poder ilimitado para conseguir lo que quisiéramos.
Después, mientras pasaba por las brasas, iba pensando que pisaba musgo fresco. Lo pensaba y lo sentía. Me di cuenta de que podemos cambiar nuestra fisiología a través de nuestro pensamiento. Que primero se piensa y que luego se siente.
Te prometo que es exactamente lo que me ocurrió. Antes de empezar, proferí mi grito de guerra: «YO PUEDO». Acto seguido, pasaba por encima mientras decía: «Musgo fresco, musgo fresco». Parece imposible, pero fue posible, sentía que mis pies pisaban algo fresco.
Pese al temor inicial que pudiese haber tenido, lo vencí.
Cuando acabé de pasar por encima de las brasas automáticamente me di cuenta: era la misma persona, pero algo en mí había cambiado.
Me sorprendí al ver mis pies. Estaban completamente bien, un poco negros, claro, pero no estaban dañados, ni rojos, ni nada. Había conseguido cambiar la fisiología de mis pies y no sentí para nada calor. Sentía cómo pisaba las brasas, sus formas, pero no su temperatura.
De hecho, me sorprendió cómo una de las brasas me «pinchaba». Debía estar colocada de punta y eso sí lo noté, pero no la temperatura, porque me había autoprogramado para no sentirla.
Aún me parece increíble que lo hiciera, pero ahora entiendo cómo lo conseguí: dominé mi mente. Salí con la certeza de que, si lo podía hacer con eso, que era algo físico, lo podía hacer con cualquier cosa.
Quién me iba a decir hace cuatro años, cuando no quería salir de la cama, que hoy estaría escribiendo un libro sobre ello con la intención de ayudar a todas esas personas que puedan verse reflejadas.
Precisamente por haberlo logrado sé que te puedo ayudar a ti también.
¿Cuántos casos hay de personas que se han curado espontáneamente? Más de los que te piensas. Pero no hay milagros, sus curaciones son debidas a sus esfuerzos y acciones, a no querer aceptar la etiqueta.
Precisamente es lo que aprendes con la experiencia de caminar por las brasas, que, si te reprogramas, puedes salir de donde estés.
Tuve la oportunidad hace unos meses de participar en un seminario de una terapeuta que había sido diagnosticada de cáncer de útero. El estadio era bastante avanzado y no le daban más de un año de vida. Decidió dejarlo todo ―su trabajo como enfermera, una vida estable y acomodada, su marido― y marcharse a la India.
Según ella explica, dado que no le quedaba mucho tiempo, quería vivir lo que no había vivido, conocer otras realidades y viajar; ella dice que el Tantra la encontró.
Esa persona se llama Mirenlu. Podéis comprobar vosotros mismos en Internet su historia: www.mirenlu.com.
El caso es que, al volver de la India, su cáncer había desaparecido.
Conectó con su energía interior, con la del universo, y sanó.
Transformó su fisiología y su cuerpo, y sanó. Los médicos le dieron de alta por «remisión espontánea».
Mi padre es otro ejemplo. Su cáncer era terminal, se había llevado por delante una costilla. Tenía cáncer de pulmón y solo le daban un día de vida, pero estuvo cinco años más con nosotros. Se fue cuando ya no quiso luchar.
Entiendo cómo te sientes, por ello quisiera compartir lo que sé.
¿Me dejas ayudarte?
Gracias, gracias, gracias, estoy muy emocionada por que me dejes ayudarte.
Recuerda
1 Somos los únicos responsables de crear nuestras vidas.
1 Tu cuerpo tiene la capacidad de autosanarse.
1 Elige creer, elige crear tu vida.
SI CAMBIAS TUS CREENCIAS,
LO IMPOSIBLE
SE HACE POSIBLE
Ejercicios
Reflexiona sobre el propósito con el que has comprado este libro.
¿Por qué es importante para ti controlar tu mente?
¿Cuáles son tus razones personales?
En cada frase que escribas, pregúntate: «¿Esto es verdadero para mí?».
Declaraciones
Respira profundamente tres veces de la siguiente manera: inhala durante cinco segundos, sostén el aire otros cinco y exhala en cinco más. Ahora pon la mano en el corazón y lee en voz alta:
APROVECHA AL MÁXIMO LA LECTURA
Lee y conducirás,
no leas y serás conducido.
Santa Teresa de Jesús
A continuación, te voy a explicar cómo he estudiado yo los diferentes libros que he leído para transformar mi vida.
1 Ten a mano siempre una libreta donde puedas apuntar tus corazonadas, tus chispazos del alma. Son esos mensajes que te van a llegar en forma de revelación, donde dices: «¡Vaya, ahora lo entiendo!».
1 Señala con marcadores cualquier parte de este libro que quieras integrar en ti. Cuanto más te impliques en la lectura, más sacarás de ella. Subráyalo, hazle anotaciones, trabájalo. Por eso, la gente que se haya descargado el libro tipo PDF no podrá obtener lo mismo que tú, que has pagado lo que vale (ya sea el libro físico o electrónico). La mente no se implica de la misma manera cuando se paga por algo que cuando lo recibe gratis.
1 Comparte con tus familiares y amigos aquellos mensajes que creas que les pueden ayudar. Quizá en el momento en que se los traslades no te hagan caso. No te frustres, todavía no están preparados para transformar sus vidas, pero habrás plantado una semilla en su interior y algún día brotará. Quizá tengan que ver el éxito en ti para preguntarse cómo lo has conseguido.
1 Forma un grupo de lectura, implica a personas que creas que vibran en tu mismo nivel. Hay un proverbio africano que me encanta: «Si quieres ir rápido, camina solo; si quieres llegar lejos, camina acompañado».
1 Haz las declaraciones después de cada capítulo y repítelas todos los días, cuantas más veces, mejor. Lo imposible se hace posible.
Si has marcado el libro y lo repasas, verás que eres capaz de recordar lo que decía en ese capítulo más fácilmente.
Esta es otra disciplina que yo he integrado en mí cuando