a su responsabilidad como agente del cambio y representante del progreso de la profesión en la sociedad, son las siguientes:
• La determinación constante de las necesidades de formación e información de los usuarios/clientes. A partir de un enfoque mercadológico del trabajo, que se oriente hacia su satisfacción mediante técnicas de investigación científica dirigida al conocimiento de la actividad, del medio, de la temática y de otras características importantes de las necesidades de los usuarios, de forma tal que puedan diseñarse productos y servicios a la medida de dichas necesidades. 7
• El mejoramiento del alcance y de la rapidez del acceso a las fuentes y servicios en el proceso de búsqueda de información. Mediante la conexión abierta a redes de información y conocimiento, así como el diseño de interfaces y sistemas en el proceso de búsqueda y recuperación de información más amistosos, tanto en las bases de datos y catálogos, como en otra cualquier forma de organización de la información y el conocimiento.
• La formación y el entrenamiento de los usuarios en el conocimiento de las herramientas tecnológicas para el intercambio de información, así como la creación de valores y habilidades para el aprendizaje. Esto es posible solo a partir de la educación continua del trabajador de la información y la ejecución de investigaciones sistemáticas dirigidas a descubrir y dominar las formas en que puede contribuir, tanto al desarrollo profesional, laboral y social de sus usuarios individuales y organizacionales como a la gestión de su conocimiento e inteligencia.
• El diseño de productos y servicios de alto valor agregado, en especial, de servicios grupales, a partir de las nuevas aplicaciones de la dinámica de grupo en los servicios de información, orientados a la satisfacción de los requerimientos de sus usuarios y clientes, mediante la explotación adecuada de las herramientas y patrones de atención profesional, desarrolladas para los fines de la gestión del conocimiento y la inteligencia organizacional.
El perfil profesional descrito anteriormente indica que su formación e imagen actual es el de un consultor especializado, en el que la vía principal para el éxito es el trabajo conjunto en equipos multidisciplinarios. De esta manera, su proyección funcional apunta, en unos casos, hacia una formación de habilidades y capacidades para ejercer entre otras tareas, la de la gestión del conocimiento corporativo y social. En otros, con una visión más amplia, se concibe al profesional de la información como un gestor de la inteligencia y el aprendizaje en las organizaciones, y así sus funciones no se limitan a la gestión y la comunicación del conocimiento, sino que contempla el desarrollo de las capacidades de utilización de problemas concretos y el aprovechamiento de oportunidades que generen ventajas competitivas.
7 Núñez Paula IA. Bases teóricas metodológicas en la formación de recursos humanos para la gestión de la inteligencia y el aprendizaje en las organizaciones o comunidades.
1.3 Los axiomas de la comunicación
Axiomas de la comunicación humana
Los axiomas de la comunicación humana hacen referencia a condiciones inherentes a la comunicación, que siempre están presentes. Watzlawick et al. (1985) en la Teoría de la Comunicación Humana presentan un enfoque comunicacional nutrido de la cibernética, la ingeniería de la comunicación, la antropología y la teoría general de sistemas, el cual proporciona el modelo interracional pragmático de la comunicación humana que tiene aplicabilidad general en las ciencias sociales y psicológicas. Este modelo resalta la importancia de ampliar el margen de observación para la explicación de un hecho y la necesidad de comprender a mayor profundidad la relación que se da entre un hecho y un contexto.
De acuerdo con Watzlawick et al. (1985), la comunicación humana está compuesta por tres áreas, la sintáctica, la semántica y la pragmática. La primera hace referencia a la transferencia del mensaje, la segunda se interesa en el significado o esencia del mensaje que se transfiere y la pragmática se centra en la afectación que la comunicación tiene sobre la conducta humana. Teniendo en cuenta esto, Watzlawick introduce los conceptos de: la caja negra (entradas y salidas), conciencia o inconsciencia (de los actos), presente versus pasado, efectos versus causas, la circularidad de las pautas de la comunicación, y la relatividad de lo «normal» y lo «anormal»; los cuales sirven de antecesores de los axiomas.
El área de la pragmática también conocida como la vertiente política o estratégica de la comunicación, sirve de base para desarrollar los axiomas de la comunicación, expuestos en la Teoría de la Comunicación Humana de Watzlawick et al. (1985), que son reseñados a continuación:
La imposibilidad de no comunicar. Toda interacción con el otro trae consigo un mensaje que movilizará la conducta de los participantes. Es imposible dejar de comunicar, de comportarse, aun en los silencios estaremos en un proceso comunicacional. «Lo que significa que la comunicación no es solo verbal sino también gestual-no verbal». (Watzlawick et al., 1985, p. 51). Este axioma interpreta todo comportamiento/conducta como mensaje comunicacional que puede ser interpretado y dotado de significado por alguien que se encuentre en el sistema.
Niveles de contenido y relaciones de la comunicación. El contenido del mensaje transmitido es interpretado por el receptor de acuerdo con la relación existente entre este y el emisor. «Por ello, toda comunicación tiene un aspecto de contenido o semántico y un aspecto relacional, tales que el segundo clasifica al primero y es, por ende, una metacomunicación». (Watzlawick et al., 1985, p. 52).
La puntuación de la secuencia de hechos. La comunicación se da en un flujo bidireccional, donde se interactúa en una secuencia definida por el emisor y el receptor, y en ocasiones dicha estructura se ve mediada por la respuesta al comportamiento del otro, ampliando o modificando el ciclo comunicacional. «Es decir no se reduce explícitamente a una causa-efecto. Puesto que, la naturaleza de la relación depende de la puntuación (organización) de las secuencias de comunicación entre los comunicantes». (Watzlawick et al., 1985, p. 56). En palabras de Perrone (2007) este axioma hace referencia a «una lucha en el terreno de las posiciones éticas de los actores» (p.15), mientras que Rizo (2011) acerca del mismo axioma dice: «La definición de una interacción está siempre condicionada por la puntuación de las secuencias de comunicación entre los participantes».
Comunicación digital y analógica. La comunicación digital y analógica se complementan, ya que el aspecto digital del mensaje se codifica en función de lo analógico, lo digital hace referencia a la comunicación verbal, medible, y lo analógico a todo lo que incluye la comunicación no verbal (movimientos corporales, posturas, gestos, expresiones faciales, inflexión de la voz, secuencia, ritmo y la cadencia de las palabras):
El lenguaje digital cuenta con una sintaxis lógica sumamente compleja y poderosa, pero carece de una semántica adecuada en el campo de la relación mientras que el analógico posee la semántica, pero no una sintaxis adecuada para la definición inequívoca de la naturaleza de las relaciones. (Watzlawick et al., 1985, p. 61).
Interacción simétrica y complementaria. Busca una relación equitativa que permita una comodidad entre las partes, esta puede ser armonizada por un valor agregado. La comunicación puede ser simétrica cuando se mantienen las mismas condiciones en el emisor y el receptor. La comunicación complementaria está sujeta a la autoridad o jerarquía. «Por lo tanto, la interacción simétrica se caracteriza por la igualdad y por la diferencia mínima, mientras que la interacción complementaria está basada en un máximo de diferencia». (Watzlawick et al., 1985, p. 69).
A partir de lo anterior, se puede decir que toda cultura es un conglomerado de conversaciones que se efectúan en una diversidad de modos simbólicos, las cuales se tejen desde el lenguaje y dan paso a que el mundo se construya y sea representado. Desde el constructivismo social se mira la comunicación como el lugar donde se forman las identidades de los comunicadores en la interacción con otras personas, el proceso en el cual surgen los propósitos y los medios, mediante los cuales construimos los eventos y objetos de nuestros mundos sociales. La comunicación interpersonal trata de responder principalmente el interrogante ¿qué