tion>
Lenguas y devenires en pugna. En torno a la posmodernidad
Julio Hevia Garrido Lecca
Colección Investigaciones
Lenguas y devenires en pugna. En torno a la posmodernidad
Primera edición digital, diciembre de 2016
© Universidad de Lima
Fondo Editorial
Av. Javier Prado Este N.° 4600,
Urb. Fundo Monterrico Chico, Lima 33
Apartado postal 852, Lima 100, Perú
Teléfono: 437-6767, anexo 30131
Diseño, edición y carátula: Fondo Editorial de la Universidad de Lima
Ilustración de carátula: Ruta principal y rutas secundarias. Paul Kee, 1929
Versión ebook 2016
Digitalizado y distribuido por Saxo.com Peru S.A.C.
Teléfono: 51-1-221-9998
Avenida Dos de Mayo 534, Of. 304, Miraflores
Lima - Perú
Se prohíbe la reproducción total o parcial de este libro sin permiso expreso del Fondo Editorial.
ISBN versión electrónica: 978-9972-45-369-4
A Pamelita, por su tiempo y cariño.
A Paulita y Gonzalo,
nuestra música de cada día
Índice
Capítulo I Ciencia, discurso y estrategia
Capítulo II Vigilancia estatal y desprendimiento de significantes
Capítulo III Lengua mayor, usos menores
Capítulo IV Auge y caída de la personal(de)idad
Capítulo V Lenguas y devenires: La pugna entre adultos y adolescentes
1. Continuidad y ruptura: El reto de la enseñanza actual
2. Alejamiento y retorno: El caso del verbo computar
3. Una clínica ambulatoria: Sobre traumas, paranoias y alucinaciones
4. Positivando negativos: Locos, mostros y malditos
5. Metamorfosis y minimalismo: El caso de la requintada de madre
Capítulo VI Las preguntas del poder y el poder de las preguntas
Prólogo
En La rebelión de las élites y la traición de la democracia, Christopher Lasch desarrolla una idea interesante, quizás original para los lectores europeos y norteamericanos, pero sobre todo sumamente familiar para quien conoce el funcionamiento de las élites latinoamericanas. La propuesta de Lasch invierte la lectura articulada en 1930 por Ortega y Gasset, a propósito de su texto La rebelión de las masas. Para Ortega y Gasset la crisis de la civilización occidental provenía de “la dominación política de las masas”, de allí que correspondiera a las propias élites asumir los más rigurosos patrones éticos y culturales sin cuyo concurso, juzgaba él, la civilización habría de tornarse imposible.
He aquí la inversión de Lasch: en nuestra época, la amenaza proviene de los que se instalan en la cima de la jerarquía social, de las elites que controlan el flujo internacional del dinero y de la información. El espíritu elitista del que habla Lasch no es sólo norteamericano, pues supone una irradiación de carácter transnacional que tanto expresa a la ideología neoliberal como a su más inmediata consecuencia, vale decir, una sociedad biclasista que gobierna al capitalismo contemporáneo. Este circuito constituye una nueva plutocracia mundial que, en términos estadísticos, da cuenta del veinte por ciento de privilegiados con el dinero, la salud y el par educación/información, respecto de una población residual, caracterizada por su lugar subalterno y las tendencias decadentes que le son corrrelativas.
Lo que nos viene a mostrar el texto de Julio Hevia Garrido Lecca es precisamente el sistema de pensamiento correspondiente a lo que denominaremos un nuevo real de las élites. Lo “real” es una noción producida dentro de un orden histórico determinado: en el plano colectivo, implementado por grupos e instituciones; en el plano individual, operado por mitos e ideologías, nutrido de valores y deseos. Y sus propios efectos: mecanismos perceptivos, estéticas, rutinas laborales, itinerarios, transporte, residencia, educación, tiempo libre –entendidos todos como realidades de la sociedad moderna– van a desprenderse, ellos mismos, de las tecnologías cognitivas y representacionales engendradas por el sistema dominante.
Nuevas tecnologías implican, por cierto, el redimensionamiento de la realidad. Es preciso señalar que dicho redimensionamiento no aniquila lo “real”, sino que lo altera y distorsiona en sus tradicionales modos de representación. En nuestro caso, por ejemplo, a propósito de la intervención tecnológica en las clásicas coordenadas de espacio y tiempo. Tales modos son solidarios de un mundo vital específico, de aquello que podríamos llamar “mundo perceptivo”, condición indispensable para el intercambio de influencias y la acción recíproca entre el hombre y el medio ambiente. Ese individuo, pues, percibe la realidad del mundo en la medida en que se adapte, interactivamente, a unos vínculos ecológicos, sensoriales e intelectuales.
El mérito principal del actual trabajo de Hevia consiste en exponer, de manera clara y erudita, las transformaciones en los vínculos intelectuales y sensoriales, cuya responsabilidad compete a la nueva ecología cognitiva de las élites. Resulta evidente que tales mutaciones vienen a favorecer la circulación de las ideas y los productos informativos, todo ello en beneficio de las nuevas configuraciones de las clases sociales.
A propósito del particular arreglo de su tematización, y sin adoptar un tono explícitamente político, el texto de Hevia entrevé el punto crucial de la nueva fractura social, que como bien muestra Baudrillard es el de la circulación: