Samuel Pagán

Comentario de los salmos


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Se compararán, en algunas ocasiones, las interpretaciones contemporáneas de varios salmos con las explicaciones de eruditos judíos y cristianos de importancia a través de la historia. De esa forma los estudiantes actuales del libro de los Salmos estarán en diálogo franco e íntimo con generaciones previas de intérpretes y estudiosos de esta tan importante literatura religiosa.

      Este nuevo libro que el lector o lectora tiene en sus manos, Comentario de los Salmos, ciertamente toma en consideración la historia de la investigación de los salmos. No llegamos a estudiar estos textos bíblicos en el vacío histórico o teológico. Quien escribe este comentario enseña teología bíblica a nivel graduado, y ha sido seriamente influenciado por los esfuerzos de estudios bíblicos científicos y críticos a través de los siglos. Nuestra metodología de estudio tomará en consideración las investigaciones científicas previas de los salmos, que nos permiten llegar, hasta donde sea posible, a una comprensión adecuada de esa tan importante literatura religiosa.

      La identificación de los autores de los salmos individuales es una tarea extremadamente compleja y muchas veces infructuosa. Para seguir la tradición académica en torno al tema, aludiré al autor de esas piezas literarias como el «salmista», aunque también en una muy buena tradición cristiana afirmamos la revelación divina en el texto. El Dios bíblico se hace presente en el mensaje y los valores morales, éticos y espirituales que se incluyen en el libro de los Salmos, aunque el nombre específico y la identidad precisa de sus autores humanos se han perdido en el tiempo.

      Nuestro propósito básico es analizar y comentar todos los salmos canónicos. La verdad es, sin embargo, que no hemos dado el mismo espacio y tiempo en este libro a cada uno de esos ciento cincuenta poemas. La razón fundamental de esa decisión es publicar en un solo volumen el resultado de la investigación que hemos emprendido; además, es menester reconocer que, por la naturaleza repetitiva de la poesía en los salmos, no duplicaremos las interpretaciones y los comentarios a los temas de importancia, y sí remitiremos al lector y lectora al lugar en el salterio específico de las interpretaciones pertinentes.

      La extensión en los comentarios a algunos salmos se fundamenta en los siguientes criterios teológicos y literarios: salmos que tienen importancia litúrgica, teológica o cristológica; salmos con peculiaridades poéticas y estilísticas; y salmos con mensajes de importancia para la sociedad contemporánea. Hemos separado algún espacio de calidad en este comentario para atender esos asuntos, pues deseamos que esta obra en torno a los salmos contribuya no solo a la comprensión de esas importantes piezas literarias antiguas, sino que apoye su aplicación a la sociedad actual y permita la vivencia de los valores que articulan y afirman.

      Es importante notar, mientras se estudia este nuevo comentario al libro de los Salmos, que quien escribe es también ministro del evangelio de Dios. La vertiente pastoral del autor de este libro contribuye significativamente a complementar y actualizar el rigor académico. Junto al análisis crítico del texto hebreo su compromiso ministerial le desafía continuamente a descubrir nuevos niveles de revelación y pertinencia para la tarea pastoral. Además del análisis académico y crítico que presentamos de los salmos, se incluirán comentarios pastorales que pueden apoyar la tarea misionera del pueblo de Dios.

      Con esa misma finalidad pedagógica, las notas marginales se han incluido casi exclusivamente en la Introducción. Se han evitado su incorporación en el comentario, para facilitarle al lector la lectura, el estudio y la comprensión del salmo. En la sección de bibliografía se incluyen los libros que pueden contribuir significativamente al estudio más detallado de los temas expuestos.

      Específicamente este comentario responderá a los textos bíblicos y a los pasajes estudiados desde una perspectiva evangélica, ecuménica, puertorriqueña, caribeña, latinoamericana, e hispana y latina; y atenderá los desafíos sociales, económicos, políticos y espirituales que le presentan a las comunidades de fe las sociedades postmodernas, con sus sospechas, individualidades, consumismo, corrupción y falta de solidaridad. Como los salmos reflejan diversos entornos históricos y contextos literarios, este comentario presenta una comprensión nueva y fresca de estos poemas, desde las perspectivas sociales y espirituales precisas del autor.

      Nuestro objetivo al escribir esta obra es hacer una nueva lectura del libro de los Salmos y presentar los resultados de la investigación a la comunidad. El libro de los Salmos es antiguo, y muy apreciado por las comunidades de fe. Por esa razón, le visitaremos nuevamente para repasar sus valores, repensar sus enseñanzas, y actualizar su mensaje.

      Nuestro deseo ministerial es apoyar el trabajo de predicación de los pastores y las pastoras; incentivar la labor didáctica de las maestras y los maestros de las escuelas bíblicas e instituciones educativas de las iglesias; contribuir al proceso de investigación y reflexión de estudiantes avanzados de teología y Biblia; desafiar la comprensión tradicional de estos poemas en la comunidad académica; e incentivar el crecimiento espiritual de los creyentes.

      Nuestro propósito primordial, al emprender este nuevo estudio sistemático del Salterio, es poner al alcance de lectores y lectoras de habla castellana, las virtudes y los valores permanentes que se ponen de manifiesto en la lectura y el análisis de estos importantes poemas. Los salmos son un testimonio viviente de la fe del pueblo de Israel; presentan la evidencia documental de las reflexiones teológicas y las experiencias espirituales de toda una comunidad religiosa; revelan las aspiraciones, frustraciones, gozos y necesidades de gente que enfrentó las adversidades de la vida con sentido de esperanza y futuro; y muestran las peregrinaciones que llevan a los salmistas a moverse del dolor al gozo, del lamento al baile, de la lágrima al contentamiento, de la desesperanza a la esperanza, de la muerte a la vida. El Salterio, en efecto, pone de manifiesto con claridad meridiana los valores de esperanza que deben guiar a la gente de fe para vivir con salud mental y espiritual.

      Una palabra de gratitud es necesaria antes de finalizar este Prefacio. En primer lugar debo consignar mi agradecimiento público a la comunidad académica y eclesiástica del Seminario Evangélico de Puerto Rico. En ese entorno teológico y pastoral se gestaron las ideas y las perspectivas contextuales que posteriormente se redactaron en esta obra.

      Miriam Rodríguez es una editora excelente, y merece el reconocimiento público. Ella transforma mis ideas y manuscritos –¡ahora electrónicos!– en Mterial publicable. ¡Gracias!

      Como en todos mis libros, a Nohemí, mi esposa, va una expresión particular de gratitud. Ella no solo es amiga de la Biblia y consejera literaria y teológica, sino que revisa mis escritos con ojos críticos y hace recomendaciones sabias y prudentes para mejorar la redacción, aclarar las ideas y propiciar la aplicación del mensaje.

      Es necesario indicar, además, que dedico esta obra, con mucha humildad, agradecimiento y reconocimiento, a mis padres, Luis Pagán –que ya descansa en el Señor, e Ida Luz Rosa, quienes me enseñaron desde pequeño la belleza, el valor y la importancia de los Salmos.

      Finalmente, en el entorno de estas gratitudes, es importante afirmar como el salmista, con la «Oración de Moisés, varón de Dios»:

       Señor, tú nos has sido refugio de generación en generación.

       Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo,

       desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.

      Salmo 90.1-2

      1 C. Hassell Bullock, Encountering the Book of Psalms, Grand Rapids: Baker Academic, 2001, p.15.

      2 Véase el estudio de Helmer Ringgren, La fe de los salmistas (Buenos Aires: La Aurora, 1963, pp.79-93).

      3 A.A. Andreson, The Psalms (London: Marshall, Morgan & Scott, 1972, p.23).

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