Teobaldo A Noriega

Novela colombiana contemporánea


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Para una completa información sobre los textos escritos por sor Juana véase, Obras Completas de Sor Juana Inés de la Cruz, edición en cuatro volúmenes con prólogo y notas de Alfonso Méndez Plancarte (1951-1957). Puede consultarse también en un solo volumen, Sor Juana Inés de la Cruz, Obras Completas (1985).

      33. Punto de referencia esencial en la difícil situación de sor Juana ante sus detractores, no por conocidos podemos prescindir aquí de un resumen de tan importantes hechos. Como sabemos, todo parece haberse iniciado con una inteligente reflexión que en conversación con Don Manuel Fernández de Santa Cruz -obispo de Puebla y amigo- sor Juana hiciera sobre un sermón pronunciado cuarenta años antes (1650) en Lisboa por el jesuita portugués Antonio Vieyra (1609-1697). Conocido ese discurso como el “Sermón del Mandato”, la intención de Vieyra era refutar teológicamente los argumentos de San Juan Crisóstomo (344-407), San Agustín (354-430), y Santo Tomás de Aquino (1225-1274) sobre cuál pudo haber sido la mayor fineza de Cristo hacia los mortales antes de morir. El juicio crítico de la monja impresionó a tal punto al obispo que éste le sugirió escribir sus propias ideas y enviárselas, a lo cual ésta accedió. A finales de noviembre de 1690 aparecía publicado en Puebla un panfleto titulado Carta Atenagórica de la madre Juana Inés de la Cruz, impreso y dedicado a la misma por alguien que se identificaba como “Sor Filotea de la Cruz”. Que “Sor Filotea” y Fernández de Santa Cruz fueran la misma persona no podía ser secreto para sor Juana quien, herida su dignidad tanto por la traición del confidente como por la severas e injustas críticas que éste añadía a la conducta de la monja, escribió su Respuesta firmada el 1 de marzo de 1691.

      34. La idea de una sor Juana feminista no es nueva y son muchos los estudios dedicados al tema. Véase, por ejemplo, Stephanie Merrim, Ed., Feminist Perspectives on Sor Juana Inés de la Cruz (1991), con interesantes aportes críticos y bibliografía relacionada. Consulta especial merece el aporte de la propia Merrim, “Toward a Feminist Reading of Sor Juana Inés de la Cruz: Past, Present, and Future Directions in Sor Juana Criticism”, 11-37.

      35. Se trata de una rápida variación al Villancico III, correspondiente al Primero Nocturno de los “Villancicos que se cantaron en la Santa Iglesia Metropolitana de Méjico, en honor de María Santísima, Madre de Dios, en su Asunción triunfante, y se imprimieron año de 1679”(Sor Juana Inés de la Cruz, Obras Completas (1985), 236. En el villancico original se alude a la singular belleza de que está hecha la madre de Dios. El propósito es irónico, y la virreina así lo capta.

      36. En sentido estricto esto no es exacto pues, como sabemos, Lysi es el nombre poético utilizado por sor Juana para dirigirse a Doña María Luisa Manrique de Lara y Gonzaga, Condesa de Paredes, en tanto que Laura es utilizado para dirigirse a Doña Leonor María de Carreto, Marquesa de Mancera. Si bien el texto de Moreno-Durán reconoce lo segundo, niega lo primero; indicando para Doña María Luisa el nombre Nise, poéticamente asignado por el poeta santafereño F. Álvarez de Velasco y Zorrilla a sor Juana, de quien se hablará más adelante. Distorsiones in fabula. Es importante añadir también que entre 1688 y 1696 ocupó el trono virreinal en México la pareja formada por Don Gaspar de Sandoval, Conde de Galve, y su esposa Doña Elvira María de Toledo, quien aparece como personaje en Cuestión de hábitos. Nada indica, sin embargo, que entre Doña Elvira y sor Juana llegara a establecerse una especial relación personal. El texto de Moreno-Durán subvierte claramente la verdad histórica.

      37. J. Greer Johnson, Satire in Colonial Spanish America. Turning the New World Upside Down (1993), 64. Mi traducción.

      38. Para un mejor conocimiento de la obra de este insigne poeta véase Francisco Álvarez de Velasco y Zorrilla, Rhythmica Sacra, Moral y Laudatoria. Edición y estudios de E. Porras Collantes, con estudio preliminar y notas de J. Tello (1989). De importantísimo valor resultan también los estudios de José Pascual Buxó, El enamorado de Sor Juana. Francisco Álvarez de Velasco Zorrilla y su Carta laudatoria (1698) a Sor Juana Inés de la Cruz (1993), y Antonio Alatorre, “Un devoto de Sor Juana: Francisco Álvarez de Velasco” (1985).

      39. “Muchas ansias (como he dicho) he tenido siempre de ver essa gran Corte, que la juzgo en todo Metropoli, y Cabeca de nuestras Indias... mas como no basta un saber desear tan hidalgo para merecer dicha de tan alto precio, desahogome solo con quexarme de mi fortuna que doblandome las prisiones de impedimentos, me inhabilita de aspirar a esta”, F. Álvarez de Velasco y Zorrilla, “Carta que escrivio el autor a la señora Soror Inés Juana de la Cruz”, Rhythmica Sacra, Moral y Laudatoria, 527.

      40. La primera edición de Su vida fue publicada en Filadelfia por las prensas de T.H. Palmer, en 1817; la de Sentimientos espirituales de la Venerable Madre Francisca Josefa de la Concepción de Castillo apareció en 1843 a cargo de la Imprenta de Bruno espinosa, en Santafé de Bogotá (en posteriores ediciones este segundo libro pasaría a conocerse como Afectos espirituales). Véase Obras Completas de la Madre Francisca Josefa de la Concepción de Castillo, según fiel transcripción de los manuscritos originales que se conservan en la Biblioteca Luis-Angel Arango. Introducción, notas e índices elaborados por Darío Achury Valenzuela, 2 tomos (1968).

      41. Véanse a este respecto, Kathryn McKnight, The Mystic of Tunja: The Writings of Madre Castillo, 1671-1742 (1997); Nina M. Scott, ed., Madres del Verbo/Mothers of the Word. Early Spanish American Women Writers. A Bilingual Anthology ( 1999); y el interesante artículo de Alicia Galaz-Vivar Welden, “Francisca Josefa de Castillo, una mística del Nuevo Mundo”, (1990).

      42. Como en lo relacionado con la Carta de Francisco Álvarez de Velasco y Zorrilla, también en este caso sería contrario a la verdad histórica que el texto de la tunjana pudiera ser conocido por los allí presentes puesto que los Afectos fueron publicados por primera vez en 1843; ciento cuarenta y ocho años después de haber muerto sor Juana.

      43. Obras Completas de la Madre Francisca Josefa de la Concepción de Castillo, II, 124-126.

      44. He tenido la ocasión de referirme más detalladamente a este componente lúdico en la escritura moreniana al hablar de Juego de Damas, El toque de Diana y Finale capriccioso con Madonna (Apartado A del presente estudio).

      45. Véase Carlos J. Reyes, “Cuestión de hábitos”, en L. M. Giraldo, Ed. R.H. Moreno-Durán: Fantasía y verdad. Valoración múltiple (2005).

      46. Para un interesante resumen de esta curiosa leyenda véase Valerie R. Hotchkiss, Clothes Make the Man. Female Cross Dressing in Medieval Europe (1996), especialmente el capítulo V “The Female Pope and the Sin of Male Disguise”, 69-82.

      47. Carmen Bustillo, Barroco y América Latina. Un itinerario inconcluso (1990), 126.

      48. La actitud del escriba-voyeur, al convertirse en eco o espejeo de la actitud del virrey, señala una estrategia característicamente barroca. La historia bíblica (Libro de Daniel) registra el episodio protagonizado por dos jueces ya ancianos, quienes seducidos por la belleza de Susana –piadosa esposa de Joaquín-, y no pudiendo obtener de ella los favores solicitados, para vengarse la acusan de cometer adulterio con un joven que, según ellos,