Уильям Шекспир

Dramas


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Te será fácil, porque esta noche come con tu amo. Entrégale esta carta con todo secreto. Adios. No quiero que mi padre nos vea.

LANZAROTE

      ¡Adios! Mi lengua calla, pero hablan mis lágrimas. Adios, hermosa judía, dulcísima gentil. Mucho me temo que algun buen cristiano venga á perder su alma por tí. Adios. Mi ánimo flaquea. No quiero detenerme más, adios.

JÉSSICA

      Con bien vayas, amigo Lanzarote.

      (Se va Lanzarote.)

      ¡Pobre de mí! ¿qué crímen habré cometido? Me avergüenzo de tener tal padre, y eso que sólo soy suya por la sangre, no por la fe ni por las costumbres. Adios, Lorenzo, guárdame fidelidad, cumple lo que prometiste, y te juro que seré cristiana y amante esposa tuya.

      ESCENA IV

Una calle de VeneciaGRACIANO, LORENZO, SALARINO y SALANIOLORENZO

      Dejaremos el banquete sin ser notados: nos disfrazaremos en mi casa, volveremos dentro de una hora.

GRACIANO

      Mal lo hemos arreglado.

SALARINO

      Todavía no tenemos preparadas las hachas.

SALANIO

      Para no hacerlo bien, vale más no intentarlo.

LORENZO

      No son más que las tres. Hasta las seis sobra tiempo para todo.

      (Sale Lanzarote.)

      ¿Qué noticias traes, Lanzarote?

LANZAROTE

      Si abris esta carta, ella misma os lo dirá.

LORENZO

      Bien conozco la letra, y la mano más blanca que el papel en que ha escrito mi ventura.

GRACIANO

      Será carta de amores.

LANZAROTE

      Me iré, con vuestro permiso.

LORENZO

      ¿Á dónde vas?

LANZAROTE

      Á convidar al judío, mi antiguo amo, á que cene esta noche con mi nuevo amo, el cristiano.

LORENZO

      Aguarda. Toma. Dí á Jéssica muy en secreto, que no faltaré.

      (Se va Lanzarote.)

      Amigos, ha llegado la hora de disfrazarnos para esta noche. Por mi parte, ya tengo paje de antorcha.

SALARINO

      Yo buscaré el mio.

SALANIO

      Y yo.

LORENZO

      Nos reuniremos en casa de Graciano dentro de una hora.

SALARINO

      Allá iremos.

      (Vanse Salarino y Salanio.)

GRACIANO

      Dime por favor. ¿Esa carta no es de la hermosa judía?

LORENZO

      Tengo forzosamente que confesarte mi secreto. Suya es la carta, y en ella me dice que está dispuesta á huir conmigo de casa de su padre, disfrazada de paje. Me dice tambien la cantidad de oro y joyas que tiene. Si ese judío llega á salvarse, será por la virtud de su hermosa hija, tan hermosa como desgraciada por tener de padre á tan vil hebreo. Ven, y te leeré la carta de la bella judía. Ella será mi paje de hacha.

      ESCENA V

Calle donde vive SylockSalen SYLOCK y LANZAROTESYLOCK

      Ya verás, ya, la diferencia que hay de ese Basanio al judío. – Sal, Jéssica. – Por cierto que en su casa no devorarás como en la mia, porque tiene poco. – Sal, hija. – Ni te estarás todo el dia durmiendo, ni tendrás cada mes un vestido nuevo. – Jéssica, ven, ¿cómo te lo he de decir?

LANZAROTE

      Sal, señora Jéssica.

SYLOCK

      ¿Quién te manda llamar?

LANZAROTE

      Siempre me habiais reñido, por no hacer yo las cosas hasta que me las mandaban.

      (Sale Jéssica.)

JÉSSICA

      Padre, ¿me llamabais? ¿qué me quereis?

SYLOCK

      Hija, estoy convidado á comer fuera de casa. Aquí tienes las llaves. Pero ¿por qué iré á ese convite? Cierto que no me convidan por amor. Será por adulacion. Pero no importa, iré, aunque sólo sea por aborrecimiento á los cristianos, y comeré á su costa. Hija, ten cuidado con la casa. Estoy muy inquieto. Algun daño me amenaza. Anoche soñé con bolsas de oro.

LANZAROTE

      No falteis, señor. Mi amo os espera.

SYLOCK

      Y yo tambien á él.

LANZAROTE

      Y tienen un plan. No os diré con seguridad que vereis una funcion de máscaras, pero puede que la veais.

SYLOCK

      ¿Funcion de máscaras? Oye, Jéssica. Echa la llave á todas las puertas, y si oyes ruido de tambores ó de clarines, no te pongas á la ventana, ni saques la cabeza á la calle, para ver esas profanidades de los cristianos que se untan los rostros de mil maneras. Tapa, en seguida, todos los oidos de mi casa: quiero decir, las ventanas, para que no penetre aquí ni áun el ruido de semejante bacanal. Te juro por el cayado de Jacob, que no tengo ninguna gana de bullicios. Iré, con todo eso, al convite. Tú delante para anunciarme.

LANZAROTE

      Así lo haré. (Aparte á Jéssica.) Dulce señora mia, no dejes de asomarte á la ventana, pues pasará un cristiano que bien te merece.

SYLOCK

      ¿Qué dirá entre dientes ese malvado descendiente de Agar?

JÉSSICA

      No dijo más que adios.

SYLOCK

      En el fondo no es malo, pero es perezoso y comilon, y duerme de dia más que un gato montes. No quiero zánganos en mi colmena. Por eso me alegro de que se vaya, y busque otro amo, á quien ayude á gastar en pocos dias su improvisada fortuna. Vé dentro, hija mia. Quizá pueda yo volver pronto. No olvides lo que te he mandado. Cierra puertas y ventanas, que nunca está más segura la joya que cuando bien se guarda: máxima que no debe olvidar ningun hombre honrado.

      (Vase.)

JÉSSICA

      Mala ha de ser del todo mi fortuna para que pronto no nos encontremos yo sin padre y tú sin hija.

      (Se va.)

      ESCENA VI

GRACIANO y SALARINO, de máscaraGRACIANO

      Á la sombra de esta pared nos ha de encontrar Lorenzo.

SALARINO

      Ya es la hora de la cita. Mucho me admira que tarde.

GRACIANO

      Sí, porque el alma enamorada cuenta las horas con más presteza que el reloj.

SALARINO

      Las palomas de Vénus vuelan con ligereza diez veces mayor cuando van á jurar un nuevo amor, que cuando acuden á mantener la fe jurada.

GRACIANO

      Necesario es que así suceda. Nadie se levanta de la mesa del festin con el mismo apetito que cuando se sentó á ella. ¿Qué caballo muestra al fin de la rápida carrera el mismo vigor que al principio? Así son todas las cosas. Más placer se encuentra en el primer instante de la dicha que despues. La nave es en todo semejante al hijo pródigo. Sale altanera del puerto nativo, coronada de alegres banderolas, acariciada por los vientos, y luego torna con el casco roto y las velas hechas pedazos, empobrecida y arruinada por el vendaval.

      (Sale Lorenzo.)

SALARINO

      Dejemos esta conversacion. Aquí viene Lorenzo.

LORENZO

      Amigos: perdon, si os he hecho esperar tanto. No me echeis la culpa: echádsela á mis bodas. Cuando para lograr esposa, tengais que hacer el papel de ladrones, yo os prometo igual ayuda. Venid: aquí vive mi suegro Sylock. (Llama.)

      (Jéssica disfrazada de paje se asoma á la ventana.)

JÉSSICA

      Para