el que podremos y deberemos combatir.
Este ciclo de agua que tiene lugar en nuestros cuerpos es uno de los mecanismos del metabolismo más minuciosamente regulados, por lo que ahondar en su conocimiento es indispensable para actuar desde el principio, desde que se produce un desajuste.
Una cuestión de circulación
La extraordinaria actividad de lavado de los tejidos está condicionada por la calidad de nuestra circulación sanguínea. Veremos cómo una mala circulación sanguínea puede ser la causante de un desequilibrio en el ciclo del agua y, en definitiva, de la retención de líquidos.
Pero, en primer lugar, ¿qué entendemos por mala circulación?
Sin duda, esta expresión es demasiado genérica. Hay cuatro tipos de vasos: las arterias, las venas, los capilares y los linfáticos. Por tanto, al hablar de mala circulación, hay que precisar si se está hablando de circulación arterial, venosa, capilar o linfática, ya que cada una de estas disfunciones se manifiesta con efectos diferentes.
La mala circulación arterial
Se manifiesta en las piernas en forma de dolor en las pantorrillas al caminar. Este dolor puede ser lo bastante intenso como para obligar a la persona que lo sufre a detenerse de forma reiterada, y está asociado a lo que se denomina «arteritis», dolencia que no influye de ningún modo en el fenómeno de retención de líquidos.
La mala circulación capilar
En este caso, se manifiesta en las piernas en forma de sensación de frío en los pies o de un aspecto hinchado de la piel. Este problema tampoco provoca retención de líquidos.
La mala circulación venosa
Se relaciona con la sensación de piernas cansadas, la aparición de varices o varicosidades en las mismas, o de moratones espontáneos, y es la responsable del problema que nos ocupa.
La mala circulación linfática
Se manifiesta en pies y tobillos hinchados, fenómeno que puede llegar a ser muy importante y extenderse hasta los dedos de los pies, lo que es sinónimo de una afección linfática. También puede provocar retención de líquidos, aunque es mucho menos frecuente que en el caso de la mala circulación venosa.
Test 1
¿Tiene problemas de circulación venosa?
El siguiente test le permitirá determinar si usted padece o no problemas de retorno venoso. Para ello, debe responder a las preguntas y sumar el total de los puntos que figuran a la derecha de las cuestiones. Remítase a continuación a los comentarios.
1 ¿Es usted…?
Hombre – 0
Mujer – 1
2 ¿Qué edad tiene?
Menos de 14 años – 0
Entre 14 y 29 años – 1
Entre 30 y 45 años – 2
Más de 45 años – 3
3 ¿Cuánto tiempo hace que lleva una vida sedentaria (no practica deporte, utiliza de forma sistemática el coche, los ascensores, etc.)?
No llevo una vida sedentaria – 0
Entre 1 y 3 años – 1
Entre 4 y 10 años – 2
Más de 10 años – 3
4 ¿Presenta usted un exceso de peso en relación con el que le correspondería para estar en forma?
No – 0
Sí, entre 1 y 5 kg – 1
Sí, entre 6 y 10 kg – 2
Sí, más de 10 kg – 3
5 ¿Cuántos embarazos ha tenido?
No he tenido embarazos – 0
1 embarazo – 1
2 embarazos – 2
Más de 2 embarazos – 3
6 En caso de trabajar, ¿en qué posición suele hacerlo?
En posición sentada, de pie o sin moverse menos de 4 horas al día – 0
En posición sentada, de pie o sin moverse entre 4 y 8 horas al día – 1
En posición sentada, de pie o sin moverse más de 8 horas al día – 2
En posición sentada, de pie o sin moverse más de 8 horas al día, con trayectos largos frecuentes en coche, tren o avión – 3
7 ¿Tiene antecedentes familiares (padre o madre) con varices?
No, ninguno – 0
1 familiar con varices – 1
2 familiares con varices – 2
2 familiares con varices y uno de ellos con complicaciones – 3
8 ¿Sale a caminar o practica natación, bicicleta, footing o gimnasia?
Sí, al menos 3 horas por semana – 0
Menos de 3 horas por semana – 1
De forma irregular (en vacaciones) – 2
Nunca – 3
9 ¿Tiene la sensación de tener las piernas cansadas?
No, nunca – 0
Sí, ocasionalmente – 1
Sí, a menudo – 2
Padezco dolores fuertes de forma casi permanente – 3
10 Si padece sensación de piernas cansadas, esta aumenta con:
El calor – 1
La píldora y los tratamientos hormonales – 2
De forma sistemática durante la regla – 1
11 ¿Se le hinchan los tobillos?
No, nunca – 0
Solo en épocas de mucho calor o en largos trayectos en avión, tren o coche – 1
Sí, casi todos los días, pero sólo por la noche – 2
Sí, todos los días desde por la mañana – 3
Si su resultado total es:
Inferior o igual a 11
Se arriesga levemente a padecer una insuficiencia venosa. Siga los consejos de estilo de vida que le presentamos a continuación para conservar el buen estado de salud de las venas.
Entre 12 y 22
Se arriesga a padecer una insuficiencia venosa o esta dolencia ya se ha manifestado en usted mediante algunos síntomas que ponen de relieve la delicadeza de sus venas.
Es hora de actuar de forma activa y personal (deporte y normas de disciplina venosa), así como médica (venotónicos, contención, drenaje linfático, etc.).
Igual o superior a 23
Padece una insuficiencia venosa grave o un riesgo elevado de sufrirla algún día. Debe detener la evolución de la enfermedad mediante un tratamiento médico (esclerosis, cirugía, láser) y consolidar los resultados obtenidos respetando las normas de estilo de vida que le indicaremos más adelante.
¿Cómo se produce la retención de líquidos?
Ahora le invito a realizar un viaje por el interior de las piernas, en lo más profundo de los vasos.
He intentado que esta demostración sea lo menos complicada posible. No obstante, si no desea conocer todos y cada