recuerdo muy bien, para ser honesta", dijo. "Yo estaba en clase y empecé a sentirme muy enferma. Me dolía la cabeza, y la luz me hacía doler los ojos, y me sentía muy adolorida … recuerdo que tenía mucho frío cuando llegué a casa … Pero aparte de eso, lo demás está muy borroso.”
"¿Tienes algún recuerdo de ayer, de todo lo que pasó después de que te enfermaste?”, le preguntó.
"Le estaba diciendo a mis padres, que no recuerdo nada. Lo siento. Dijeron que era como una sonámbula o algo así. Pero yo no recuerdo nada. De todos modos, quisiera volver a clase.”
El médico sonrió.
"Eres una joven fuerte y valiente, Scarlet. Admiro tu ética de trabajo. Me gustaría que todos los adolescentes fueran como tú", dijo con un guiño. "Si no te importa, me gustaría hablar con tus padres. Y sí, no veo ninguna razón por la que no puedas regresar a la escuela. Voy a hablar con las enfermeras y vamos a comenzar los trámites para darte el alta.”
"¡Sí!", Scarlet dijo, apretando su puño por emoción mientras se sentaba con los ojos brillantes.
El médico se volvió hacia Caitlin y Caleb.
"¿Puedo hablar con ustedes en privado?"
CAPÍTULO CINCO
Caitlin y Caleb siguieron al médico por el pasillo hasta su amplia oficina, iluminada por el sol de la mañana que entraba por las ventanas.
"Por favor, tomen asiento", dijo en su voz firme pero tranquilizadora mientras les señalabs las dos sillas frente a su escritorio, luego cerró la puerta detrás de ellos.
Caitlin y Caleb se sentaron y, con el archivo en su mano, el doctor tomó asiento detrás de su escritorio. Se ajustó las gafas sobre el puente de la nariz para leer las notas, y luego se las quitó, cerró la carpeta, y la puso a un lado de su escritorio. Cruzó los brazos sobre su estómago, inclinándose un poco hacia atrás en su silla mientras examinaba a Caitlinn y Caleb. Caitlin se sintió tranquila en su presencia, y sintió que sabía lo que estaba haciendo. También, le gustaba lo amable que había sido con Scarlet.
"Su hija está bien", comenzó. "Ella está absolutamente normal. Sus signos vitales son normales, y han estado así desde que llegó; no muestra signos de haber tenido convulsiones o ataques o algún trastorno epiléptico. Tampoco muestra signos de problemas neurológicos. Dado que la encontraron desnuda, también comprobamos si hubo actividad sexual y no fue así. Le realizamos una serie de pruebas de sangre, todos regresaron negativas. Pueden estar tranquilos de que no hay nada malo con su hija.”
Caleb suspiró aliviada.
"Gracias, doctor", dijo. "Usted no sabe lo que eso significa para nosotros escuchar eso."
Pero por dentro, Caitlin todavía estaba temblando. Todavía no se sentía totalmente en paz. Si el médico le hubiera dicho que Scarlet sí tenía un problema médico, paradójicamente, se habría sentido mucho mejor, más en paz: por lo menos así sabría exactamente lo que estaba mal con ella, y podría descontar cualquier posibilidad de vampirismo.
Pero al saber de que no había nada médicamente mal con Scarlet, Caitlin se sintió aun más atemorizada.
“¿Y cómo puede explicar lo que pasó?" Caitlin le preguntó, con voz temblorosa.
El médico se volvió y la miró.
"Por favor, dígame: ¿qué fue exactamente lo que pasó?", le preguntó. "Sólo sé lo que dice el reporte: que ayer tuvo fiebre, la enviaron a casa de la escuela, salió corriendo de la casa, y esta mañana la encontró en el jardín de su casa. ¿Es así?"
"Hay más", Caitlin espetó, estaba decidida a que la escucharan. "Ella no sólo corrió de la casa. Ella … “ Caitlin hizo una pausa, tratando de encontrar la manera de expresarlo. "Ella … se transformó. Su fuerza -es difícil de explicar. Mi marido intentó detenerla, y ella lo lanzó por el cuarto. Ella me lanzó por el cuarto también. Y su velocidad era increíble: corrimos tras ella y no pudimos atraparla. No fue ‘que corrió de la casa.' Algo le pasó. Algo físico.”
El médico suspiró.
"Me doy cuenta que esto debe haber sido muy aterrador parausted", dijo, "como lo sería para cualquier otro padre. Pero, de nuevo, le aseguro que no hay nada malo en ella. De vez en cuando nos encontramos con episodios como éste, sobre todo entre los adolescentes. De hecho, hay un viejo diagnóstico para ella: el síndrome de conversión. También es conocido como "histeria". Puede abrumar al paciente quien puede experimentar un aumento de su fuerza, y llegar a hacer cosas fuera de lo normal. El estado puede durar varias horas, después de lo cual a menudo regresan a la normalidad. Es especialmente frecuente entre las adolescentes. Se desconoce la causa exacta aunque, en general, es provocada por un factor de estrés. ¿Scarlet estuvo bajo tensión en los días previos al evento? ¿Hubo algo diferente? ¿Nada en absoluto?"
Caitlin sacudió lentamente la cabeza, no aceptaba aun su explicación.
"Todo era perfecto en su vida. La noche anterior fue su decimosexto cumpleaños. Ella nos presentó a su nuevo novio. Estaba muy feliz. No estaba bajo ningún tipo de estrés.”
El médico le devolvió la sonrisa.
"Es decir, no notó que estuviera estresada, o ella no se lo dijo. Pero creo que usted misma respondió su pregunta: dijo que Scarlet les presentó a su nuevo novio. ¿No cree que podría ser estresante en los ojos de un adolescente? ¿la aprobación de los padres? Eso ciertamente podría haberle creado estrés que podría estar cargando. Por no hablar, que cumplió 16 años. La escuela secundaria, la presión social, los exámenes, los próximos SATs .... Hay un sinfín de posibles factores de estrés allí. A veces no siempre sabemos lo que puede dispararlo. Scarlet ni siquiera puede saberlo. Pero lo importante es que no tienen nada de qué preocuparse.”
"Doctor," Caitlin continuó, con mayor firmeza, "no fue solo un ataque de histeria, o como sea que lo llame. Como le estaba diciendo, algo pasó en esa habitación. Algo sobrenatural … "
Con los ojos muy abiertos, el médico la miró con dureza por un largo tiempo.
Caleb la interrumpió mientras se inclinaba hacia adelante.
"Lo siento, doctor, mi esposa ha estado bajo mucho estrés últimamente, como podrá entender."
"No estoy bajo estrés", Caitlin espetó, sonando demasiado estresada y contradiciendo sus propias palabras. "Yo sé lo que vi. Doctor, necesito que ayude a mi hija. Ella no es normal. Algo le pasó. Ella está cambiando. Por favor. Tiene que haber algo que pueda hacer. Algún lugar donde podamos llevarla.”
Atónito, el médico miró a Caitlin durante al menos diez segundos. Un silencio espeso flotaba en el aire.
"Señora. Paine ", comenzó lentamente," con todo respeto, yo trabajo en la profesión médica. Y médicamente, no hay absolutamente nada malo con su hija. De hecho, recomiendo que vuelva a la escuela hoy, y se olvide de todo este incidente tan pronto como pueda. Y en cuanto a sus ideas de … … no quiero sonar condescendiente, pero puedo preguntarle: ¿está viendo a alguien?”
Caitlin lo miró fijamente, tratando de entender lo que le estaba diciendo.
”¿Está usted actualmente en terapia, señora Paine?"
Caitlin se sonrojó, al darse cuenta de lo que estaba diciendo. Él creía que estaba loca.
"No", ella respondió rotundamente.
Él asintió lentamente.
"Bueno, sé que ahora estamos hablando de su hija, no de usted. Pero cuando las cosas se calmen, si me lo permite, le sugiero que hable con alguien. Puede ayudarla.”
Él tomo un bloc de notas, y comenzó a garabatear.
"Le voy a dar el nombre de un psiquiatra de primera categoría. Dr. Halsted, un colega mío. Por favor, llámelo. Todos pasamos por momentos de estrés en la vida. Él puede ayudarla.”
Entonces, el médico se puso de pie, extendiendo el papel a Caitlin. Ella y Caleb se pusieron de pie también, pero mientras miraba el papel, ella no podía hacerse a la