público y privado de investigación: constituye una suerte de quinto poder que aún está a la espera de ser objeto de examen en la esfera pública. A cambio, la sociedad ordenada puede reconocer el sistema de expertos porque ella misma se ha ofrecido como garante de que es el mejor sistema que es capaz de articular. El sistema de legitimación de autoridades epistémicas, es pues, parte de un sistema general de asunción de responsabilidades que, al final, nos lleva a los estratos más profundos de la génesis de un contrato social como mecanismo legitimador.
________NOTAS________
1 Walter Benjamin, "Teorías del fascismo alemán", en W. Benjamin, Para una crítica de la violencia. Iluminaciones iv, Madrid, Taurus, 1991. [Regreso]
2 Castells, La sociedad de la información, Madrid, Alianza, 1993. [Regreso]
3 Salomon, Saber y poder, Madrid, Siglo xxi, 1972: 43. [Regreso]
4 Bernal, 2 vols., Barcelona, Ayuso, 1975 [original de 1949, Londres, Routledge & Kegan Paul]. [Regreso]
5 Bernal, 2ª ed., Cambridge, Ma., mit Press, 1967. [Regreso]
6 Sorprende a nuestros ojos la candidez con la que Bernal, Needham y muchos otros universitarios ingleses creyeron el discurso oficial soviético, a pesar de las noticias que ya comenzaban a llegar sobre las purgas y la dictadura estalinista. No es fácil juzgar ahora la buena o mala fe en momentos de una activísima propaganda ideológica desde los dos lados. Como ocurrió en el caso del holocausto nazi, las verdaderas dimensiones de la tragedia en Rusia tardaron aún muchos años en conocerse y en el caso soviético, aún más en aceptarse. Martin Amis ha reflexionado recientemente sobre esta generación, a la que perteneció su padre, Klinsey Amis, primero comunista, después anticomunista, y, particularmente, sobre la ceguera ideológica en la dictadura del estalinismo en Koba el terrible. La risa y los veinte millones, Barcelona, Anagrama, 2003. Sin embargo la obra de Bernal sobrevive con una dignidad y frescura increíbles a los posibles sesgos de apreciación sobre el sistema de investigación soviético (y sobre el sistema soviético en general). El origen democrático de sus posiciones es incontestable y su socialismo muchísimo más interesante y moderno que el que él admiraba en Rusia. [Regreso]
7 Bernal, op. cit., 1967: XIII. [Regreso]
8 Platón apud Bernal, ibid.: 4. [Regreso]
9 Ibid., 7. [Regreso]
10 Idem. [Regreso]
11 Editorial del editor Edward Shils, Minerva, I, 1, 1962: 9. [Regreso]
12 Ibid.: 10. [Regreso]
13 Quien, dicho sea de paso, tenía razones sobradas para oponerse a la ideologización de la ciencia. Había sido, como todos sabemos, una de las víctimas del macartismo por su oposición a la construcción de la bomba de hidrógeno, y, aunque no llegó a ser acusado de traición, se le prohibió acceder a los institutos militares y tuvo que dejar su puesto de asesor científico. [Regreso]
14 Polanyi, en ibid.: 54-73. [Regreso]
15 Polanyi, en Personal Knowledge. Towards a Post-Critical Philosophy, Nueva York, Harper Torchbooks, 1964, caps: 4-7. [Regreso]
16 Polanyi, 1962, op. cit.: 54. [Regreso]
17 Polanyi, ibid.: 61. [Regreso]
18 Idem. [Regreso]
19 Ibid.: 68. [Regreso]
20 Polanyi, 1964, op. cit.: 219. [Regreso]
21 Polanyi, ibid.: 222. [Regreso]
22 Karin Knorr-Cetina, en Epistemic Cultures, Cambridge, Ma., mit Press, 2002. [Regreso]
23 Fuller, Thomas S. Kuhn: A Philosophical History of Our Times, Chicago, University of Chicago Press, 2000. [Regreso]
24 Feyerabend, Science in a Free Society, Londres, New Left Books, 1978 y Adiós a la Razón, Madrid, Tecnos, 1987. [Regreso]
25 Feyerabend, 1987, op. cit.: 20. [Regreso]
26 Ibid.: 21. [Regreso]
27 Ibid.: 22. [Regreso]
28 Ibid.: 59. [Regreso]
29 Ibid.: 63. [Regreso]
30 Ibid.: 83. [Regreso]
31 Ibid.: 100. [Regreso]
32 Ibid.: 119. [Regreso]
33 Broncano, "¿Es la ciencia un bien público?", en Claves de Razón Práctica, núm. 115, 2000: 22-28. [Regreso]
34 Snow, Science and Government, Cambridge, Harvard University Press, 1960. [Regreso]
35 Rawls, "Kantian Constructivism in Moral Theory", en Collected Papers, 1980: 305. [Regreso]