De acuerdo con la información lograda en la Cámara de Comercio de Bogotá a diciembre de 2015, de estas 21 empresas registradas, a la fecha sola- mente 14 reportan como estado actual “Activa”, como se ilustra en la Figura 6.
I Figura 6. Empresas Inactivas - Activas creadas por graduados DIUPTC. Fuente: Autor
A la fecha, en esta escuela de Diseño Industrial se conocen igualmente cinco casos de empresas informales, en una realidad en la que, dicho sea de paso, según el análisis de Confecámaras publicado por Rojas (2015), “en Co- lombia por cada empresa formal hay una informal”. A ese respecto, según el Banco Mundial citado por la Revista Dinero (2004), el tamaño de la econo- mía informal colombiana podría acercarse al 39% del producto interno bruto, uno de los porcentajes más altos entre las economías de América Latina, solo comparable con Brasil (40%) y Perú (60%).
La Encuesta a graduados (2015) de la Escuela de Diseño Industrial de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, registra el seguimiento a la situación de 54 de los 491 graduados a la fecha. Con respecto a su contri- bución particular a la generación de empresa, el 13% la considera excelente, el 42% buena, el 24% aceptable, el 14% insuficiente y el 6% deficiente. Con respecto a la contribución de los graduados de su promoción a la generación de empresas, el 10% considera excelente, el 40% buena, el 29% aceptable, el 15% insuficiente y el 5% deficiente.
En Colombia y en otros países, según los emprendedores, una barrera que dificulta el crecimiento de sus empresas es el acceso a la financiación (Zuleta, 2016). No obstante, para Isabella Muñoz, presidente de ColCapital “lo importante no es la plata, es crear un negocio que sea estructurado” (Vesga et al, 2017, p. 77 ). El informe de iNNpulsa Colombia -entidad adscrita al Minis- terio de Comercio, Industria y Turismo- y la Universidad Nacional, sede Me- dellín (2017), referido a la caracterización de los diferentes actores y activos del ecosistema de emprendimiento e innovación en las 32 ciudades capitales y 10 municipios de las áreas metropolitanas de Medellín, Cali y Bucaramanga, reveló que la mayor proporción de los emprendedores está entre los 25 y 35 años (49,37% de los consultados), seguidos en un 28,79% por personas entre los 35 y los 45 años. Se estableció que los hombres (69,4%) tienen una mayor participación en el entorno emprendedor. El 84,4% de los indagados tiene nivel de formación universitaria y el 76,3% domina un segundo idioma, en su mayoría el inglés. El 53,35% de los emprendedores innova en servicios y el 24,4% en productos. De los emprendedores que participaron en el estudio, el 45,44% manifiesta haber formalizado su empresa en un tiempo no mayor a un año, mientras que solo el 6,57% de los encuestados no ha formalizado aún su negocio. Uno de los aspectos más relevantes del informe es que los em- prendimientos con menos de cinco años de operaciones han generado 7.933 empleos directos en el país.
..4 El proyecto de diseño industrial
Proyecto
El Project Management Institute (2014) define proyecto como “una acti- vidad grupal temporal para producir un producto, servicio, o resultado, que es único”, se refiere a lo temporal, puesto que asume que tiene un comienzo y un final definidos, se refiere a único, puesto que alude a la especificidad que implica su proceso en función de un logro igualmente específico. Baca (2013), por su parte, define proyecto como “la búsqueda de una solución inteligente al planteamiento de un problema tendiente a resolver, entre muchas, necesi- dades humanas” (p. 2).
Diseño Industrial
El Ministerio de Educación Nacional de Colombia (Resolución 3463 de 2003), define el diseño como “la configuración morfológica y estructuración de las características de comunicación y uso de objetivos destinados a la pro- ducción, considerando las interacciones con los usuarios y sus contextos” (p. 1). Bürdek (1999), define el diseño como se registra a continuación:
Una disciplina, un conjunto de prácticas y discursos específicos identifi- cados por un corpus sistematizado de conocimientos, que adopta técnicas derivadas de la teoría científica para asumir procesos proyectuales de forma racional a través del pensamiento lógico y sistemático, teniendo un control de todas las variables (aspectos de uso, formales, simbólicos, especificaciones y restricciones de procesos, materiales, medioambienta- les, etc.) (p. 118).
Simón (2009) por su parte, plantea que “diseñar es una actividad crea- dora cuyo objetivo es determinar las cualidades formales de los objetos que producirá la industria”, y define al diseño industrial como “una actividad pro- fesional creativa, orientada al mejoramiento de lo que existe o a la creación de lo aún no existente en la industria y el comercio” (p. 91). Además se refiere al diseño industrial como la actividad de proyectar objetos en cuyo contexto contempla paradigmas determinantes tales como el socioeconómico referido a las necesidades y deseos humanos, los mismos que afectan los mercados y las economías; el paradigma científico-técnico referido al aporte de la inves- tigación en el proceso de diseño, en función de los niveles tecnológico y de
innovación de los productos y el paradigma semiótico-morfológico referido a lo que comunica un objeto a partir del lenguaje de su configuración.
Rodríguez (2000) define el diseño industrial así:
Una disciplina proyectual, tecnológica y creativa, que se ocupa tanto de la proyección de productos aislados o sistemas de productos, como del estudio de las interacciones inmediatas que tienen los mismos con el hombre y con su modo particular de producción y distribución; todo ello con la finalidad de colaborar en la optimización de los recursos de una empresa, en función de sus procesos de fabricación y comercialización (entendiéndose por empresa cualquier asociación con fines productivos).
Se trata, pues, de proyectar productos o sistemas de productos que tengan una interacción directa con el usuario (pudiendo ser bienes de consumo, de capital o de uso público) (p. 13).
El proyecto de Diseño Industrial
El proyecto de diseño industrial, a partir de lo anterior, puede ser enten- dido como la producción de objetos que satisfacen necesidades de los seres humanos, implicando igualmente los métodos para concebir dichos objetos. Para Ricard (2008) la responsabilidad del diseñador como planificador de productos es “…coordinar las exigencias de la técnica, de la fabricación, de la distribución y especialmente las del uso por el hombre… el diseñador es el arquitecto del objeto” (p. 21). Para él, el proceso creativo cumple etapas tales como la definición del grupo objetivo del proyecto, la identificación de sus características (briefing), la definición del concepto de producto, la ideación de la solución, y el desarrollo del diseño propiamente. Señala que cuando el producto es un objeto de baja complejidad técnica, el diseñador puede resol- ver todo el proceso creativo, mientras que cuando se trata de productos mas complejos el proceso creativo implica un equipo multidisciplinar. En dicho equipo, agrega, el rol del diseñador estará siempre orientado a “optimizar todo lo que facilita el uso” (p. 23).
1.2 Implicaciones teóricas y conceptuales de las preguntas del estudio
Abreu (2012) plantea que las preguntas de investigación proporcionan un marco para la ejecución del estudio, lo cual permite mantener al investigador centrado durante su desarrollo. Las preguntas de investigación delimitan el estudio en tanto dan lugar al tipo de datos que son finalmente recogidos,
estas son declaraciones en forma interrogativa que reflejan “una extensión de la declaración del propósito del estudio en el que se especifica exactamente la pregunta que el investigador buscará responder” (Johnson y Christensen, 2004, p. 77). Además sirven como señales para el lector, anticipando los deta- lles relevantes y específicos de la investigación (Onwuegbuzie, 2006).
Desde esta perspectiva, la Figura 7 relaciona las temática derivadas de las preguntas del estudio, formuladas anteriormente.