Sherry A. Weddell

Forming Intentional Disciples


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que actúan motivadas por cuestiones y preocupaciones completamente diferentes a las nuestras. He conocido a muchos católicos inteligentes que con frecuencia se refieren al culto evangélico como “puro entretenimiento” y que no comprenden lo que ha motivado a millones de sus hermanos y hermanas que antes formaban parte de la Iglesia Católica a aceptar ese estilo de culto.

      Recientemente trabajé con un grupo de párrocos y líderes pastorales durante un taller diocesano de evangelización. Yo les hacía esta pregunta: “¿Cuál es la razón por la que los católicos dejan nuestra Iglesia?”. Recibí una gran cantidad de respuestas que me parecieron familiares: algunas personas no estaban de acuerdo con algunas enseñanzas de la Iglesia, dejaron de creer, buscaban un sentido de comunidad, tenían el deseo de recibir “alimento”, etc. Luego, una mujer dijo, “los servicios de las mega-iglesias evangélicas son un espectáculo. Estas personas solamente buscan eso, el espectáculo”, y muchos de los presentes asintieron con la cabeza.

      Así es que le pregunté, “¿Esas son las palabras que utilizan las personas que conoces y que han dejado la Iglesia Católica? ¿Ellas te han dicho que les gusta el espectáculo? Nuestro objetivo es comprender lo que motiva a un católico a dejar la Iglesia, así es que debemos escuchar el lenguaje que utilizan”.

      La mujer me miró confundida, por lo que repetí mi pregunta a todo el grupo: “¿Han escuchado a un antiguo católico decir que decidió unirse a una iglesia evangélica porque le gusta el ‘espectáculo’?”. Poco a poco comenzamos a comprender la verdad. La tesis del “espectáculo” refleja nuestros juicios sobre lo que asumimos que ha motivado a las personas que dejan la Iglesia Católica para unirse a una comunidad evangélica. Sin embargo, ninguno de nosotros había escuchado a un antiguo católico utilizar ese tipo de lenguaje. Definitivamente ningún antiguo católico que yo he conocido en el mundo evangélico me ha dicho que su motivación para dejar de asistir a Misa fue porque deseaba asistir a una iglesia que le permitiera ser parte de un “espectáculo”. De hecho, hay una gran diferencia entre la razón principal por la que los católicos se unen a la fe evangélica (que normalmente es “nunca conocí a Jesús de manera viva en la Iglesia Católica”) y los juicios infundados que muchos líderes pastorales católicos emiten sobre las razones por las que estas personas abandonan la fe de su infancia.

       “Camino B”: Convertirse en una “ninguna”

      A diferencia de aquellos que se unen a algún grupo protestante, los antiguos católicos que ahora no pertenecen a ninguna afiliación (los que tomaron el Camino B), con mayor frecuencia dicen que simplemente se distanciaron de la Iglesia. Todos conocemos a personas católicas que no aceptan o no creen en todas las enseñanzas de la Iglesia, pero que aun así practican su fe. Sin embargo, para aquellos que dejan la Iglesia para irse a la “Tierra de Ningunas”, la incredulidad se convierte en un motivador poderoso para dejar la cristiandad por completo.

       PERSONA SIN AFILIACIÓN: POR QUÉ DEJÉ EL CATOLICISMO

      (Muchas personas dieron más de una respuesta).

• 71%“Poco a poco me fui distanciando”.
• 65%“Dejé de creer en las enseñanzas de la Iglesia”.
• 27%Escándalo por abusos sexuales
• 3%Separación o divorcio

       PERSONA SIN AFILIACIÓN: POR QUÉ ME CONVERTÍ EN UNA “NINGUNA”

• 42%No creen en Dios/enseñanzas de la Iglesia
• 33%No han encontrado la religión correcta

      La mayoría de las “ningunas”, es decir, aquellos que no tienen una afiliación religiosa, dijeron que dejaron de creer ciertas enseñanzas de la Iglesia, incluyendo las que se refieren al aborto, la homosexualidad, el control de la natalidad, el divorcio y la posibilidad de volver a contraer matrimonio. En contraste, estas razones no fueron las que motivaron a la mayoría de los católicos que se convirtieron al protestantismo (Camino A). Por ejemplo, solamente el 16% de estos dijo que no estaba de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia sobre el control de la natalidad.

      Menos de la tercera parte de los católicos que se convirtieron en “ningunas” dijeron que su fe era muy sólida durante su infancia. Cuando se les preguntó la razón por la que decidieron dejar de estar afiliados con un grupo religioso, 42% respondieron que “simplemente no creen en Dios y en la mayoría de las enseñanzas de la Iglesia”. Sin embargo, una tercera parte de ellos dejó muy claro que su itinerario espiritual no había finalizado y que “no han encontrado la religión correcta”.

      Los problemas de los católicos que se alejan de la Iglesia y permanecen sin afiliación religiosa son problemas que muchos católicos reconocen y que debaten constantemente. Muchos católicos creen firmemente que las enseñanzas de la Iglesia sobre la homosexualidad y el control de la natalidad están relacionadas con el éxodo y que se debe hacer algo al respecto. Lo que es sorprendente es que las razones para dejar el catolicismo del 15% que terminan por convertirse al protestantismo (y que siguen siendo cristianos) son más difíciles de comprender para los católicos.

      Los adultos jóvenes y el cambio de religión

      Desde hace mucho tiempo, el cambio de religión sucede en los primeros años de la edad adulta. Los católicos que se alejan de la Iglesia lo hacen a temprana edad, sobre todo en la actualidad. Casi la mitad de las personas que nacieron en la Iglesia Católica y que se convierten en “ningunas” dejan la fe antes de los 18 años. Casi el 80% de estas personas se alejan antes de los 18 y el 71% lo hacen poco después de cumplir 20 años.

       SE ALEJAN A TEMPRANA EDAD

       Católicos que se convirtieron en personas “sin afiliación”

      • 79% dejaron el catolicismo antes de los 23 años

      — 48% se alejaron antes de los 18 años

      — 71% se convirtieron en personas “sin afiliación”antes de los 23 años

       Católicos que se convirtieron al protestantismo

      • 66% dejaron el catolicismo antes de los 23 años

      — 39% se volvieron protestantes antes de los 23 años

      — 41% se volvieron protestantes antes de los 35 años

      — 60% se volvieron evangélicos

      En contraste, los católicos que se unen al protestantismo lo hacen a un ritmo más lento. Aun así, dos terceras partes de ellos dejan la Iglesia Católica antes de los veintitrés años. Con frecuencia, pasan varios años en una transición espiritual antes de adoptar la fe protestante cerca de los 30 años. Solo el 39% se convierte al protestantismo antes de los 23 años y 41% lo hace antes de los 35 años. La mayoría se une a las iglesias evangélicas. Es posible que los católicos que se convierten al protestantismo lo hagan más lentamente porque la mayoría de ellos se embarcan en una búsqueda espiritual personal.

       Cuando lo que funcionaba en el pasado deja de functionar

      Desde los siglos XVI y XVII, la estrategia que la Iglesia Católica ha utilizado para retener a sus miembros ha sido (a) la catequesis durante la infancia y (b) la iniciación sacramental. Hace cuatrocientos años, la Confraternidad de la Doctrina Cristiana (CCD por sus siglas en inglés) y el sistema de las escuelas católicas eran la respuesta vanguardista para afrontar la crisis de la Reforma Protestante. Dar a cada uno de los niños que eran miembros de la Iglesia un fundamento católico sólido era una visión extraordinaria que nadie había intentado anteriormente. Este esfuerzo estaba influenciado por un optimismo renacentista sobre el poder de la educación. La premisa era que si la identidad religiosa se adquiría y se alimentaba durante la infancia, iba a perdurar para toda la vida. El lema de los jesuitas decía: “Dame un niño de hasta siete años y te devolveré un hombre”.

      Pero la evidencia sugiere que lo que funcionaba en el siglo XVII ya no funciona en el siglo XXI.

      Los