Johannes Biermanski

La Santa Biblia - Tomo I


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      2. ¡La doctrina de la Trinidad! - ¡Esta doctrina destruye la personalidad de Dios y su Hijo Jesús/Yahshua! {

      3. ¡La institución nociva del bautismo!

      4. ¡La modificación del cuarto mandamiento!

      5. ¡La doctrina del Milenio, que hay un reino de 1000 años de paz y prosperidad antes de la segunda venida del SEñor!

      6. ¡La doctrina de la herencia de los santos: durante todo el tiempo, más allá el tiempo y el espacio! Ya en aquel momento existía la doctrina, que algunos han creído, que la gente ascendía al cielo y luego volvía a la tierra.

      7. ¡La doctrina del demonio es el retorno espiritual!

      8. ¡El derecho de tener a seres humanos (esclavos) en cautiverio y "venderlos o comprarlos"!

      9. La reducción del nivel de la devoción hasta en el polvo.

       Declaraciones de M. E. Cornell

      “Los protestantes y los católicos se asemejan tanto en su manera de ver las cosas, que es fácil imaginarse cómo pintan estos a la bestia. La mayor parte de los protestantes creen, como los católicos, en la trinidad, la inmortalidad del alma, la consciencia de los muertos, las recompensas o los castigos tras la muerte, el tormento eterno de los malvados, la beatitud en el cielo de los piadosos, el rociado del agua bendita durante el bautizo, así como en el domingo pagano en lugar del Sábado/Sabbath. Todo ello contradice el espíritu y las letras impresas en el Nuevo Testamento. Evidentemente existe un enorme parentesco entre la “madre” y la “hija”.

      ('Facts for the times', 1858, pág. 76)

      Editor: Curiosamente se da uno cuenta de que muchas personas que han reconocido la doctrina como un error, siguen ateniéndose a la doctrina humanista del concilio de 325. En este primer sínodo ecuménico del káiser Constantino en Nicea se declaró a Cristo como mesías de Dios. La causa subyacente de dicha resolución fue la creación de un credo ecuménico que pudieron sancionar todos los obispos. Atanasio enseñaba que el mesías no era solo el hijo de Dios, sino que él mismo era Dios, un ente sin origen, de la misma manera que su padre lo era. Arius, el más anciano de la feligresía, protestó encarecidamente contra estas nuevas enseñanzas contrarias a lo dicho en la Biblia, pues él estaba convencido que el Padre ya tenía un hijo antes de la mismísima creación, hijo que creó cuanto existe en calidad de “maestro de obras” de su padre. [véase también Cartas a los Hebreos 1:1, 2, 5; 5:5; Hechos 13:33; Salmo 2:27]

       Declaraciones de G. I. Butler

      “Dios vive en nosotros como un espíritu santo que nos consuela y reconforta, como aquel que nos dice lo que hay que hacer, de hecho es quien principalmente lo hace. Si vamos a él, tendremos en cierto modo parte de Dios, pues es de él de quien emana el espíritu. Él brota del Padre y del Hijo. No se trata de ninguna persona de carne y hueso que camina o vuela como si fuera un ente real como lo son el Padre y el Hijo. Y si lo fuera, estaría mucho más allá de mi capacidad de comprensión cuanto su lengua o sus palabras pudieran decir.”

      (Extraído de una carta a J. H. Kellogg, 5 de abril de 1904)

       Declaraciones de A. J. Dennis

      “Conceptos contradictorios con los que se justifica el credo de la Trinidad: En la unidad de ese todo existen tres personas iguales en sustancia, poder y eternidad; el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo. Hay mucho de misterioso en lo que se refiere a la palabra de Dios, pero si de una cosa podemos estar seguros, es que el Señor nunca nos llamará a creer en aquello que es imposible. Por el contrario eso es algo que los credos hacen a menudo.”

      ('The Signs of the Times', 22 de mayo de 1879)

      En una de las cartas a los Corintios está escrito que el Padre está sobre todas las cosas y que al final el hijo de Dios será subordinado a su padre:

      “En seguida vendrá el fin, cuando de Mesías entregue el Reino a YAHWEH, el Padre, después de haber aniquilado todo Principado, Dominio y Poder. Porque es necesario que el Mesías reine hasta que ponga a todos los enemigos debajo de sus pies. El último enemigo que será vencido es la muerte, ya que Dios todo lo sometió bajo sus pies. Pero cuando él diga: “Todo está sometido”, será evidentemente a excepción de aquel que le ha sometido todas las cosas. Y cuando el universo entero le sea sometido, el mismo Hijo se someterá también a aquel que le sometió todas las cosas, a fin de que Dios sea todo en todos.”

      (1 Corintios 15:24a, 27, 28)

      Desde hará más de cien años es sabido por todos que la llamada “Comma Joanneum / Coma Joánica” de Juan 5,7-8 fue añadida en alguna de las muchas traducciones de la Biblia. Dichos cambios de la palabra de Dios debieron ocurrir como muy tarde en los siglos cuarto y quinto después de Cristo. ¿Cómo pudieron acabar algunos ritos adquiridos, como la “Coma Joanneum / Coma Joánica” y otros textos acerca de la Trinidad, en las transcripciones de las sagradas escrituras?

      En las transcripciones anteriores se escribían anotaciones en los márgenes. Transcripciones posteriores introdujeron algunas apostillas en los textos bíblicos. Además, tanto traductores como imprentas introdujeron en las transcripciones sus propias opiniones, marcadas en la mayor parte de los casos por las tradiciones religiosas pasadas de padres a hijos. Solo unos pocos ricos podían hacerse con una transcripción de las sagradas escrituras. Para el populacho la palabra de Dios era algo inalcanzable, bien guardado tras los muros de conventos y monasterios. Sólo y ya en nuestros días se ha llegado a saber lo que realmente ocurrió entonces. La llamada “Comma Joanneum / Coma Joánica” de 1Juan 5:7-8 fue insertada secretamente en los textos bíblicos. Este texto fue intercalado en 1Juan 5:7-8 “en el cielo; el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo. Y tres son en la tierra:” no aparece en ninguno de los manuscritos griegos del siglo XI después de Cristo.

      En el año 1920 Ludwig Albrecht publicó su traducción del Nuevo Testamento. En él podemos leer con respecto a 1Juan 5:7 y 8 la siguiente indicación:

      “Estas palabras no se encuentran en ninguno de los antiguos padres de la Iglesia que mantuvieron la doctrina de la Trinidad entre los siglos tercero y quinto. Tampoco están en ningún manuscrito griego anterior al siglo XV. Esas palabras aparecieron por primera vez unos cuatrocientos años tras la muerte de Cristo, concretamente en la iglesia occidental. Esta es quien introdujo las palabras durante la edad media en la Vulgata en latín, y de ahí, también en los textos griegos. Las palabras no encajan con ninguna de las antiguas traducciones, ni siquiera con los manuscritos de la Vulgata anteriores al siglo X.

      “Erasmus mantuvo sus promesas e introdujo la pieza de [1Juan 5:7-8] en su tercera edición (1522). Sin embargo expresó en una amplia nota a pie de página sus sospechas acerca de que el manuscrito [el manuscrito griego encontrado con ese añadido] hubiera sido deliberadamente hecho para desacreditarlo. Entre los cientos de manuscritos griegos que han sido examinados desde los días de Erasmus, solo hay tres que contengan esta pieza incorrecta. La cita más antigua conocida a la “Coma” está en un tratado que se remonta al siglo IV, atribuible este a Prisciliano, o a su discípulo, que luego llegaría a ser el Obispo Instantius de España. Probablemente la “Coma” tiene sus orígenes en parte de una interpretación alegórica de los “tres testigos”, habitual en la versión latina de la Biblia hasta el siglo X.”

      (Cita de: 'El textop del Nuevo Testamento / Introducción a la Crítica Neotestamental'; III El tiempo anterior a la crítica: Textus Receptus – B. M. Metzer, 1996)

      Lo más increíble es que ese polémico texto volvió a aparecer en la edición revisada de la valorada “Schlachter 2000”. Por lo menos se refieren en el anexo de la página 1354 de la “versión 2000 de Schlachter” de “1Juan 5:7-8” a (la así llamada “Comma Joanneum / Coma Joánica”): (7) Pues tres son los que están en el cielo: El Padre, el Verbo y el Espíritu santo, y esos tres son en verdad