de habilidades técnicas y competencias necesarias para el cuidado de la salud (5). Jeffries define la simulación clínica como “una actividad que imita la realidad de un entorno clínico y que está diseñada para demostrar procedimientos, toma de decisiones y el pensamiento crítico a través de técnicas como juego de roles y el uso de videos interactivos o maniquíes” (6). Por su parte, Amado et al. la definen como una estrategia didáctica útil, que sitúa a los estudiantes en contextos que reproducen la realidad asistencial. Consideran, además, que es un método de aprendizaje que utiliza situaciones reales en las que se desarrollan competencias transversales, más allá de las propias de la disciplina (7).
Tipos de simuladores
Según Velasco (8), Clede (9) y Durán (10) existen diferentes tipos de simuladores clínicos:
1. Entrenadores de tarea y de baja tecnología (part task trainers): son modelos diseñados para replicar solo una parte del cuerpo y del entorno, por lo que solo permiten el desarrollo de habilidades psicomotoras básicas. Por ejemplo, el miembro superior para punción venosa, administración de fármacos o toma de gases arteriales, el tronco y la vía aérea superior para intubación traqueal, o vías urinarias para cateterismo vesical, entre otras (8,9,10).
2. Cuerpo completo o maniquíes: usualmente de tamaño real, manejados por computador, simulan aspectos anatómicos y fisiológicos, lo que permite desarrollar competencias en el manejo de situaciones clínicas complejas y para el trabajo en equipo (9).
Los simuladores de cuerpo completo son considerados de alta fidelidad o de tareas complejas, e incluyen modelos y dispositivos electrónicos, computacionales y mecánicos de alta fidelidad visual, auditiva y táctil para lograr una representación tridimensional de un espacio anatómico. Están creados como complemento entre robótica y software especializado que permite imitar ruidos reales, partos o similares dentro de casos clínicos específicos. Con frecuencia se combinan con entrenadores por partes (part task trainers), lo que permite la interacción física y la tecnología para entrenarse en tareas complejas, desarrollar habilidades manuales y de orientación tridimensional, adquirir conocimientos teóricos y mejorar la toma de decisiones. Han sido ampliamente utilizados en cirugía laparoscópica y procedimientos endoscópicos (8,9,10). Dentro de este tipo se encuentran los simuladores para procedimientos básicos de cuidado de pacientes, los cuales no contienen circuitos electrónicos ni se apoyan con software especializados, pero reproducen el tamaño de una persona real y permiten el desarrollo de habilidades técnicas.
3. Simulación con personas, en los que se encuentran los siguientes simuladores:
- Pacientes simulados: son personas que no tienen una enfermedad, sino que la simulan o actúan para fines docentes, son capacitadas para aportar a la docencia o evaluación desde el rol de paciente. Deben representar una determinada patología y sus diversos síntomas asociados con veracidad, consistencia y coherencia a fin de constituirse en una herramienta válida de utilizar tanto en docencia como en evaluación a nivel de pre y posgrado de la formación de los profesionales de salud (11).
- Pacientes estandarizados: son personas que han tenido una condición de salud y son conocedores de esta, por lo que son capaces de simularla en medio del ambiente de aprendizaje para que los estudiantes puedan hacer preguntas e identificar diagnósticos. Estos pacientes firman un consentimiento previo de confidencialidad teniendo en cuenta las consideraciones éticas que la situación exija (10).
Según Moore, en la literatura anglosajona el concepto de paciente estandarizado se emplea como término genérico para referirse tanto al paciente simulado como al estandarizado (11).
En estos dos tipos de pacientes, simulados y estandarizados, se practica la comunicación, la entrevista, el examen físico, la relación profesionalpaciente y el trato con el paciente y sus familiares. En Estados Unidos y Canadá se reconocen estos términos indistintamente; sin embargo, otros países se refieren en mayor medida a paciente simulado (12).
- Persona confederada: hace referencia a una persona diferente al paciente, que aporta características realistas al escenario; por ejemplo, paramédico, secretaria, técnico en salud o miembro de la familia, entre otros (12).
Tipos de simulación
Los tipos de simulación se clasifican a partir del grado de fidelidad o realismo con el que esta se desarrolla. La fidelidad contempla factores físicos (medio ambiente, equipos y herramientas), psicológicos (emociones, creencias y actitudes), sociales (motivación y objetivos) y culturales (apertura, confianza y modo de pensar) (8). El grado de fidelidad se clasifica en baja, mediana y alta.
1. Simulación de baja fidelidad: usa modelos que simulan solo una parte del cuerpo humano, generalmente para adquirir habilidades motrices básicas en un procedimiento simple, que puede ser invasivo o no, o en un examen físico; por ejemplo, la instalación de una vía venosa periférica, la exploración ginecológica o la auscultación cardiaca básica (4,7).
2. Simulación de mediana fidelidad: combina el uso de una parte anatómica con programas de computador de menor complejidad que permiten al instructor manejar variables fisiológicas básicas con el objetivo de lograr el desarrollo de una competencia. Por ejemplo, dispositivos para el entrenamiento de reanimación cardiopulmonar (9).
3. Simulación de alta fidelidad: según el Healthcare Simulation Dictionary, publicado por la Society Simulation in Healthcare (SSH), los escenarios de simulación de alta fidelidad son aquellos que reproducen una situación real con alto nivel de realismo y generan alto nivel de interactividad con el estudiante o los participantes de la simulación (12). Hacen parte de esta los escenarios que permiten integrar múltiples variables fisiológicas manejadas mediante computadores que utilizan tecnología avanzada en hardware y software para la creación de escenarios clínicos realistas con maniquíes de tamaño real (13). El objetivo es el entrenamiento en competencias técnicas avanzadas y en el manejo de crisis; por ejemplo, prácticas de situaciones clínicas complejas como la atención de un parto eutócico o complicado, intubación endotraqueal, reanimación cardiopulmonar en niños y adultos, reconocimiento de enfermedades cardiacas y atención de emergencias en una terapia intensiva (4,7).