Agri.
Simultáneamente a su participación en las distintas formaciones del trío recordado en los párrafos anteriores, en 1973, acompañó con orquesta bajo su dirección al cantor sanjuanino Alberto Podestá, para la grabación de un disco long play con el título de Los éxitos de Alberto Podestá fue editado por el sello Music Hall.
Se incluyeron en él catorce temas, con arreglos de Federico en ocho de ellos y de Osvaldo Berlingieri en los seis restantes. Entre otros, formaron parte del álbum los tangos Tu amor ha de llegar, tema perteneciente al mismo Podestá en colaboración con el bandoneonista Roberto Vallejos; Lo que me hablaron de vos, con música de Leopoldo y letra de Raúl Gramajo, y Junto a tu corazón, un tango de Héctor Stamponi, Enrique Mario Francini y José María Contursi del que Podestá ha hecho una auténtica creación, además de los valses Acordándome de vos, compuesto por Aníbal Troilo con letra de Enrique Dizeo que Pichuco no grabó, y Bajo un cielo de estrellas.
También en 1973, con esa misma formación musical tuvo a su cargo la dirección orquestal y los arreglos del acompañamiento al cantor Héctor Mauré en la grabación de ocho temas que fueron editados en un long play del sello Music Hall, entre los que se incluyeron Será una noche, De igual a igual, Tengo miedo, Tormento, El vino triste y Cosas olvidadas.
Al año siguiente, nuevamente acompañó a Mauré en el doble rol de director y arreglador, en la grabación de otro disco larga duración para el mismo sello, el que fue editado bajo el título de Héctor Mauré le canta a Buenos Aires.
En este caso, fueron doce los temas incluidos en el disco y las tareas de grabación se realizaron entre el 20 de noviembre y el 18 de diciembre de 1974, siendo éstas, por otra parte, las últimas grabaciones de Mauré, quien falleciera repentinamente en el mes de mayo del año siguiente.
En 1975, Federico fue uno de los catorce solistas invitados para participar en la producción de Ben Molar titulada Los 14 de Julio de Caro, en la que cada uno de ellos participaba en tal carácter en uno de los temas, mientras que al año siguiente realizó su primera gira a Japón al frente de su orquesta.
Ya en 1983, brindó el marco musical de su orquesta a Edmundo Rivero, trabajo que recién fue editado en 1995 por el sello Polydor, quien lo difundió bajo el título de El último payador. Entre los temas incluidos en el mismo estuvieron Yira Yira, Cambalache, Amigos que yo quiero, A media luz, La última curda, Silencio y Yo tengo fe, tema perteneciente al propio Rivero con letra de Mario Batistella.
En los años 1987 y 1988, ejerció la dirección y realizó los arreglos musicales de un cuarteto que completaban nuevamente el pianista Oscar Britos, el contrabajista Fernando Cabarcos —hijo de aquel que participara en su trío de los setenta—, y el violinista Fernando Suárez Paz. El conjunto se formó con la finalidad de acompañar al cantor Carlos Barral en la grabación de doce temas, editados en un disco compacto titulado Aristocracia de arrabal recién en el mes de junio de 2003. Su segundo viaje a Japón se concretó en diciembre de 1999. Las actuaciones en vivo realizadas en esta oportunidad fueron recopiladas en un magnífico cd titulado De antología.
Acompañaron a Leopoldo, director y primer bandoneón del conjunto, el pianista Nicolás Ledesma; los violinistas Damián Bolotín — quien realizó los solos—, Briggita Danao, Mauricio Svidovsky y José Mancuso; los bandoneonistas Antonio Príncipe y Héctor Lettera; el cellista Diego Sánchez; el contrabajista Horacio Cabarcos —hijo de su viejo compañero en el trío de los setenta—, y el cantante Carlos Gari.
Entre septiembre y diciembre del año 2000, participó como bandoneón solista de la orquesta que bajo la dirección y arreglos de Osvaldo Requena grabó doce temas pertenecientes a ambos músicos, que fueran editados en un compacto significativamente identificado como Coincidencias, título de una de esas doce composiciones, la mayoría de las cuales, dedicada a otros músicos del tango e inclusive, a personalidades de otros ámbitos, como por ejemplo el doctor Daisaku Ikeda, el poeta de la paz.
Completaban la orquesta además del pianista y director y de Leopoldo Federico, el violín solista de Ángel Bertero, los violines de Sergio Polizzi, Pablo Borzani, Pablo Agri —hijo de Antonio— y el esperancino Fabián Bertero; la viola, a cargo de Aby Rojze; el violoncello de Patricio Villarejo; los bandoneones de Carlos Pazo y Alejandro Zárate, y el contrabajo del siempre presente Horacio Cabarcos.
En un reportaje concedido a la revista Cabal, publicado en el número correspondiente a los meses de septiembre y octubre de 2005, señalaba que por entonces «su orquesta estaba formada por once músicos, dado que uno de sus integrantes se había radicado en Japón». Comentó también en esa ocasión que la misma «concretaba actuaciones en forma esporádica, las que habitualmente eran producto de las gestiones que a tal fin realizaba Cabarcos». Así en ese año, además haber actuado en Montevideo en el homenaje a Gardel al que ya se hiciera referencia, se presentó al frente de sus músicos durante varias semanas en el local del Torcuato Tasso y en el Séptimo Festival del Tango.
Como compositor, la extensa tarea de Federico se inició en 1949 con el tango Conmigo siempre estás, continuando luego con otras excelentes expresiones del género como Festival, Lo que me hablaron de vos, con letra de Roberto Gramajo, grabado por las orquestas de Francisco Rotundo con la voz de Enrique Campos el 10 de septiembre de 1956 y la de Carlos Di Sarli, cantando Jorge Durán el 25 de abril de 1957, en las que fueron las dos primeras de una significativa cantidad de versiones grabadas de este tema; Tango al cielo; Cabulero, en colaboración con Manuel Flores; Éramos tan jóvenes; Cautivante; la milonga Al galope, escrita con Julio Rubio; Sentimental y tanguero, escrito en colaboración con Víctor Felice, y Milonguero de hoy, de 1960, a la que podría identificarse con el cierre de la primera etapa de su producción.
A esta primera etapa, siguieron cronológicamente los once temas en colaboración con Requena que integraron el ya comentado disco compacto editado en 2000, comenzando la serie de estas composiciones en 1968 con los temas Preludio nochero y Capricho otoñal; a los que siguieron A Roberto Guisado, escrito para al recordado violinista que durante más de treinta años colaboró en las formaciones de Carlos Di Sarli; A Héctor Ernié, Retrato de Julio Ahumada, Evocando a Paquito Requena, Coincidencias, séptima obra en común y que como ya se dijera da título al trabajo; Al flaco Paz, en homenaje al recordado pianista de Francini Pontier, desaparecido a comienzos de la década del 70; Hiroko en Buenos Aires, dedicado a este destacado ciudadano japonés, representante de sadaic en Japón y gran difusor del tango en ese país; el ya mencionado Al poeta de la paz, y el último de ellos, titulado Concertante, escrito en el año 1999.
Sigue luego la etapa más reciente de sus composiciones, entre las que se encuentran siete que han sido incluidas en un disco compacto editado en junio de 2010 bajo el título de Raras partituras, en el que Federico participó como intérprete solista de bandoneón en la totalidad de los temas que integran el álbum, acompañado por la orquesta El Arranque, una notable agrupación contemporánea que integran Camilo Ferrero y Ramiro Boero, como primer y segundo bandoneón respectivamente; Guillermo Rubino y Gustavo Lulé, como primer y segundo violín; Ariel Rodríguez, en piano; Ignacio Varchausky, en contrabajo, y Martín Vázquez, en guitarra eléctrica, participando Noelia Moncada, con su voz en los temas cantados.
Los diez temas incluidos fueron de la inspiración de Leopoldo, algunos en colaboración con otros compositores. De ellos, tres ya habían sido estrenados con anterioridad: Milonguero de hoy, Evocando a Paquito Requena y Capricho otoñal, mientras que los siete nuevos fueron titulados A Ernesto Sábato, Zamba de la extranjera, Es para Horacio Salgán, Cautivante, Póker, Milonga para Don Ángel y Cuando te pienso en zamba. En el caso de Cautivante, la interpretación está a cargo de Federico acompañado sólo por los dos bandoneonistas integrantes de la formación.
Federico falleció el Buenos Aires el 27 de diciembre de 2014, dieciséis días antes de cumplir 88 años de edad. A esa fecha aún presidía la Asociación Argentina de Intérpretes, cargo que ocupaba desde 1996.
116. Ferrari, Oscar
Cantor nacido en Capital Federal el 9 de agosto de 1924.
Reconocido por su registro sumamente agudo, lo que lo ubicaba en la calificación de tenorino junto