Marcelo Paladino

De la empresa familiar a la familia empresaria


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      Adicionalmente, los textos se completan con comentarios y ejemplos de situaciones reales de Familias Empresarias que superaron crisis y conflictos específicos durante su crecimiento y desarrollo; y que descubrieron maneras diferentes de hacer que la Familia Empresaria se desarrollara y consolidara.

       VI. Cómo sugerimos leerlo

      Para finalizar, y pidiendo disculpas al osado lector y osada lectora por intentar dar consejo en algo que es tan personal como leer un libro, consideramos que puede ser oportuno ofrecer nuestra opinión: basados en lo que hemos vivido al recopilar nuestras experiencias con Familias Empresarias y haber escrito el libro, sugerimos que este sea leído con tiempo y tranquilidad. Esperamos que esta obra no sea solo informativa, sino que ayude a pensar, para lo cual se necesita tiempo.

      Pensar… en lo que se ha hecho hasta el momento, qué nos gusta o qué consideramos que no nos ha salido bien; qué nos falta para avanzar más en la consolidación de unas Familias Empresarias, etc. Y pensar con “papel y lápiz”, sin dejar de anotar ideas e inquietudes que vayan surgiendo; para seguir elaborándolas y para poder compartirlas.

      1. Cfr “The Hidden Champions: Lessons from 500 of the World’s Best Unknown Companies”, Hermann Simon; Harvard Business School Press. En este trabajo, Simon comenta que más del 75 % de las “Hidden Champions” son de estructura familiar, y que ese es uno de los tributos por los cuales son tan competitivas y duraderas.

      2. Caso “Rafaela: un éxito más allá de lo económico”, IAE Press, E-D-006 Ia-1-s.

      3. En Corea, la familia Samsung; en Turquía, las familias Koc y Sabancy, ambas creadoras de formidables universidades para ayudar a formar la “elite dirigente” que Turquía necesita.

      01

      De la Empresa Familiar

      a la Familia Empresaria

      Prof. Marcelo Paladino1

      “Una vez que son lo suficientemente grandes, pueden crecer mejor, no solo ser más grandes... Y una vez que son lo suficientemente ricos, prósperos y grandes, se concentran en la búsqueda de la excelencia, por su propia seguridad más que nada”2.

      En este primer capítulo, por naturaleza introductorio, la pregunta relevante que guía su desarrollo es: ¿ Qué diferencia la idea de Empresa Familiar de la de Familia Empresaria? ¿Es la Familia Empresaria más importante que la Empresa Familiar? ¿Por qué deberíamos interesarnos más en la Familia Empresaria que en la Empresa Familiar?

      El planteo de estas preguntas indica que, en realidad, hablaremos de un tránsito: del emprendedor que creó una empresa, que tuvo una familia y que, con el tiempo (mucho), se habla más de la familia que de la empresa. Y este tránsito, que tiene características especiales en el caso de la Empresa Familiar, lo veremos aquí desde diferentes perspectivas.

      • Primero, comenzaremos proponiendo la necesidad de enfocarse en el fenómeno de las Empresas Familiares, presentando y cuestionando algunos mitos fuertemente arraigados con relación a estas.

      • Segundo, y sorteada esta etapa apologética, expondremos brevemente acerca del alto potencial de impacto que tienen las Empresas Familiares con relación al desarrollo de un país, especialmente respecto a la creación de nuevos empleos, y la creación de valor y producto bruto interno (PBI).

      • Tercero, propondremos cuáles son algunas de las diferencias más importantes entre las Empresas Familiares y esto que hemos decidido denominar “Familias Empresarias” (FE), y resumiremos los puntos más relevantes de la agenda de las Empresas Familiares y de las Familias Empresarias Cuarto, estas diferencias entre Empresa Familiar y Familia Empresaria se van construyendo con el tiempo, lo que puede verse como una agenda para desarrollar Familias Empresarias que trasciendan.

      1. La Empresa Familiar y su importancia

      Revisando la literatura y escuchando cómo se habla en los ambientes de negocio y en la academia, creemos que es oportuno comenzar por plantear qué se entiende por Empresa Familiar; y si bien no hay una única y taxativa definición, por lo menos se la enmarca. Y, de hecho, esta cierta indefinición de la definición nos abre a la realidad de la complejidad que el tema tiene; porque, de hecho, el concepto agrupa a un muy heterogéneo conjunto de compañías, y de personas y familias relacionadas con estas.

      Siguiendo al profesor Josep Tàpies (2011),3 el European Group of Owner Managed and Family Enterprises (GEEF), grupo europeo creado en 1997 por asociaciones de Empresas Familiares de varios países, propuso una definición que pareció tener buena aceptación. Según el GEEF, una empresa, independientemente de su tamaño, es considerada como Empresa Familiar si:

      a. La mayoría de las acciones con derecho a voto están en posesión de la persona física que fundó la compañía, en posesión de las personas o personas físicas que han adquirido la empresa; o en manos de sus cónyuges, padres, hijos o descendientes de estos.

      b. La posesión de la mayoría de las acciones con derecho a voto puede ser por vía indirecta o directa.

      c. Al menos un representante de la familia está involucrado en el gobierno y la administración de la empresa.

      d. Las empresas cotizadas se consideran familiares si la persona que fundó o adquirió la compañía o sus familias o descendientes poseen al menos el 25 % del derecho a voto conferido por su porcentaje de capital social.

      Desde un punto de vista práctico, la Empresa Familiar, en cuan-to empresa que es, tiene las características propias de la empresa; sin embargo, marca una diferencia importante: la conexión con una familia o grupo familiar que tenga influencia en el gobierno, en la dirección y en el control de ella. Esta característica “propia” ha sido uno de los motivos que dieron lugar a que se generasen mitos sobre la Empresa Familiar. Por suerte, y con el tiempo, no ha sido el trabajo académico el que ha ayudado a desmontarlos; sino las propias Familias Empresarias, que lograron superar a cada uno de ellos. El repaso apunta entonces a la reflexión acerca de cómo se superan y qué hacer para consolidar una Familia Empresaria.

      2. Algunos mitos respecto a la Empresa Familiar

      De tantos temas sobre los cuales podría escribirse y pensar, ¿por qué las Empresas Familiares? Hasta hace no más de treinta años, la Empresa Familiar ni siquiera era un fenómeno de estudio independiente dentro del mundo del Management. En ese paradigma, se la solía considerar hasta como algo menor, en lazo que no valía la pena integrarse, y era común escuchar que no eran rentables; que eran, definitivamente, pequeñas o, en algunos casos, medianas; que tenían una vida corta; que eran complicadas porque se confundían dos instituciones diferentes, como son la familia y la empresa, favoreciendo actitudes de nepotismo y antimeritocráticas.

      Sin dudas, estos mitos se han encarnado en la mentalidad de muchos que piensan, sinceramente, que las Empresas Familiares son, de hecho, así. Sin embargo, es importante enfocarnos en que estos juicios son erróneos y la Empresa Familiar tiene un impacto fortísimo en la vida de un país, tanto es así que son un actor clave (imprescindible) para su desarrollo. La fundamentación por la elección de este tema exige, por una cuestión de mera justicia, que demos algunas razones para demostrar que estos mitos son realmente eso, mitos.

      I. Las Empresas Familiares no solo son rentables, sino que resultan, incluso, más rentables que la media de las empresas. En el 2007, el Crédit Suisse Research Institute,4 tomando como casos a todas las empresas europeas que cotizaron en bolsa en el 2006, llegó a la conclusión de que las Empresas Familiares obtuvieron una rentabilidad superior a las demás (es decir, a las no familiares) durante ese ejercicio. Esta conclusión no fue un accidente estadístico. Otras investigaciones tanto norteamericanas como europeas corroboran la hipótesis de que las Empresas Familiares tienen una tan buena o, a veces, incluso mejor performance —en sus procesos y en su rentabilidad— que las demás,