Analiza qué nos induce a hacer la foto
Trabaja con calma cuando puedas
No repitas continuamente lo que crees que funciona
No te obsesiones con la calidad
Aprende a reconocer tus errores
Disfrutar también es importante
La composición como lenguaje universal
Cada día se realizan millones y millones de imágenes. La inmensa mayoría pasan inadvertidas a pesar del esfuerzo de su autor en efectuar el mejor trabajo posible.
En buena parte de estas imágenes anodinas falla la claridad del mensaje, falta reforzar la comunicación con una composición adecuada. Nuestro cerebro izquierdo está intentando acertar la mejor combinación posible de diafragma y velocidad mientras la otra mitad lo que desea es, simplemente, plasmar lo que percibe.
Componer no es una ciencia exacta, es un arte que requiere trabajo, adaptarlo a nuestra visión personal y lograr que los dos hemisferios trabajen armoniosamente. Las normas rígidas que hemos leído sobre este tema complican el trabajo de nuestra parte emocional y cuando intentamos olvidarlas la cosa tampoco mejora.
Es necesario estudiar con calma la forma en que nuestro cerebro interpreta una fotografía para ser capaces de transmitir a otras personas nuestro mensaje de manera clara y concisa. De esto trata, realmente, la composición. Una vez que lo hemos aprendido podemos dejar a nuestra intuición que dirija la toma y disfrutar completamente del proceso, incluso a un nivel inconsciente.
Llevo muchos años haciendo fotografías, los suficientes para tener decenas de carpetas llenas de diapositivas. En una diapositiva se acababa el proceso de creación, no hay ajustes en ampliadora, no existe el recorte. Lo que figura en ella se incluyó en el momento de la toma; por eso era necesario un conocimiento reflexivo y continuado de lo que queríamos conseguir y una crítica del resultado. Cada vez que se activaba el disparador disminuía la cuenta bancaria y eso animaba más a pensar que a disparar compulsivamente como veo ahora.
Las fotos que muestro en este libro mantienen este espíritu de trabajo que no me ha abandonado, en su mayoría son Only RAW o tienen algunos ajustes para resaltar ciertas partes, como hacía en la ampliadora con película en blanco y negro. Se presentan tal cual se obtuvieron en su enorme mayoría aunque en algunas fueron necesarios mínimos recortes o eliminar pequeños elementos ajenos a la imagen. Tampoco me ha abandonado la certeza de que la fotografía, en realidad, busca transmitir sensaciones, comunicarnos con los demás. A lo largo del libro analizaremos la mejor forma de conseguirlo, respetando el estilo personal de cada autor.
Óptica de 70-200 mm 1:2.8 a f/5,6 durante 1/60 s con ISO 800. Iluminación con dos unidades de flash.
Así vemos