Fran Nieto

El arte de la composición Enriquece tu mirada fotográfica


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diferencias entre la forma en que ve la cámara y nuestro ojo

      •La verdadera importancia de nuestro cerebro en la visión

      •Cómo se fija la información importante en nuestras neuronas

      •Las bases de la toma de decisiones

      •La forma en que percibimos la realidad

      •Que nuestro cerebro procesa diferentes informaciones en partes distintas de su anatomía

      •A analizar qué partes de la escena nos llaman más la atención

      •Que cada persona reacciona ante una imagen de forma diferente

      •A valorar la formación personal a la hora de interpretar una fotografía

      La percepción y la fotografía

      Analizar la forma en que nuestro cerebro percibe la realidad es una labor que puede parecer ajena al mundo de la fotografía, pero que considero vital para avanzar con paso firme en este arte.

      La fotografía es un lenguaje visual y como todo lenguaje consta de una serie de normas gramaticales y ortográficas que es necesario conocer mínimamente para transmitir lo que deseamos. Es cierto que podemos aprender una lengua sin saber escribirla pero precisamos que otras personas nos enseñen esas normas. Es imprescindible tener las claves básicas del código para hacernos entender, incluso de forma oral. Como individuos tenemos la capacidad de hablar para comunicarnos, pero las diferentes lenguas son un patrimonio de nuestra especie.

      El lenguaje visual es mucho más universal en su código que las lenguas escritas. Nada que ver con las enormes diferencias gramaticales y fonéticas entre el español y el chino, por ejemplo. Una buena parte de las imágenes serán interpretadas de forma correcta por personas muy alejadas culturalmente.

      Una lista de la compra la puede hacer cualquiera, pero escribir o recitar una poesía que emocione está al alcance de un porcentaje de la población muy reducido. Por eso vamos a dedicar este primer capítulo a entender las normas que rigen la información que obtenemos a través de una imagen, cómo la analizamos y cómo reaccionamos ante ella. Nos adentraremos en las razones biológicas que consiguen que una imagen sea trivial o perdure en nuestras retinas y sacaremos conclusiones muy útiles para expresarnos con mayor claridad y eficacia, plasmando de la mejor forma posible nuestro mensaje.

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      Lo que uno ve es una parte fundamental de lo que uno sabe, y la alfabetización visual puede ayudarnos a ver lo que vemos y a saber lo que sabemos.

       Donis A. Dondis

      La cámara

      En el siglo XV Leonardo da Vinci sentó las bases teóricas de la cámara oscura. Este era un efecto, conocido desde hacía muchos siglos, que se producía al oscurecer una habitación por completo y abrir un pequeño orificio hacia el exterior, lo que producía que el mundo real iluminase la pared opuesta de forma invertida.

      El descubrimiento quedó reducido a un cajón de dimensiones más manejables que transmitía la imagen a un cristal. Sirvió durante mucho tiempo a los pintores para plasmar el dibujo con una perspectiva y realismo muy superiores a los que podemos apreciar en la pintura de los siglos anteriores.

      Hace ya casi doscientos años que Niepce consiguió sustituir ese vidrio por una placa que reaccionase a la luz y permitiese obtener copias de la realidad de forma permanente.

      Con el tiempo, el pequeño orificio fue sustituido por ópticas de creciente calidad que posibilitaban enfocar un plano concreto y ofrecían una nitidez muy superior. Estas lentes permitían una mayor o menor ampliación del sujeto fotografiado en función de su distancia focal.

      Para regular la cantidad de luz que recibía el material sensible, y exponerlo adecuadamente, se creó el obturador, un dispositivo que se abre sólo durante el tiempo que desee el fotógrafo. Además, se dispuso en el interior de los objetivos un mecanismo que variaba el diámetro a través del que podía pasar la luz, llamado diafragma, y que de paso también controlaba la extensión de la zona de nitidez de la escena.

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      La elección de los parámetros de exposición adecuados permite obtener la máxima calidad de nuestro archivo y preservar el máximo de detalles posible. También tienen repercusión en el aspecto final de la toma. Para captar el movimiento de la plaza y del humo que salía de los puestos elegí un tiempo de exposición largo, lo que implicó cerrar bastante el diafragma para reducir la luz que llegaba al sensor.

       Óptica de 18-55 mm 1:2.8 a f/10 durante 4 s con ISO 200.

      De esta forma, según la luz disponible y la sensibilidad de la película cargada, el fotógrafo elegía el tiempo de exposición y el diafragma para conseguir una exposición adecuada de la emulsión a la luz. En función de sus gustos estéticos podía jugar en un rango de combinaciones de velocidad y diafragma que proporcionaban la misma exposición final.

      El ojo

      El ojo es una estructura que la evolución ha moldeado durante millones de años haciéndola cada vez más compleja. Su misión es lograr que la luz que reflejan los objetos alcance la retina. En la superficie de esta contamos con células que reaccionan a las diferencias de intensidad lumínica (bastones) y a los colores verde, azul y rojo (conos). La mayor parte de estas células se concentran en una pequeña superficie llamada fóvea.

      ¿Todos vemos los mismos colores?

      La mayoría de los mamíferos tienen sólo dos tipos de pigmentos en sus conos (opsinas), así que los perros, gatos, ardillas, ovejas, vacas… ven de forma diferente a nosotros. Nuestra especie ha añadido un tercer pigmento y eso nos permite distinguir mejor tonalidades en la zona del rojo, posiblemente para mejorar nuestra capacidad de diferenciar las frutas maduras.

      En caso de no sintetizar alguno de estos pigmentos nos encontramos ante patologías como el daltonismo, que provoca confusión entre la gama de tonos rojo-verde y puede reducir hasta 100 veces el número de tonalidades diferenciables (de 1.000.000 para una persona sana a 10.000 para un daltónico grave). Aproximadamente un 2% de los hombres y un 0,25% de las mujeres sólo tienen dos tipos de pigmentos en sus conos.

      Entre un 10 y un 15% de las mujeres añaden una cuarta opsina a sus capacidades, que les permite captar más claramente tonos situados entre el rojo y el verde.

      Cuando ponemos nuestra atención en un objeto fijamos su imagen óptica en la fóvea. Por eso es muy difícil leer un texto en la penumbra, dado que no contiene bastones nos resulta complicado discernir estructuras finas en un ambiente de escasa luminosidad.

      En muchas ocasiones se intenta relacionar los componentes mecánicos de una cámara con el proceso de captación lumínica de nuestro ojo, lo que supone simplificar mucho el complejo mecanismo de la visión humana.

      En este contexto la lente de la cámara y la córnea del ojo compartirían la misión de conseguir enfocar la luz en un mismo plano, sea el sensor o la retina. Detrás de la lente fotográfica se dispone el diafragma, que comparte cometido con el iris. Por último, la retina equivaldría a la película o sensor de nuestra cámara. A través del nervio óptico la señal llegaría al cerebro que podría almacenar la información como hacen las cámaras digitales en sus tarjetas. Pero existen diferencias notables. Así, mientras la superficie de la retina es curvada la del sensor es plana. Nuestro sistema visual se basa en dos ojos que proporcionan un resultado tridimensional. Algunos equipos pueden ser sensibles a longitudes de onda más amplios que el ojo, como espectro infrarrojo