incómoda de todas era preguntarse cuál había sido la participación de su padre en los planes malignos que leyó. ¿Acaso él estaba al tanto de la información que Brystal estaba descubriendo o era el líder de toda esta corrupción? ¿Había jueces que eran silenciados o todos participaban del engaño? Y, si así fuera, ¿eso significaba que sus hermanos eventualmente se convertirían en personas igual de deshonestas y hambrientas de poder como parecían ser todos los Jueces?
Su mundo se estaba dando vuelta completamente, pero las obras prohibidas también dejaban en claro algo que Brystal encontraba profundamente reconfortante: no estaba tan sola como había temido.
Todos los libros en la habitación secreta fueron escritos por personas que sentían y pensaban exactamente lo mismo que ella, gente que cuestionaba la información, que criticaba las restricciones sociales, que desafiaba al sistema de turno y que no tenía miedo de enunciar sus ideas. Y por cada persona que los Jueces habían logrado silenciar con éxito, debía haber docenas que aún estaban en libertad. Brystal solo esperaba que llegara el día en que los pudiera conocer.
A pesar del descubrimiento afortunado, estaba lista para que todo terminara en un desastre. En caso de que la atraparan en el acto, decidió que seguir interpretando su papel de sirvienta simple e inocente era la mejor opción que tenía para evitar cualquier tipo de problema. Pasó gran parte de su tiempo imaginando cómo sería la conversación:
–¿Qué estás haciendo aquí?
–¿Yo, señor? Bueno, soy la sirvienta, claro. Estoy aquí para limpiar.
–¡No tienes permitido entrar a esta habitación! ¡El letrero en la puerta dice con claridad que es solo para Jueces!
–Lo siento, señor, pero las instrucciones de mi empleador fueron que limpiara cada parte de la biblioteca. Nunca mencionó que había habitaciones que estuvieran fuera de los límites. Incluso las habitaciones privadas pueden llenarse de polvo.
Afortunadamente, la biblioteca siguió estando tan vacía y tranquila como siempre, lo cual le permitió a Brystal leer segura.
Para cuando terminó el segundo mes de empleo de Brystal, había leído cada obra prohibida de la biblioteca privada de los Jueces, excepto una. Al tomar el último libro de la parte inferior del último estante, Brystal se sintió consumida por una sensación agridulce. Durante semanas, la habitación secreta había sido un salón de clases privado en donde tuvo la posibilidad de estudiar los temas más fascinantes que podía imaginar y ahora estaba a punto de tener la última clase:
La verdad sobre la magia
Por Celeste Weatherberry
Curiosamente, a diferencia del resto de los libros de la habitación, La verdad sobre la magia no tenía papeles al lado. La cubierta era de un tono violeta pastel y prácticamente brillaba en la oscuridad de la habitación. El libro estaba bordeado por un patrón plateado que albergaba un unicornio y un grifo enfrentados, mientras que el espacio que separaba a las criaturas estaba repleto de hadas pequeñas y aladas, entre estrellas y bajo una luna creciente.
Por mucho, era el libro más hermoso que Brystal jamás había visto. De todos los temas que había leído en la biblioteca privada, la magia era uno con el que no estaba muy familiarizada. Sabía que era considerada una práctica demoníaca y un crimen atroz, pero más allá de las reacciones de la gente para con esta, Brystal sabía muy poco sobre la magia misma. Se sentó en la mesa y con entusiasmo abrió el libro en la primera página, ansiosa de aprender más:
Querida amiga/o:
Si este libro llegó a tus manos, espero que lo estés leyendo en un lugar seguro. No tengo dudas de que eres consciente de que la magia es un tema bastante sensible en el mundo. En la mayoría de los lugares, poseer algo que esté remotamente vinculado con la magia es igual de castigable que un acto de magia. Sin embargo, para cuando termines de leer este libro, aprenderás que la magia es tan pura como la existencia misma y conocerás la razón por la que merece la admiración y el respeto del mundo.
Para tener una mejor perspectiva de lo que estoy diciendo, primero debemos analizar la historia. Hace miles de años, la humanidad y otras especies inteligentes vivían en armonía con miembros de la comunidad mágica. Éramos vecinos, amigos y familiares. Nos ayudábamos entre nosotros, nos cuidábamos y todos trabajábamos juntos para alcanzar los mismos objetivos de paz y prosperidad. Desafortunadamente, todo cambió cuando la humanidad comenzó su búsqueda sangrienta de dominación mundial.
Antes de que el Rey Champion i fuera coronado, el futuro soberano tenía una relación maravillosa con la comunidad mágica. Nos había garantizado su lealtad y, nosotros en respuesta, apoyamos su ascenso al trono. Luego de la coronación de Champion i, la primera ley que promulgó el rey fue establecer su Consejo Asesor de Jueces Supremos y, con ello, la historia cambió para siempre.
Los Jueces Supremos veían a las personas de la comunidad mágica y a sus habilidades como una amenaza. Le llenaron la cabeza de Champion i con mentiras sobre nuestras intenciones de derrocarlo y tomar el control del reino. Reescribieron el Libro de la Fe y convencieron a todo el reino de que nuestros hechizos, encantos y encantamientos eran prácticas demoníacas y que nuestra mera existencia era una abominación. En tal sentido, Champion i declaró a todos los miembros de la comunidad mágica “brujas” y criminalizó la magia al mismo nivel que la traición al reino y los homicidios. Eventualmente, el resto de los reinos siguieron su ejemplo y así se dio inicio a la primera cacería de brujas de la historia.
En todo el mundo, todas las que se sospechaba que eran brujas eran arrestadas y ejecutadas, todos los unicornios, dragones, grifos, hadas y otros animales considerados “mágicos” fueron asesinados hasta quedar extintos y todo el bien que la comunidad mágica hizo por la humanidad fue borrado de la historia. El plan de los Jueces Supremos fue tan eficiente que pronto se convirtió en una plantilla para resolver todos los conflictos futuros.
Cientos de años han pasado desde el reinado de Champion i, pero el estigma contra la gente con sangre mágica está más fuerte que nunca. En las últimas décadas, el Rey Champion xiv cambió el castigo por conjurar magia en el Reino del Sur de pena de muerte a encarcelamiento con trabajo forzoso, pero esto no sirvió de nada para salvar todas las vidas inocentes que se pierden alrededor de todo el mundo. En la actualidad, muchas personas abandonan a sus hijos o emigran a territorios más peligrosos con tal de evitar que los encuentren relacionados con la magia. Pero la mera noción de que la magia está mal y es algo de lo que deben estar avergonzados es la mayor confusión de nuestros tiempos.
La magia es un don hermoso y extraño que permite manifestar y modificar los elementos. Es una forma de arte pura y positiva usada para crear algo de la nada. Es la habilidad de ayudar a aquellos que lo necesitan, de sanar a aquellos que sufren y mejorar el mundo que nos rodea. A la magia solo pueden llegar aquellos con bondad en sus corazones y no son brujas, como dicta la creencia popular, sino hadas. Y su talento debe ser celebrado, no reprimido.
Si bien las brujas existen, solo representan una pequeña porción de la comunidad mágica. La maldad de sus corazones evita que ellas puedan hacer magia, por lo que, en su lugar, practican un arte destructiva y sucia llamada brujería. Aquellas que practican brujería, por lo general, lo hacen con intenciones disruptivas. Merecen los castigos severos que reciben, pero sus actos viles nunca deben ser confundidos con las bondades que la magia ofrece.
Puede parecer complicado diferenciar a un hada de una bruja, pero hay una prueba simple que los miembros de la comunidad mágica han usado durante siglos. Al leer el siguiente pasaje de un texto ancestral en voz alta, un hada o bruja que duda de su condición puede determinar con facilidad de qué lado están:
Ahkune awknoon ahkelle-enama, telmune talmoon ahktelle-awknamon.
A Brystal le pareció una frase tan divertida que la leyó en voz alta para oír cómo sonaba.
–Ahkune awknoon ahkelle-enama, telmune talmoon ahktelle-awknamon