Natalia Rivera

Hermanas


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trayecto como líderes. Esperamos que te sientas bienvenida al interior de las vidas de estas mujeres de Dios, sin importar en qué punto te encuentres en tu camino hacia Él y hacia comprender y aceptar tu identidad étnica. Quizás te sea útil conocer que nosotras tres, en algún punto del desarrollo de nuestra identidad étnica, hemos sentido y lidiado con la mentira de no ser «suficientemente latinas». Si estás frente a ese dilema, oramos para que puedas crecer en las maravillas únicas que nuestra herencia nos ofrece.

      Deseamos que veas estas doce historias de la Biblia, al igual que nuestras historias intercaladas, como un cúmulo de sabiduría proveniente de otras hermanas. En este libro hallarás doce relatos que te darán fuerzas y te ayudarán a desarrollarte para el crecimiento del reino. Lo hemos titulado Hermanas porque se conforma de historias de mujeres del pasado y el presente que se entrelazan en el tiempo y el espacio. Esperamos que al leer nos veas a nosotras y a esas mujeres como hermanas queridas que avanzan junto a ti en un «momento como este». El Señor nos ha dado estas heroínas bíblicas para estimularnos. Además, Él nos ha dado las unas a las otras para despertar los tesoros que yacen dentro nuestro.

      Mientras lees podrás notar nuestros diferentes estilos y personalidades. Algunas de nosotras usamos el espanglish a veces. En ocasiones profundizamos en el contexto bíblico y en otras nos enfocamos en aprender de nuestras experiencias. Fue intencional que cada capítulo presente un estilo diferente, pues así mostramos que el liderazgo es multifacético y que cada persona guía con su propia voz y personalidad. Esperamos que esta estrategia atraiga más mujeres al liderazgo. Puesto que cada una de nosotras escribió cuatro capítulos, quisiéramos presentarnos en nuestra propia voz. Gracias por unirte a nuestra mesa.

       PRESENTACIONES Y SUEÑOS

      DE PARTE DE NATALIA KOHN

      Mientras crecía, con frecuencia me preguntaban: «¿Y tú, qué eres?». Son muchas las veces que he escuchado que mi piel es de un color «oliváceo» y que soy de «etnia ambigua». Yo solía tener una respuesta automática para esos momentos, pero mientras crecía en el sur de California mi respuesta a esa pregunta comenzó a surgir del corazón. Fui de la exasperación por mis complejidades étnicas a sonreír con confianza y responder que era argentina y armenia.

      Yo crecí en Pasadena, California, en una familia pequeña que tenía comunicación constante con nuestra gran familia en Argentina. Crecí con mi papi, un inmigrante que solo habla español y que necesitaba que su esposa e hijos hablaran por él cuando se requería el idioma inglés, y una madre armenia americanizada que navegó el sistema de Estados Unidos para que sus hijos pudieran triunfar allí. Durante décadas he lidiado y crecido en estas dos culturas, que son una bendición y un reto, pero todavía tengo mucho que aprender.

      Durante la universidad y en los años que trabajé con InterVarsity Christian Fellowship [Comunidad cristiana InterVarsity] comencé mi viaje étnico, donde tendría que lidiar con lo que significa ser argentina y armenia a la vez. Durante ese tiempo comprobé lo comunitario que es nuestro viaje étnico y, al igual que nuestro trayecto con Jesús, no podemos vivirlo en aislamiento: necesitamos a las demás personas. Mi confianza como latina se incrementó en comunidad, a través de mis relaciones con mis hermanas y hermanos. Ser latina pasó de ser una etiqueta a constituir una identidad que honro y aprecio.

      Mi esperanza para las lectoras, para cada hermana que lee este libro, sería que avancen con Jesús en su viaje de fe y descubrimiento étnico. Estos dos trayectos deben converger, unirse y ser refinados y transformados continuamente por nuestro Padre celestial. Anhelo que puedas identificarte con nuestras dificultades, historias y deseos y que sepas que no estás sola. He conocido tantas mujeres latinas que van solas en su viaje por causa de la vergüenza, el miedo y el aislamiento, sin jamás haber experimentado la comunidad de hermanas. Espero que nos acompañes (nuestras vidas, nuestras parientes y amigas), que te acerques a Jesús y a estas heroínas bíblicas que también tuvieron que encarnar su género y su fe en relación con los demás. Aprendamos juntas a vivir confiadas como latinas y a guiar en este mundo con el amor, la vida y la luz de Cristo.

      Nuestro viaje como mujeres latinas está repleto de historias; espero que puedas identificarte, conectarte y aprender de ellas. Hemos tenido el honor de orientar mujeres y hombres latinos y de otras etnias, estudiantes de universidad, creyentes de nuestra iglesia, cristianos en potencia y no creyentes; todos ellos nos permitieron entrar en sus espacios sagrados con el Señor. Como autoras de este libro sería un honor que nos consideres mentoras lejanas mientras luchas, procesas y creces con Jesús. Deseamos ser un recurso de empoderamiento que te anime a avanzar mientras profundizas en tu identidad, intimidad, influencia e impacto. Nosotras estamos vivas y continuamos aprendiendo al igual que tú. Las mentoras principales de este libro son las doce mujeres de la Biblia que nos guían y nos animan en la fe, la identidad y el liderazgo. Ellas se han convertido en hermanas queridas para nosotras; están llenas de sabiduría y el Espíritu Santo las ha utilizado una y otra vez para aumentar nuestra madurez y crecimiento. Esperamos que ellas también se conviertan en tus mentoras y hermanas.

      DE PARTE DE KRISTY GARZA ROBINSON

      Pasé mi niñez en Edinburg, una ciudad fronteriza en el extremo sur de Texas. Soy mexicana-estadounidense de tercera generación. Mis abuelos inmigraron de México a Estados Unidos a finales de la década de 1940. Mis padres nos criaron entre ambos mundos. Yo he sido formada e influida por los valores de la cultura mayoritaria de Estados Unidos. También me identifico como latina, con valores y una forma de ver el mundo que han sido influenciados por mi familia de origen. Toda mi vida he estado geográfica y emocionalmente a horcajadas en la frontera entre Estados Unidos y México, tratando de encontrar mi lugar, pero sintiéndome desplazada en los dos países y culturas. Esto es lo que significa ser una latina estadounidense.

      Este libro trata sobre las diferentes experiencias de varias mujeres latinas con sus particulares viajes étnicos y de liderazgo. Espero que podamos aprender unas de otras y también de las mujeres de la Biblia cuyas historias examinaremos. Aunque cada una de nosotras tiene su lugar único en el mundo, también poseemos una identidad colectiva diversa que Dios está construyendo. Sin duda es algo hermoso. Por eso anhelo que este libro sea un complemento a la identidad que se está fraguando por medio de nuestras voces diferentes.

      DE PARTE DE NOEMÍ VEGA QUIÑONES

      ¡Hola! Soy la mayor de cinco hermanos, hija de Rigo e Irma, padres inmigrantes muy trabajadores, y alguna vez fui una niña indocumentada. Nací en los barrios pobres de Guadalajara y me crie en la próspera California central, por lo que mi niñez fue multifacética. Mientras crecía, hablaba inglés con mi padre y español con mi madre, esperaba la escuela dominical y los fines de semana con ansia, hacía mandados luego de los deberes de la escuela e iba de vacaciones familiares de verano a México, en largos viajes por auto. En la actualidad, vivo en San Antonio y soy la directora ministerial de la región en InterVarsity Christian Fellowship en el sur de Texas. Aprendí mucho en la ciudad de Fresno durante quince años. Allí mi fe en Jesús se desarrolló e iniciaron mis sueños de transformar las ciudades y los campus.

      Espero que este libro traiga sanidad y una poderosa transformación del Espíritu Santo a quienes lo leen. Aprender a los pies de Mija (la mujer que padecía de hemorragias), Rajab, Tabita y María la madre de Jesús ha sido un honor y un reto. Cada una de ellas me ha enseñado a confiar en el Señor con mi vida, mi ser y mis sueños futuros. Este libro está dedicado a mis hermanas que han luchado, como yo, por aceptar su voz y su liderazgo. Crecer como mexicana, latina, chica de piel morena, en Estados Unidos es tan bello como doloroso. Recuerdo ocasiones en que mi cultura fue cuestionada y deshonrada y otras en que mi liderazgo fue cuestionado más que el de mis compañeros hombres. No obstante, también hubo momentos en que mi liderazgo fue acogido y favorecido. Deseo que las lectoras experimenten la sanidad y el gozo que estas heroínas bíblicas nos ofrecen.

      Me llena de esperanza saber que en algún punto de la historia Mija, Rajab, Tabita y María vivieron entre su gente e influenciaron sus comunidades. Algunas de ellas influyeron directamente, por voluntad propia, otras lo hicieron de manera indirecta,