David Peace

GB84


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      DAVID PEACE

      GB84

      PRÓLOGO DE DANIEL BERNABÉ

      TRADUCCIÓN DE IGNACIO GÓMEZ CALVO

      SENSIBLES A LAS LETRAS, 40

      Título original: GB84

      Primera edición en Hoja de Lata: marzo del 2018

      Cuarta edición: septiembre del 2019

      Edición digital: diciembre 2020

      © David Peace, 2004

      First published in 2004 by Faber & Faber Limited

      © del prólogo: Daniel Bernabé, 2018

      © de la traducción: Ignacio Gómez Calvo, 2017

      © de la imagen de la cubierta: No Redemption, Keith Pattison, 1984

      © de la fotografía de la solapa: Naoya Sanuki

      © de la presente edición: Hoja de Lata Editorial S. L., 2018

      Hoja de Lata Editorial S. L.

      Avda. Galicia, 21, 4.º E, 33212, Xixón, Asturies [España]

      [email protected] / www.hojadelata.net

      Edición: Hoja de Lata Editorial S. L.

      Diseño de la colección: Trabayadores culturales Glayíu

      Corrección de pruebas: Olaya González Dopazo

      ISBN: 978-84-16537-72-3

      Depósito legal: AS 00210-2018

      Impreso en Imprenta Mundo, Cambre, A Coruña [España]

      Los editores quieren expresar su sincero agradecimiento a Rafael R. Valdés, sin cuya ayuda la publicación de este título no hubiera sido posible.

      Para mi padre

      ÍNDICE

       Prólogo

       Primera parte. NINETY-NINE RED BALLOONS

       Segunda parte. TWO TRIBES

       Tercera parte. CARELESS WHISPER

       Cuarta parte. THERE’S A WORLD OUTSIDE YOUR WINDOW AND IT’S A WORLD OF DREAD AND FEAR

       Quinta parte. TERMINAL, O EL TRIUNFO DE LA VOLUNTAD

      PRÓLOGO

      Normalmente un prólogo vale para incitar a la lectura de un libro, destacar sus virtudes, esbozar su trama, lograr que el lector pueda hacerse una idea en unas cuantas páginas de qué se va a encontrar en él. Este prólogo intentará todo eso, pero además será una advertencia, como una de esas etiquetas de colores vivos que se ponen en los productos peligrosos para que se traten con cuidado. Este es un libro inflamable, un libro arriesgado, un libro que duele. La novela que se disponen a leer trata sobre hechos, tiempos y lugares muy concretos que se extienden hasta nuestro presente, que marcan nuestras vidas —posiblemente también la suya— y que han quedado sepultados por la máquina de la desmemoria o la dulcificación. Tras el duelo, como enfrentamiento y asunción de la pérdida, la literatura llegó para poner las cosas en su sitio.

      GB84 se publicó originalmente en el 2004, es decir, veinte años después de los acontecimientos que dan cuerpo y naturaleza a la historia: la huelga minera que tuvo lugar en el Reino Unido entre el 6 de marzo de 1984 y el 3 de marzo de 1985. Un año en el que se libró el mayor conflicto laboral de la Europa de posguerra, pero también en el que posiblemente murió una época, la del pacto del Estado del bienestar, y comenzó otra, la del neoliberalismo o restauración victoriana. Hoy, 34 años después, la novela de David Peace toma un nuevo significado después de la crisis económica de este último lustro: el animal herido se comporta de manera errática, agresiva e impredecible. Si en aquel momento el asesinato fue premeditado, ejecutado por la fría mano de la hija del tendero, hoy el cuchillo es empuñado por aprendices mucho más atroces.

      David Peace, su autor, nació en 1967 en Osset, una pequeña ciudad de Yorkshire del Oeste, condado del norte de Inglaterra. La especificidad geográfica es importante. Este libro es inconcebible sin haber pertenecido a uno de esos lugares que te marcan, en los que clase social, habla, ropa, cielo y territorio son un conjunto, como un paisaje que, más que moldear tu espíritu, se graba a fuego en tu piel. Lo que el autor cuenta en GB84 sucedió realmente, le sucedió a él aunque no fuera protagonista: la comunidad es eso a lo que se pertenece se quiera o no, de lo que se puede intentar huir pero de lo que no se escapa, lo que forma parte de nosotros para siempre.

      A Peace se le considera un escritor difícil, áspero, desconcertante, a lo que él suele responder en sus entrevistas que eso es porque la realidad no es amable ni bonita. Tras intentar ganarse la vida con las letras y fracasar —nos lo imaginamos en un cuartucho de Manchester moviendo peniques del montoncito de los cigarros al de la comida— se fue de Inglaterra, primero a Estambul y después a Tokio, donde vive actualmente, para dar clases de idiomas. Fue, quizá, esa distancia astronómica la que le permitió enfrentarse a aquel lugar, no renegar de él sino aceptarlo como parte de sí mismo. Toda su obra sucede en el norte de Inglaterra, en ese tiempo que va de mediados de los setenta a mediados de los ochenta, en ese país alucinante y apocalíptico del Invierno del descontento, la cabecera de Thames, el post-punk de Glasgow, las bombas del ira y los cómics del Juez Dredd. En ese país donde ya no quedaba rastro de la grandeza imperial, pero tampoco del colorista Londres de los sesenta.

      A principios de siglo se empezó a publicar su Red Riding Quartet, una serie de cuatro novelas sobre un asesino en serie que aterrorizó a Yorkshire entre 1974 y 1983, con las que nuestro autor obtuvo por fin reconocimiento. A Peace se le considera escritor de novela negra, comparándolo con James Ellroy o su compatriota Ted Lewis, el autor de Get Carter, donde el crimen y el entorno de clase trabajadora, los mafiosos con crombie, brogues y patillas de hacha, marcaron una forma de separarse del clásico tratamiento británico de las historias de asesinatos, pasando de la divertida y pizpireta Agatha Christie a la extraña y contenida truculencia de Francis Bacon. Para Peace el género negro no es un entretenimiento ni un juego, porque un crimen, en la realidad, nunca lo es.

      GB84 es un cambio en la balanza: si el elemento social y político era el escenario donde el descuartizador de Yorkshire destripaba mujeres, la descuartizadora de Downing Street, Margaret Thatcher, es la que crea el propio escenario para sus crímenes. Este libro podría estar en la sección de novela negra de su librería, pero también ser catalogado como novela social, reportaje periodístico o incluso novela histórica si, al menos, este último género no fuera habitualmente un divertimento escapista que tiene poco de aprendizaje y mucho de ideología reaccionaria. Y es que en estas páginas hay realidad y realismo, puesta en escena y venganza, teatro de títeres y manipulación por los maestros de marionetas, pero también una gran cantidad de aprendizaje. Esto no es un ensayo político, pero se pueden extraer muchas enseñanzas del mismo.

      Este libro es una ficción basada en un hecho, con un gran trabajo de investigación detrás, con memoria viva de sus participantes, con exactitud en muchos detalles, en apariencia poco relevantes, que sin embargo dotan a la maquinaria narrativa de la verosimilitud necesaria. Sin embargo la literatura difiere, o debería diferir, del periodismo en que el autor se puede permitir el lujo de la especulación, para llegar con la ficción a una verdad conocida que el periodismo no puede alcanzar o, mejor dicho, raramente sus propietarios le permiten alcanzar. Esta es una narración sobre la historia oculta, sobre aquella que nunca sale en los gráficos de la