Dirección de la actividad empresarial de pequeños negocios o microempresas. ADGD0210
formativos más especializados y pueden ser impartidos por organismos no oficiales como academias, centros privados, etc. No poseen una correlación entre ellos como ocurre en la formación reglada.
Visto lo anterior, se entiende la formación profesional como aquellas acciones formativas realizadas y títulos obtenidos que confieren al trabajador una mayor cualificación y especialización para desarrollar un determinado trabajo o actividad.
Según los informes del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) a través de la Subdirección General de Servicios Técnicos del Área de Organización y Planificación de la Gestión, Servicio de Análisis, Documentación e Información en España, la formación profesional se articula en tres ámbitos:
1 Formación profesional dentro de la administración educativa.
2 Formación ocupacional para desempleados.
3 Formación continua para trabajadores en activo.
Recientemente se han fusionado las dos últimas en la formación profesional para el empleo, con acciones formativas preferentes para el colectivo de desempleados o para el de trabajadores.
Este tipo de formación consta de tres subtipos según la modalidad de impartición en cuanto a la relación alumnado-profesorado:
1 Formación presencial: la clásica formación que se da en un espacio físico donde existe una interrelación alumno-profesor a tiempo real. Generalmente es formación para grupos asistentes en el aula.
2 Formación a distancia: donde el alumnado recibe el material y gestiona su tiempo de formación, limitándose a la realización de unos test que valoren el grado de formación alcanzado.
3 Formación e-Learning o teleformación: es aquella que aprovecha internet para establecer una relación alumno-profesor que no siempre es a tiempo real pero que permite una intercomunicación a través de una plataforma de formación. En ella el profesor hace un seguimiento del alumnado a través de la realización de pruebas, actividades comunes, pruebas de evaluación, etc.
Aunque de igual importancia, la teleformación se está imponiendo cada vez más en el mercado de la formación para el empleo porque permite a los alumnos flexibilizar sus horarios y dedicar tiempo de manera autónoma ayudando a conciliar la vida personal, profesional y familiar de una manera más cómoda.
¿Por qué es importante la formación?
A día de hoy, a nadie se le ocurre poner en duda la utilidad y la necesidad de formación. No solo las estadísticas dan mejores rendimientos a trabajadores más formados, sino que cuanta más formación útil posea el trabajador, mayor va a ser su valor como recurso humano para la empresa y más posibilidades tendrá de encontrar trabajos con mejores condiciones.
Pero a su vez, las empresas van a optar por aquellos trabajadores y trabajadoras más formados, que serán los que le reporten una mayor productividad a su negocio.
Formación de actualización
Cuando un trabajador realiza una acción formativa no siempre es para el aprendizaje de nuevos conocimientos. También está la necesidad de actualizar los conocimientos adquiridos. Por ejemplo, un secretario que domina perfectamente el Officce 2010 y en su negocio actualizan la aplicación a 2015. Este trabajador ya no es igual de capaz que antes, ya que al cambiar la aplicación, necesitará más tiempo para realizar un mismo trabajo.
Formación según su finalidad
De los apartados anteriores se deduce el siguiente esquema de tipos de formación según la finalidad que el trabajador o la trabajadora persigue al realizarla:
1 Formación de aprendizaje nuevo para especialización: es el tipo de formación realizada para la adquisición de nuevos conocimientos relacionados con la profesión. Por ejemplo, una aparejadora que hace un curso sobre el manejo de un programa de diseño de planos.
2 Formación de actualización: es el caso reflejado en el apartado anterior. Se trata de actualizar conocimientos inicialmente adquiridos. En el ejemplo anterior, la aparejadora dos años después realiza el mismo curso pero sobre la versión +2 que está muy mejorada.
3 Formación para fines personales o de ocio: se trata de aquella formación adquirida con un fin personal no necesariamente relacionado con el trabajo. Ejemplo: la aparejadora que realiza un curso de maquillaje y peluquería.
4 Formación para la reconducción de actividad profesional: se trata de una formación realizada con el fin de reconducir la carrera profesional, bien para ampliar la perspectiva profesional, o bien para dejar la actividad realizada y emprender una nueva. Ejemplo: la aparejadora ve la depresión inmobiliaria y decide hacer un curso de comercialización para dedicarse a la venta profesional de máquinas de café.
Actividades
19. Valorar si la formación para el ocio es innecesaria en el mercado laboral.
20. Señalar las ventajas más importantes de la formación para los trabajadores desempleados.
Formación de la plantilla empresarial
Cada día es mayor la implicación de las empresas con la formación de los empleados y empleadas, echando mano de los medios a su alcance para mantener un alto nivel formativo de los mismos. Así, las empresas suelen llevar a cabo varias acciones formativas:
1 Acciones privadas y específicas: se trata de formar a la plantilla con cargo a recursos financieros de la empresa y en materias planificadas por ella.
2 Acciones de formación continua: canaliza las cotizaciones de formación de los trabajadores en nómina a través de planes específicos de formación.
3 Permisos para la formación: se trata de ceder horas de trabajo a los empleados para realizar acciones formativas.
4.8. Satisfacción del cliente
Uno de los fines últimos de toda entidad, independientemente de cuál sea su tamaño, es la satisfacción del cliente, porque solo de ese modo logrará posicionarse en el mercado de una manera sólida que le permita proyectar su crecimiento.
Pero para tener un cliente satisfecho se debe conocer cuál es su preferencia y cuáles los puntos que hacen que un cliente sea fiel a una entidad, o por el contrario, desista de seguir haciendo uso de ese negocio.
Hay puntos que SIEMPRE favorecen la satisfacción del cliente:
1 Producto de calidad percibida adecuada al precio pagado.
2 Atención cuidada y agradable.
3 Atención de quejas y reclamaciones posventa.
La política de satisfacción del cliente es un indicador infalible para la detección de carencias en el negocio: que un cliente esté insatisfecho puede provocar que no vuelva al establecimiento, y si esta tendencia es generalizada, acabará por el cierre de la empresa.
5. La mejora continua de procesos como estrategia competitiva
El dinamismo del mercado actual hace evidente la continua preocupación de las empresas por la adaptación al cambio y la mejora continua: no vale con ser buena, hay que ser la mejor, y no hay que conformarse con el éxito de un día, pues el éxito es efímero y se puede perder en cualquier momento debido a la gran competencia. Estos hechos hacen que las empresas en general, independientemente de su tamaño, no se conformen con su posición y busquen mejorarla día a día, creando riqueza y consolidándose en el mercado, para así asegurar su estabilidad.
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