Tsvetan Zhelyazkov

Bases del entrenamiento deportivo


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los principios de polivalencia y orientación saludable de la educación física. Dicha constatación alarmante es provocada por la aspiración creciente de manifestación aún en la edad infantil y adolescente. Pero esta contradicción no debería tomarse en su sentido absoluto, porque para alcanzar resultados deportivos altos y estables, es obligatorio pasar por una sólida preparación básica durante años. Por otra parte, hay que tomar en consideración el carácter inevitable de la especialización en general como condición principal de perfeccionamiento en todas las esferas de la actividad humana. Así como la especialización científica en vía de profundización no obstaculiza, sino que contribuye a la enseñanza general y a la cultura, del mismo modo el deporte de alto rendimiento estimula el desarrollo del deporte de masas. Su desarrollo proporcional, siendo dos aspectos de un mismo fenómeno, es una condición necesaria para elaborar sistemas de educación física altamente eficientes con un contenido mucho más rico de influencia motriz, intelectual y emocional.

      Es bastante más compleja la cuestión del dopaje en el deporte olímpico. Su génesis y desarrollo están vinculados con la desagradable paradoja del papel contradictorio de la ciencia en este proceso. No es ningún secreto que precisamente ésta fue la que creó en sus laboratorios una amplia gama de estimulantes farmacológicos y al mismo tiempo en ella depositan grandes esperanzas para la lucha exitosa contra el dopaje. Por ende, se destaca en primer plano la necesidad de una consolidación multifacética de los fundamentos morales de la ciencia y de la estimulación de la responsabilidad moral de los científicos. Al mismo tiempo se precisan los esfuerzos orientados hacia un objetivo para elaborar una política y estrategia antidopaje que reúnan en una unidad orgánica un amplio círculo de medidas propagandísticas, educativas, preventivas y rigurosamente punitivas a todos los niveles del sistema del deporte. El lanzamiento de la idea de eliminar el control del dopaje es sumamente errónea no sólo porque subestima la salud de los deportistas, sino porque conduce inevitablemente a la destrucción de los fundamentos morales del deporte como modelo de conducta caballerosa y de lucha deportiva honesta, como también un criterio de las capacidades naturales del hombre en el área de la actividad motriz.

      En vínculo estrecho con el dopaje en el ámbito de los criterios morales, tienen lugar también otros fenómenos y procesos negativos que reducen los valores culturales generales del deporte y se hallan en contradicción tajante con los ideales olímpicos y las nuevas tendencias de democratización y humanización de las relaciones internacionales. Se trata de la violencia en las canchas deportivas, de desencadenar pasiones chovinistas e instintos primarios, de arrogantes manipulaciones comerciales, desprestigiando la dignidad de los deportistas, etc. La lucha contra estas incidencias en el deporte olímpico requiere unas investigaciones profundas de carácter sociológico, psicológico y médico-biológico, así como los esfuerzos coordinados de las instituciones dirigentes nacionales e internacionales. En este sentido merece atención especial el mensaje del Presidente del COI, J. A. Samaranch, dirigido a los participantes en el simposio en la ciudad de Mazumato (Japón) “La sociedad humana y el movimiento olímpico del siglo XXI (1991)”. Allí él destaca: “El movimiento olímpico goza de un enorme respeto y juega un papel central en el desarrollo pacífico de la sociedad humana y la educación. Pero las escalas y la importancia de esta estimación y el papel social generan en el olimpismo y en el deporte cierta vulnerabilidad… Estamos estudiando los métodos de desarrollo del deporte conjugado con la cultura en los próximos años… El olimpismo es una filosofía que mediante la fusión del deporte con la cultura se esfuerza en crear un modo de vida basado en la alegría vinculado con el esfuerzo, el valor educativo del ejemplo positivo y el respeto hacia los principios éticos generales”.

      Independientemente del estatuto del deporte olímpico (de amateurs o profesional), los componentes básicos de su contenido son el resultado deportivo como objetivo inmediato de la preparación y la competición como método de evaluación social de los esfuerzos invertidos, el perfeccionamiento de la táctica y técnica deportivas, así como la motivación éticamente justificada de la actividad. Claro está que la influencia del deporte es mucho más amplia que el efecto inmediato de los ejercicios físicos, pues abarca los componentes emocionales, intelectuales, volitivos y morales del individuo. Por consiguiente, el resultado deportivo, como emanación de la personalidad íntegra del deportista, es un principio básico y propósito fundamental del deporte olímpico.

      La cuestión de la dinámica de los resultados deportivos tiene una importancia no sólo cognoscitiva, sino también de cultura general. Por dicha razón, la “escalada” moderna de los logros deportivos habría que enfocarla no sólo desde el punto de vista emocional o de otras consideraciones coyunturales, típicas para los aficionados al deporte, sino también desde las posiciones del análisis científico de los complejos factores sociales y biológicos, condicionando el desarrollo del deporte como un fenómeno social.

      Por su esencia, los resultados deportivos récord son un criterio singular de las posibilidades humanas realizadas en el deporte en una etapa determinada de su desarrollo. En este sentido, es significativo que los récords olímpicos desde las primeras olimpiadas, considerados en su tiempo extraordinarios, hoy en día sea accesibles para miles de deportistas. Esto se explica ante todo con la influencia sumaria de los factores socioeconómicos en estrecha relación con los nuevos sistemas, más efectivos, de preparación deportiva. Por consiguiente, en la base de los resultados deportivos se hallan procesos objetivos que esbozan unas tendencias duraderas en el desarrollo del gran deporte y conducen a cambios considerables en el sistema de valoración de sus funciones sociales.

      La práctica mundial en los últimos años demuestra que la tendencia dominante en el desarrollo del gran deporte es su unión recíproca con los logros de la ciencia y del progreso técnico. A diferencia de la producción material y de los demás ámbitos de la vida donde la intelectualización facilita o elimina totalmente el trabajo físico, ésta en el deporte conduce a su intensificación. Con la mejora de la maestría deportiva crece también el número de los factores que condicionan los altos resultados. Los nexos de causa y efecto entre éstos son complejos y se prestan difícilmente a una observación directa. Son inabarcables e ilimitados desde el punto de vista de las tradicionales nociones pedagógicas del entrenamiento y pueden entenderse y perfeccionarse únicamente a base de las ideas sistemáticas sobre la organización y regulación del proceso de entrenamiento.

      Desde estas posturas, el resultado deportivo debe estudiarse como un fenómeno complejo de múltiples factores, cuya dinámica en el tiempo revela la influencia global de los factores biológicos, sociales, económicos, tecnológicos, pedagógicodeportivos, etc. Su ignorancia sería la causa del surgimiento de la teoría pseudocientífica de las así llamadas “posibilidades ilimitadas” del hombre y las ideas ilusorias de la incesante superación de los récords mundiales.

      El esclarecimiento científico de esta cuestión fundamental es posible a base de un modelo integral del resultado deportivo (y) como función de un sistema de los factores anteriormente señalados y de sus componentes:

      Este enfoque revela unas posibilidades cualitativamente nuevas para determinar tanto los parámetros absolutos del fenómeno estudiado, como el carácter (la dinámica) de los procesos y sus significados parciales a distintos niveles jerárquicos. La influencia sumaria de dichos factores en la ontogénesis de una determinada generación se va acumulando en el tiempo, determinando características estables y tendencias duraderas en el desarrollo del gran deporte en un futuro inmediato y más lejano.

      La teoría moderna del deporte dispone de material documental que demuestra que el proceso de perfeccionamiento deportivo en el tiempo, al igual que los demás fenómenos en la esfera social, está sometido a la así llamada ley logística del desarrollo (fig. 1.1), caracterizándose por tres fases básicas. En la primera fase este proceso es típicamente exponencial, es decir, con tiempos acelerados del crecimiento de los resultados deportivos, lo que con gran frecuencia