y no sus modos de expresión.
En cuanto a las artes marciales, todavía practico a diario. Entreno a mis estudiantes y amigos dos veces por semana. Independientemente de si son boxeadores occidentales, estudiantes de tae kwon do o practicantes de lucha libre, les entreno mientras sean amistosos y no se pongan tensos. Desde que comencé a practicar realísticamente en 1966 (con protectores, guantes, etc.), tengo la sensación de que antes tenía muchos prejuicios y que eran erróneos. Por ello cambié el nombre de lo esencial de mi estudio por jeet kune do.
Jeet kune do no es más que un nombre. Lo más importante es evitar los prejuicios en el entrenamiento. Aunque el principio del boxeo es importante, su factibilidad todavía lo es más.
La verdadera observación comienza cuando alguien carece de modelos establecidos.
La libertad de expresión ocurre cuando se está más allá del sistema.
Un estilo es una respuesta anunciada a nuestra inclinación elegida.
La verdad no se puede estructurar ni confinar.
Recuerda que un artista marcial no es meramente un exponente físico de alguna habilidad de la que ya ha sido dotado previamente. Conforme va madurando, va dándose cuenta de que su patada lateral en realidad no es tanto una herramienta para vencer a su oponente como una herramienta que hará estallar su ego y todas esas tonterías. Todo ese entrenamiento es para que llegue a ser un hombre completo.
A fin de poder hacer frente a lo que es, hay que ser consciente y tener la flexibilidad del estilo carente de estilo. Cuando digo «estilo sin estilo», quiero significar un estilo que tenga la totalidad sin la parcialidad; dicho brevemente: es un círculo sin circunferencia en el que se hallan incluidas todas las líneas concebibles.
Puesto que, al fin y al cabo, el oponente es capaz de derribar todas las líneas (en cualquier clase de ritmo roto) y si somos parciales sólo al tratar con la línea recta, entonces él entrará en fricción solamente con la línea que fijará su línea recta. Recordemos la palabra relación: hacer una técnica es estudiarse uno mismo en acción con el oponente, lo cual es relación.
¿Cómo podemos entender y sentir de verdad la relación si nos limitamos a seguir una línea recta? Aquí sólo tenemos aislamiento en una idea cerrada de una línea recta; una idea así no importa lo noble que pueda ser, pues concentra sólo un aspecto parcial del combate y encaja con el oponente a través de una pantalla de resistencia. Es verdad que una línea recta tiene un claro valor; por ejemplo el péndulo: para hacerlo oscilar hacia un lado (el lado que queremos), necesitamos iniciar el movimiento a partir del otro lado. ¿Por qué quedarnos aislados de uno de los lados? De hecho, ¿por qué no consideramos una oscilación continua como un todo?
Para hacer frente a lo que es, hay que equiparse con flexibilidad de línea e ir adaptándose momento a momento, en función de lo que se esté dando. Al contar con las dos mitades de un todo, como la recta y la curva, podemos tener de verdad la percepción sin posibilidad de elección, y esta percepción puede conducir a la reconciliación de contrarios en una comprensión total del combate como tal. Así, en la fase más elevada, se está en el centro de un círculo y allí se queda mientras sí y no se persiguen el uno al otro alrededor de la circunferencia. Se puede lograr esto porque se ha abandonado toda intención de imponer un límite o de escoger un bando; se basa en la intuición directa, que es regresar a la libertad original.
Lucha e instrucción
La instrucción debe abarcar la lucha, así como el entrenamiento técnico. Ha de darse entrenamiento en la lucha para cada uno de los golpes antes de proseguir con el estudio de otro:
•Cómo se hace.
•Por qué se hace.
•Cuándo se hace.
Jeet kune do – no es un arte de masas
Mi arte –gung fu y jeet kune do– sólo pueden manejarlo uno de cada 10.000. Es un arte marcial. Se trata de ataques ofensivos completos. Es una tontería pensar que casi todo el mundo puede aprenderlo. Lo que enseño no son realmente formas contemporáneas del arte. Se trata principalmente de aquello con lo que me ejercito: el ataque marcial. En realidad es una forma rítmica y uniforme de aplastar al adversario antes de que él te golpee a ti, con cualquier método disponible.
Sobre el cierre de mis escuelas
Estuve enseñando artes marciales en EE.UU. Tuve tres escuelas: una en Oakland, una en Seattle y otra en Los Ángeles. Y más adelante las cerré y me limité a dar clases privadas. No creo en «escuelas».
He cerrado todas las escuelas de jeet kune do porque le es muy fácil a un miembro llegar y adoptar la agenda como «la verdad» y el horario como «el camino».
El problema de los estilos
No enseño porque ya no creo en los estilos. Quiero decir que no creo que exista nada como «el camino chino» de la lucha o el «camino japonés» de la lucha ni ningún otro «camino» de lucha, ya que, a menos que haya algún ser humano que tenga tres brazos y cuatro piernas, no podrá haber formas diferentes de lucha. Pero, básicamente, solamente tenemos dos manos y dos pies. O sea que los estilos tienden a separar a los hombres porque tienen sus propias doctrinas y la doctrina deviene en la verdad evangélica que podemos cambiar. A menos que no tengas estilos, si simplemente dices: «aquí estoy como un ser humano. ¿Cómo puedo expresarme total y completamente?». De esta manera no crearás un estilo porque el estilo es cristalización. Este camino (lo contrario del estilo) es un proceso de crecimiento continuo.
Quiero decir que los «estilos» de alguna manera te limitan a un modo de hacerlo y, por tanto, limitan tu capacidad humana, ¿entiendes?
Una senda o una puerta no tienen sentido ni utilidad una vez que se tiene el objetivo a la vista.
Déjame darte un buen ejemplo de por qué no me gustan los cultos ni las sectas en las artes marciales. Fíjate en las posturas, por ejemplo. Bien, piensa en cómo las grullas se sostienen sobre una sola pata. ¿Crees que tienes algo así inventado por un lisiado? En cinco mil años todo el mundo es un lisiado.
Ah Sahm: ¿Por qué haces esto?
Cord: ¿Hacer qué?
Ah Sahm: Masticar veintiuna veces en el lado izquierdo de tu mandíbula y veintidós en el derecho antes de tragar.
Cord: Me lo enseñaron así en el monasterio.
Ah Sahm: ¿Tiene alguna finalidad?
Cord: Ejercita la mandíbula. Prepara el estómago para recibir el alimento. Extrae la esencia de cada bocado.
A Sahm: Pero un hombre hambriento, disciplinándose de esta manera, puede llegar a morirse de hambre mientras aún va contando.
De por qué el hombre es más importante que cualquier estilo establecido
El hombre siempre está en proceso de aprendizaje, mientras que el «estilo» es algo finalizado, establecido, solidificado. No puedes hacer esto porque cada día vas aprendiendo mientras creces y te haces mayor.
El camino «sin camino»
Cuando hay un camino, hay una limitación. Y cuando hay una circunferencia, ésta encierra y, si encierra, pudre; y lo que se pudre carece de vida.
El hombre crece constantemente. Y cuando está sometido por un modelo determinado de ideas o camino para hacer las cosas, deja de crecer.
El arte más elevado es la ausencia de arte. La mejor forma es la ausencia de forma.
En el cultivo de las artes marciales debe haber un sentido de libertad. Una mente condicionada no es