Jorge Castelo

Tratado general de fútbol


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target="_blank" rel="nofollow" href="#ulink_3aabe342-3ce8-54e3-9f7d-40d76954d827">12.2.Ejercicios de circulaciones tácticas a partir de diferentes estructuras de juego

       12.3.Ejercicios para potenciar las misiones tácticas de los jugadores dentro de la organización del equipo

       12.4.Ejercicios para potenciar la coordinación de los sectores de juego del equipo

       12.5.Ejercicios para potenciar situaciones fijas de juego (esquemas tácticos)

       Capítulo 13. Ejercicios competitivos

       Parte 4. ORIENTACIÓN Y PREPARACIÓN DE LOS EQUIPOS PARA LA COMPETICIÓN

       Capítulo 14. Planificación conceptual

       Capítulo 15. Planificación estratégica

       Capítulo 16. Planificación táctica

       Capítulo 17. Planificación del microciclo semanal y de una sesión de entrenamiento

       BIBLIOGRAFÍA

      PREFACIO

      En el contexto de nuestra civilización, el fútbol, en sus diferentes manifestaciones, es un fenómeno profundamente asociado a los aspectos de origen social, ya que se trata de un hecho institucional que tiene su propia organización, sus reglas, sus infra y superestructuras, que son de origen cultural, y se considera un proceso de actualización de los valores culturales, morales y estéticos, los cuales están basados en una gran popularidad y en su universalidad. Aunque las opiniones se encuentren divididas en cuanto al sistema de valores sobre los que se basa este fenómeno, su importancia en el mundo contemporáneo no tiene ningún tipo de contestación. En este sentido, el juego del fútbol es una creación del hombre que se desarrolla simultáneamente con la utilización, reflejando o rechazando así los aspectos de carácter positivo o negativo que toda sociedad presenta en su evolución. El fútbol, por el alto nivel de especialización y profesionalización que ha alcanzado, se ha vuelto objeto de conocimiento (léase comprensión de los hechos), y cuando es correctamente adquirido y aplicado, posibilita la creación de nuevos valores y paralelamente la construcción de un sistema de convicciones que, en última instancia, determina la alteración de los procesos o los caminos para su renovación e innovación. Desde esta perspectiva, sean cuales sean los medios de análisis, la causa, el pretexto o las circunstancias, siempre será la reflexión del hombre sobre el hombre un camino que conduce al conocimiento basado en una lógica racional, reflexiva y aplicativa.

      Como especialistas de esta modalidad deportiva, a lo largo de estos últimos veinte años nos hemos encargado de múltiples aspectos, desde la conceptualización y la aplicación de diferentes sesiones de entrenamiento, hasta la dirección estratégico-táctica de equipos en la competición profesional, pasando por la elaboración de libros y publicaciones de carácter pedagógico-científico, y concluyendo con la enseñanza teórica y práctica de esta modalidad en la universidad. Sentimos en cada momento la responsabilidad y la exigencia metodológica de interpretar la complejidad de la situación, consustancial simultáneamente a la identificación y la sistematización de la realidad del juego, que describimos con el máximo rigor posible, y, a partir de éste, lanzamos un conjunto de líneas orientadoras programáticas-estratégicas esenciales para la transformación, sea cuantitativa o cualitativa, en la intervención en esta realidad competitiva. No nos olvidamos de las raíces que siempre nos guiaron a lo largo de estos años; pretendemos dar «alma» al «cuerpo» de nuestra actividad profesional cotidiana, que se desarrolla en un circuito que empieza con la observación de un hecho y pasa por su identificación, reflexión, sistematización y experimentación, llevándonos inmediatamente a una nueva observación, para establecer a qué nivel cuantitativo o cualitativo intervendremos sobre esa realidad. Durante este «trayecto» perfilamos fundamentalmente dos actitudes programáticas: por un lado, no buscar, aunque reconocemos nuestras ambiciones legítimas, y esconder nuestras limitaciones reales; por otro, como en todas las áreas del conocimiento, desvelar dónde el misterio de hoy es en verdad el redimensionamiento en el futuro de otros problemas cada vez más difíciles de resolver. Consecuentemente, la pertinencia de nuestro esfuerzo tendrá que venir de nuestra coherencia profesional, que reside obviamente en la comprensión de la intencionalidad y la significación de las decisiones tomadas, y del comportamiento técnico-táctico de los jugadores que de ella se derivan, buscando sus relaciones e interrelaciones de cooperación y de adversidad y, por qué no, también de algunos de sus determinismos. En el último análisis pretendemos que con el desarrollo del tiempo, siempre inquieto, dinámico y absorbente, no se apague del todo el estigma de nuestro principal esfuerzo, traducido tanto mediante ideas sueltas como por una visión que estimule e inspire la búsqueda de una sistematización y organización cada vez más realista del juego del fútbol o, dicho con otras palabras, construyendo un código de lectura cada vez más representativo de la realidad.

      En este lento y seguro caminar aprendemos a debatir esencialmente la complejidad de dos cuestiones, cuyos marcos nos transportan en sí a una misma implicación para el desarrollo del juego del fútbol: por un lado, la importancia del establecimiento de una teoría general del juego; por otro, la dinamización de nuevas actitudes mentales, prácticas y funcionales.

      ESTABLECIMIENTO DE UNA TEORÍA GENERAL DEL JUEGO

      Aunque una teoría general no se debe encarar como un dogma indiscutible, ha de presentar un sistema explicativo que cumpla provisoriamente (en la medida en la que acompañe las perspectivas de las diferentes corrientes de evolución del pensamiento), de la manera más eficaz posible, con una búsqueda que abarque el máximo de hechos observados dentro del ámbito de la realidad que le es propia. Por eso una teoría representa un conjunto de conocimientos organizados en un sistema lógico y coherente, pero al mismo tiempo es un sistema abierto, dinámico, complejo, adaptable y, dentro de ciertos límites, anticipativo, cuya función consiste en la descripción, explicación y sistematización de los fenómenos observados en la práctica del juego. Adicionalmente se puede señalar que una teoría general del juego debe tener un carácter activo y no contemplativo, elaborada de esta forma para el perfeccionamiento de la práctica y de su metodología, entendidas éstas como una parte integrante del motor íntimo de la evolución del fútbol.

      ¿QUÉ ES EL JUEGO DEL FÚTBOL?

      El fútbol es un juego deportivo colectivo en el cual quienes intervienen (jugadores) están agrupados en dos equipos con una relación de adversidad-rivalidad deportiva en una lucha incesante por la conquista de la posesión del balón (respetando las leyes del juego) con el objetivo de introducirlo el mayor número de veces en la portería adversaria y evitar que entre en la propia portería para obtener la victoria. Para conseguirlo, el fútbol posee una dinámica propia, un contenido que podemos definir como la esencia del juego, que está moldeada por las leyes del juego y da origen a una serie de actitudes y comportamientos técnico-tácticos más o menos estereotipados. Concretamente, es el juego el que determina el perfil de las exigencias impuestas a los jugadores, creando de esta forma un marco experimental específico. Esto resulta válido tanto para las acciones motoras en sí, y su consecuente rendimiento, como para las exigencias de tipo psíquico y su exteriorización en términos de respuesta. Los equipos en confrontación directa forman dos entidades