Jorge Castelo

Tratado general de fútbol


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Aumenta la iniciativa y la creatividad de los defensas dependiendo de su velocidad y habilidad.

      11. Es extremadamente eficaz contra equipos cuya organización ofensiva resulta lenta y sin ritmo o con dificultades de condición física.

       Aspectos negativos

      Los aspectos negativos del método de la zona presionante son los siguientes:

      1. Presenta dificultades para la estabilización de la organización defensiva si el balón circula rápidamente de un carril a otro de juego, utilizando jugadores sobre los cuales la presión es menos agresiva, ya que éstos están posicionados lejos del centro de juego.

      2. Requiere una lectura constante de las situaciones momentáneas del juego, obligando a la anticipación de las acciones técnico-tácticas de los atacantes.

      3. Impone la ejecución constante de acciones de compensación/permuta, pudiendo en algunos casos no tener el tiempo necesario para un reequilibrio eficaz de la organización defensiva en relación con ciertas situaciones del juego, creándose así cierto «pánico» entre los defensas si los adversarios consiguen algunas situaciones de finalización con elevadas posibilidades de éxito.

      4. Necesita un elevado espíritu de equipo, trabajo duro y mucha coordinación y cooperación entre los jugadores.

      5. Se crean grandes espacios de juego entre el último defensa y el portero debido a que el repliegue defensivo se efectúa en función de la progresión del balón. Estos espacios pueden emplearse con mucha eficacia con acciones de penetración o de pase largo a las «espaldas» de la defensa.

      6. Hay exceso de agresividad sobre el atacante que posee el balón o sobre los adversarios que puedan dar continuidad al proceso ofensivo, lo que puede traducirse en un mayor número de infracciones de las leyes del juego.

      7. Surgen dificultades para realizar una rápida transición defensa/ataque inmediatamente después de la recuperación del balón (en ciertos casos puede disminuir la eficacia del ataque); de ahí la necesidad de la recuperación inmediata del balón. El proceso ofensivo debe desarrollarse teniendo en cuenta el contexto de las situaciones para determinar un ataque más pausado o seguro o más rápido y directo.

      8. Se requiere una elevada capacidad física de los jugadores para que se pueda adoptar y aplicar este método defensivo.

      Finalizando, la elección de cualquiera de estos métodos defensivos depende esencialmente de la concepción de juego del entrenador, quien debe tener en cuenta:

      1. Los condicionantes y las características de los jugadores en el plano intelectual, motor y físico.

      2. El método ofensivo propio y el del equipo adversario.

      3. Las capacidades técnico-tácticas de los jugadores que van a jugar y a sufrir ese marcaje (si cometen muchas faltas o si por el contrario las simulan).

      4. El nivel de pensamiento táctico de los jugadores (capacidad de lectura y de percepción del juego).

      5. La capacidad física alcanzada por los jugadores.

      6. Los niveles de perseverancia, personalidad, sacrificio, etc., de los jugadores.

      ASPECTOS FUNDAMENTALES DE LOS MÉTODOS DEFENSIVOS

      Cualquier método de juego defensivo se fundamenta en diferentes presupuestos que direccionan y potencian sus objetivos. En este sentido, vamos a analizar cuatro aspectos esenciales del problema: el equilibrio, la recuperación, la concentración y la última línea defensivos.

      • El equilibrio defensivo

      Una defensa altamente organizada, característica del fútbol moderno, se inicia, incluso durante el desarrollo de su ataque y en cualquier fase de este proceso, a través de medidas preventivas, aseguradas por uno o más jugadores (especializados) que se colocan y actúan en la retaguardia de los jugadores atacantes del equipo que se encuentra en ese momento en fase defensiva. El equilibrio defensivo se establece sobre la base de la igualdad o de la superioridad numérica; esto es, si el equipo adversario deja a un jugador adelantado, el equipo en posesión del balón podrá dejar a uno o dos jugadores que mantienen bajo vigilancia a lo(s) adversario(s) que no están directamente atareados en la lucha defensiva. Esta forma de organización tiene un triple objetivo:

      1. Reorganización del ataque en caso de fracaso.

      2. Paso organizado a la defensa después de la pérdida del balón.

      3. Organización de una defensa temporal en función de la situación hasta que todos los compañeros se coloquen en el dispositivo defensivo del equipo.

      • La recuperación defensiva

      Se inicia inmediatamente después de que sea imposible recuperar el balón a través de las acciones que se realicen en la fase del equilibrio defensivo, y dura hasta la fase de la defensa propiamente dicha. Durante este trayecto, los jugadores tienen como cuadro referencial dos aspectos fundamentales:

      1. La línea de repliegue. Recuperar lo más rápidamente posible tomando el camino más corto (sin perder nunca el contacto visual con el balón), marcar a los adversarios que puedan darle continuidad al proceso ofensivo y deducir constantemente las intenciones tácticas del equipo adversario.

      2. Hasta qué posición replegar. Hay siempre un punto en el que el repliegue defensivo termina; depende de dos cuestiones fundamentales: la capacidad del equipo en fase defensiva para presionar más o menos cerca de su propia portería y la capacidad técnico-táctica del equipo adversario para progresar en el terreno de juego traspasando los obstáculos puestos por los defensas a lo largo de su desplazamiento en la recuperación defensiva.

      Podemos distinguir dos formas básicas de recuperación defensiva:

      1. La recuperación intensa. Revela una actitud táctica fundamental en la cual los jugadores recuperan rápidamente sus posiciones dentro del sistema defensivo preestablecido. En estas circunstancias, los desplazamientos de los defensas se realizan de forma instantánea, rápida y continua, no teniendo en la mente ni el contexto de la situación ni la posibilidad de ejercer acciones de marcaje de forma continua o puntual sobre los diferentes atacantes que intervienen sobre el balón, especialmente en el momento de su recuperación, en el relanzamiento del proceso ofensivo y en su progresión en dirección a la portería adversaria (etapa de construcción del proceso ofensivo). Bajo esta perspectiva, la intencionalidad táctica primaria de todos los jugadores sometidos a una recuperación intensa es ocupar de inmediato las posiciones preestablecidas por el sistema defensivo, normalmente delante de la portería propia, formando un bloque compacto y homogéneo a partir del cual se desarrollan las primeras (verdaderas) acciones de carácter defensivo más apropiadas para la concreción eficaz de los objetivos del juego (recuperar el balón y proteger la portería).

      2. La recuperación en pressing. Revela una actitud táctica fundamental soportada por comportamientos individuales y colectivos que buscan una rápida reconstrucción del sistema defensivo preestablecido, marcando de forma simultánea durante ese trayecto a los atacantes con o sin el balón y los espacios de juego por donde los atacantes puedan darle continuidad al proceso defensivo de su equipo. La recuperación en presssing, contrariamente a la intensa, prevé constantemente la posibilidad de ejecutar acciones de marcaje inmediatamente después de la tarea de la posesión del balón y durante el relanzamiento del proceso ofensivo con la intención de: recuperar de inmediato el balón, reducir el número de opciones tácticas