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en la Europa del Este. En Hungría empezó a imponerse poco a poco al comienzo de este siglo, haciéndose popular a través del deporte escolar y adquiriendo también su sitio en los clubes. La federación húngara de fútbol se fundó en 1901 y ya en el mismo año se celebró el primer campeonato nacional. El fútbol húngaro conoce malos tiempos, pero también grandiosos éxitos: En 1938 la selección húngara obtuvo en el mundial de Italia la medalla de plata. Resultados sensacionales logró el “equipo de oro” que alcanzó fama mundial en los años cincuenta. Ganó como primer equipo en la cuna del fútbol al equipo inglés que no había perdido en casa durante más de 90 años. Los húngaros vencieron en este “Partido del Siglo” al equipo inglés con superioridad: 6 a 3. Este éxito no era ninguna casualidad, ya que medio año más tarde los húngaros vencieron también en Hungría con un juego brillante al equipo inglés con 7 goles a 1. Un punto culminante en la serie de victorias conseguidas durante 4 años iba a ser la copa del mundo en Berna, pero Hungría, de nuevo, sólo ganó la medalla de plata. No obstante, en los círculos del fútbol se consideró al equipo húngaro como el mejor del mundo. “Los húngaros revolucionaron el fútbol, todo el mundo quería aprender de ellos, y había cosas que aprender.” Mucha gente en el mundo conocía la alineación del “equipo de oro”. Vale la pena recordar los nombres de aquellos que dieron tanta fama al fútbol húngaro: Grosics, Buzánsky, Lóránt, Lantos, Bozsik, Zakariás, Budai, Kocsis, Hideg- kúti, Puskás, Czibor y el fraguador de la victoria Gusztáv Sepes. Una causa -y quizá la más importante- de la popularidad del juego, que fascina a tantos millones, es la simplicidad de sus reglas. Además de eso, hay que mencionar las pocas condiciones materiales necesarias. Para jugar al fútbol se necesitan solamente un campo más o menos grande y un balón. Las porterías se pueden marcar con cualquier objeto; y si hay algunos jugadores, ya puede empezar el juego. El juego y sus formas de jugarlo pueden ser determinados según el tamaño del campo y el número de jugadores. Las reglas pueden ser variadas según las capacidades, la meta a la que se aspira y las respectivas condiciones de juego. Así, el juego del fútbol gusta incluso a niños en la edad preescolar y a principiantes. El interés ya se despierta jugándolo sólo como pasatiempo. El juego colectivo da alegría, pero también el sentimiento de estar participando en el éxito.

      Habilidosos y menos habilidosos pueden jugar juntos eficazmente en un equipo. Algunos con su buen dominio del balón, otros con su resistencia, otros con sus capacidades tácticas, su creatividad, y otros con su buen tiro o su velocidad, obtienen el reconocimiento de sus compañeros de juego.

      El duelo directo e indirecto, el juego contra un adversario incitan al niño a la lucha. Los compañeros de juego consideran muchas veces como el mejor al que subordina el lucimiento personal a la victoria del equipo.

      Los juegos con balones, en general, son atractivos para los niños. El fútbol es tan popular entre los deportes colectivos, porque es interesante la tarea de manejar y transmitir el balón con los pies, con la cabeza y con el cuerpo; de ahí que se da un gran número de posibilidades de resolución con respecto a la tácticas individual y colectiva suponiendo creatividad y riqueza de ideas.

      Para que el fútbol húngaro alcance otra vez fama mundial, correspondiente a su vieja reputación, es necesario que tantos niños como sea posible lleguen a conocer y amar ese bonito juego. Si lo juegan y ejercen con alegría, sano afán de moverse y con la pasión de los viejos tiempos, nacerán nuevos talentos que tanto se necesitan.

      Para conseguir éxitos en el fútbol de masas y en el desarrollo de la cantera, tenemos que encontrar aquellos métodos, competencias, y posibilidades que favorezcan la promoción de jóvenes futbolistas. El fútbol de cantera tiene distintos ámbitos con metas y tareas diferentes hallándose, sin embargo, interrelacionados. Las influencias del entorno y las posibilidades con carácter condicional para una actividad futbolística desempeñan un papel importante en el acercamiento de las jóvenes generaciones al deporte fútbol y en el desarrollo de las capacidades de juego y rendimiento.

      Quien quiera jugar al fútbol encuentra posibilidades independientemente de su edad. Los niños buscan muchas veces una pared, un vallado o un muro, y ya empiezan. Si hay un compañero, ya puede comenzar la competición. Jugar contra una pared, una portería o tirar a dos porterías pequeñas, incluso un uno contra uno con dos porterías pequeñas son posibles. Si los niños están familiarizados con el balón y si en el barrio se encuentra un grupo mayor, eso se convierte en la mayoría de los casos en un juego regular. Este grupo de amigos se plantea rápidamente nuevas apetencias: no sólo quieren jugar entre sí, sino también contra otro equipo. A eso se prestan muchos torneos en plazas y calles.

      Aunque los niños arreglan entre sí los retos, es bueno si padres aficionados les ayudan con sus capacidades y experiencias organizativas. Pero esta tarea puede ser asumida también por organizaciones juveniles o clubes deportivos, o bien por responsables de educación física y deportes de la provincia, que desarrollan sus actividades en el barrio. Con su ayuda se pueden organizar pequeños campeonatos provinciales o locales con carácter de torneo o de liga. En esta organización también hay que ocuparse de árbitros que dominen las reglas de juego y dirijan los partidos, que pueden ser, por ejemplo, jugadores de fútbol activos, padres o también hermanos mayores de los jóvenes jugadores.

      Una primera familiarización con el balón tiene lugar, por regla general, ya en la edad preescolar, o bien en la guardería o jugando en casa. Pero la oportunidad más esencial para conocer el fútbol en la infancia temprana la ofrece el deporte escolar.

       OBJETIVOS Y TAREAS PARA EL GRUPO DE EDAD COMPRENDIDA ENTRE 6 Y10 AÑOS

      El objetivo más sustancial durante esta edad consiste en enseñar a los niños los elementos fundamentales del fútbol y en motivarles para el juego. Esto se consigue sobre todo por medio de los juegos reducidos. En ellos pueden participar todos los alumnos, la clase entera. El carácter de entrenamiento no es importante en esta edad, sino el juego en sí. Según las peculiaridades típicas de esta edad, se recomienda dividir la clase en grupos más pequeños. Asίlos niños experimentan más rápidamente sentimientos de éxito. Son profesoras las que llevan los niños de estas edades. Este libro les da la posibilidad de familiarizarse con los problemas teóricos y prácticos del entrenamiento de fútbol para que estén en condiciones de transmitir a los niños los elementos fundamentales de la técnica y las reglas más importantes del juego. Sin embargo, recomendamos a nuestras entusiasmadas profesoras que busquen el apoyo de padres, profesores de educación física o monitores apropiados. La secuencia de una clase de educación física con el objetivo de impartir contenidos básicos de fútbol podría ser la siguiente:

      –Calentamiento mediante trote y carreras suaves en círculo etc.

      –Ejercicios gimnásticos con especial atención al estiramiento de la musculatura de las extremidades inferiores.

      –Relevos con y sin balón.

      –Ejercicios de pases y recepción del balón por parejas.

      –Concursos de tiros de precisión.

      –Partidillo de 2:2 con porterías (con y sin portero).

      En la parte preparatoria de la clase se emplea la enseñanza masiva. En la parte principal, la clase es dividida en grupos. Todos los grupos practican, o los mismos ejercicios, o se asigna a cada grupo tareas distintas, lo cual quiere decir que un grupo practica el lanzamiento y la recepción del balón, otro ya juega a dos porterías, mientras un tercer grupo lleva a cabo el concurso de tiros de precisión. Se recomienda la consolidación de los fundamentos futbolísticos, impartidos en las clases de educación física, en las actividades deportivas extraescolares. En cada clase hay padres que alguna vez han jugado al fútbol o que por lo menos son aficionados al fútbol; de ahí que están dispuestos a apoyar la actividad deportiva de nuestros pequeños a través de la organización de campeonatos o desempeñar el papel de árbitros. Sin embargo, los pilares principales de la actividad deportiva