tu coche?
Señaló la calle.
—Paga y vámonos —dijo, y se puso de pie.
Pagó la cuenta con efectivo, pensando ingenuamente no dejar rastro. Caminaron al auto. Él sudaba y las manos le temblaban visiblemente. Abrió las puertas. Ella aventó sus paquetes y mochila en el asiento de atrás. Vio que estaba lleno de cochecitos, bates, pelotas y muchas cosas de plástico multicolor.
—¿Por qué hay juguetes en tu coche?
Se sentó en el asiento de copiloto y abrió la cajuela de guantes.
—Aquí hay lápiz labial y maquillaje. ¿Tú usas esto?
—Creo que tengo que confesarte algo.
—No te preocupes. Ya me imagino lo que vas a decir. Me lo puedes ir contando en el camino a Brooklyn.
Encendió el coche. Trató de decir algo, pero Mel estaba mirando su teléfono y levantó la mano para detenerlo. Arrancó. Recordó algunos de los planes sin compromisos reales que había hecho a lo largo de su vida.
—Tan sólo si alguien en algún momento te pregunta por Tony, puedes decir que lamentas mucho su muerte.
(Poema para ser visto en el metro)
Carlos Villacorta
Nunca hagas contacto visual.
Los ojos, sin embargo, no nos obedecen
y disparan nuestra mirada en todas direcciones.
Nunca hagas contacto visual, mejor escribe versos de estación en estación.
Por ejemplo, subes en Union Square y dibujas con colores el abecedario
Pero ya tus ojos la han visto.
No importa, no es intencional,
es como el primer verso, palabras que no significan nada.
La segunda mirada ya es de ella,
es en realidad un vistazo.
Quizás algo signifique porque en la escuela te habían dicho que
la repetición es el lenguaje de Dios.
Pero recuerdas desde que llegaste a este país
No eye contact
Only free verse
Ni siquiera un vistazo y medio
¿Acaso se puede mirar con un solo ojo,
amar con medio corazón?
Pero ya van dos vistazos y
luego han sido dos segundos.
Ella ha sonreído con su pelo ondulado y soleado
y tú sigues escribiendo este poema que no tiene paradas.
—Ya no sabes si bajabas en Times Square o si ibas hacia Brooklyn—
—Ya no sabes que los ojos son estrellas que parpadean en el pozo del alma—
Has escrito entre tus versos: Nunca hagas contacto visual
mejor tacha palabras y busca
No,
mejor observa cómo la muchedumbre ha llenado el vagón y
sólo te quedan los cuerpos ciegos y extranjeros
que nada dicen
ni te extienden un brazo
solo la espalda de su lenguaje
hasta que se abre una rendija y el sol ilumina la estación
y recuerdas que hablaron antes en Canal Street
de hacia dónde iba este tren
Downtown Midtown Uptown
y conversaron de la lluvia torrencial.
Y ahora que el tren se detiene y los dos bajan,
No hagas contacto visual, solo parte a perderte con la muchedumbre,
hasta que sientas que ella te toca la espalda y te dice gracias por darme la dirección.
Entonces, tacha tus versos: Nunca hagas contacto visual.
Solo haz contacto visual
porque solo se puede amar con el corazón entero y
a veces
con silencios y versos.
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