Kenji Tokitsu

Miyamoto Musashi


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debe aprender a vencer de todas las maneras posibles gracias a la fuerza del saber de la estrategia. Hay que elaborar bien esto.

      Las escuelas que utilizan el sable corto

      Intentar ganar únicamente con un sable corto156 no forma parte de la vía justa. Desde los tiempos antiguos, se habla del sable grande y del pequeño, lo que expresa claramente la utilidad de tener uno largo y otro corto. En este mundo una persona fuerte puede manejar fácilmente un sable grande, entonces ¿por qué limitarse a uno corto? Cuando se necesita un arma larga, se puede coger incluso una lanza o un naginata.157 Cuando con un sable pequeño busca un fallo en el ataque del adversario para partirlo de un tajo o para penetrar con un salto o atrapar el cuerpo del adversario, todas esas actitudes son parciales y malas. Buscar en un fallo la ocasión de atacar equivale a sufrir la iniciativa del otro158 y ha de evitarse, puesto que podría embrollarse con él.

      Frente a adversarios numerosos,159 si tiene en una mano un arma corta, la idea de acercarse bastante para luchar cuerpo a cuerpo o cogerlos160 no es eficaz. Si se ha entrenado especialmente con sable corto, cuando quiera rechazar a numerosos adversarios partiéndolos de un tajo o saltar libremente o dar vueltas con energía, toda su técnica de sable se tornará defensiva y usted tenderá a caer en la confusión. Por ello no es una vía segura.

      En la medida de lo posible, debe rechazar a los adversarios y hacerlos saltar y alterarse, mientras usted se mantiene firme y fuerte, a fin de obtener la victoria con seguridad. Ésta es la vía. El principio es el mismo para la estrategia de grupo. En la medida de lo posible, lo esencial de la estrategia es aplastar de inmediato a los enemigos mediante la fuerza del gran número y rechazarlos de un solo golpe.161

      En este mundo, durante el aprendizaje, si se acostumbra siempre a las técnicas de parar, esquivar, liberarse/separarse o de pasar por debajo de un ataque, su mente será dirigida por esas maneras de hacer (michi)162 y se arriesga a dejarse llevar por los demás. Puesto que la vía de la estrategia es recta y justa, es importante dominar al adversario y hostigarlo con el principio justo. Hay que examinar bien esto.

      Las escuelas que cuentan con un gran número de técnicas

      Enseñar a las personas muchas técnicas(97) del sable es hacer de la vía una mercancía y hacer creer a los principiantes que se trata de un aprendizaje profundo, impresionándolos con la variedad de las técnicas. Hay que evitar esta actitud mediante la estrategia, porque pensar que hay diversas maneras de partir de un tajo a un hombre es fruto de una mente extraviada. En el mundo no hay diferentes maneras de partir de un tajo a un hombre. Ya sea un adepto o un no iniciado, una mujer o un niño, las maneras (michi) de pegar, de dar y de cortar no son tantas. Aparte de esos gestos, no hay más que los de atravesar y de cortar ampliamente en horizontal. Puesto que se trata ante todo de la manera (michi) de partir de un tajo, no puede haber muchas diferencias.

      Sin embargo, cualquiera que sea el lugar y la situación del combate, por ejemplo en un lugar bajo y estrecho, hay que coger el sable sin que el lugar nos limite, de esta necesidad derivan las cinco maneras de coger el sable, las cinco son necesarias.

      Aparte de esto, a la verdadera vía no le resulta conveniente partir de un tajo pivotando las muñecas, torciendo el cuerpo, saltando o tomando distancia,163 puesto que el acto de partir de un tajo a un hombre no puede hacerse pivotando, torciendo el cuerpo, saltando o tomando distancia. Son gestos completamente inútiles.

      En la estrategia de mi escuela mantenga rectos el cuerpo y la mente, y haga que se deforme y retuerza el adversario; es esencial vencer en el momento en que, en su mente, él pivota y se retuerce. Hay que examinar bien esto.

      Las escuelas que insisten en la importancia de la guardia en el arte del sable164

      Es erróneo considerar que la guardia es esencial en sable. En este mundo, cuando no hay adversario es cuando puede establecerse una guardia.165 La razón es que, en la vía del combate, no hay lugar para establecer leyes, tanto si éstas proceden de la costumbre como de las reglas actuales. En estrategia, se trata de elaborar lo que pone en desventaja al adversario. Lo que denominamos la guardia significa recurrir a la inmovilidad. Por ejemplo, para construir un castillo o disponer el orden de una batalla, hay que tener una mente fuerte e inmutable, aun cuando los adversarios ataquen; ésta es la actitud de base. Mientras que en la vía del combate de estrategia hay que procurar tomar iniciativa tras iniciativa, en cualquier situación. Ahora bien, adoptar una guardia es esperar que el otro tome la iniciativa. Hay que elaborar bien esto.

      En la vía del combate de estrategia, usted quebranta la guardia del otro, emplea técnicas en las que éste no piensa, le hace perder los estribos, irritarse y asustarse, y le vence, captando la cadencia por la que se pierde en la situación de combate. En esta práctica, es malo adoptar una guardia que es una espera de la iniciativa del otro. En este sentido, en mi escuela insisto en la guardia sin guardia,166 es decir, que aunque haya una guardia, no se trata de una guardia rígida.

      En la estrategia de grupo debe conocer el número de adversarios y las condiciones del lugar, así como el número de los suyos y las capacidades de su campo. Lo esencial es comenzar las maniobras del combate de los soldados evaluando el interés de esos elementos. Entre dos situaciones, aquella en que el adversario ha tomado la iniciativa de ataque y aquella en que la ha tomado usted, la desventaja y la ventaja varían del sencillo al doble.

      Adoptar una buena guardia y prepararse para bloquear y rechazar bien al adversario, equivale a mover una lanza o un naginata167 para erigir una barrera.168 Si quiere pegar al adversario, la actitud ha de ser la de quitar una estaca de la barrera para utilizarla como lanza o naginata. Hay que examinar bien todo esto.

      Las escuelas que enseñan maneras particulares de mirar(98)

      Algunas escuelas enseñan maneras particulares de mirar. Esta enseñanza varía de una escuela a otra, hay que fijarse ya en el sable, ya en la mano, ya en el rostro, ya en los pies del adversario. Pero fijar los ojos de esta manera en un lugar concreto puede alterar la mente y constituye un defecto de estrategia.

      Voy a intentar explicarme con algunos ejemplos: un jugador de pelota169 da una patada sin fijar la mirada en la pelota, da patadas rozando sus sienes,(99) alcanzando la pelota mientras corre o dando vueltas sobre sí mismo. Una vez acostumbrado, ya no necesita mirar fijamente. Lo mismo pasa con un acróbata;(100) un experto de este arte es capaz de hacer juegos malabares con varios sables y una puerta encima de la nariz.(101)

      Las cosas se hacen naturalmente si, en lugar de mirarlas fijamente, las practicamos con constancia.

      En la vía de la estrategia, si acumulamos experiencias contra diferentes adversarios, aprendemos la ligereza o el peso de la mente de cada uno de ellos. Si practicamos la vía de esta manera, podemos ver todo lo que está lejos y cerca, y también apreciar la rapidez y la lentitud del sable. Generalmente, en estrategia debe dirigir la mirada a la mente del adversario.170 En la estrategia de grupo, la mirada se fija en la situación y el estado de los soldados del enemigo. Existen dos maneras de hacer, mirar y ver.(102) Hay que mirar con fuerza hasta percibir la mente del adversario y el estado del lugar. También hay que mirar con amplitud a fin de percibir el estado dinámico de la batalla, la fuerza y la debilidad del momento. Es esencial vencer de este modo, justamente. En la estrategia de grupo y también a la individual está fuera de lugar fijar mucho la mirada. Como ya he dicho antes, debido a una visión intensa y minuciosa usted dejará escapar lo grande, y su mente se tornará insegura, lo que le hará perder una posibilidad de ganar con seguridad. Hay que examinar estas razones y entrenarse bien.

      Las escuelas que enseñan diversas maneras de desplazarse171

      Hay escuelas que enseñan diferentes maneras de mover los pies a fin de variar los desplazamientos y de hacerlos más rápidos. Son, por ejemplo, los pies flotantes, los pies saltadores, los pies que brincan, los pies que pisotean,172 o los pies de cuervo.173 Desde el punto de vista de mi estrategia, todos estos desplazamientos presentan carencias.