Kenji Tokitsu

Miyamoto Musashi


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el asalto después de sus disparos con los arcos y fusiles, le será difícil penetrar por la fuerza, ya que ellos tienen tiempo de volver a tensar los arcos y cargar con pólvora los fusiles. Por eso, hay que efectuar un asalto rápido mientras los adversarios disparan con el arco o con el fusil. Mediante un asalto rápido, hará que les sea difícil la utilización conveniente de arcos y fusiles. Tan pronto como los enemigos actúen, desbarate sus actos reaccionando conforme al principio, de este modo obtendrá la victoria.

      En la estrategia individual, si pega en respuesta a cada ataque del adversario, el combate se estancará en la repetición de las mismas cadencias.107 Si piensa en aplastar con el pie el sable del adversario, lo vencerá en su primer ataque y le robará la posibilidad de actuar por segunda vez.

      No aplaste sólo con el pie, ha de saber aplastar también con el cuerpo, con la mente y, por supuesto, con el sable,108 para impedir que el adversario realice un segundo gesto. De este modo, puede tomar la iniciativa (sen) en cada situación. Actúe al mismo tiempo que el adversario no para chocar con él, sino para seguirlo después del encuentro.109 Hay que examinar bien todo esto.

      Conocer el instante del derrumbamiento110

      Para cada cosa existe un instante de derrumbe. Una casa, una persona, un adversario, se derrumban debido a discordancias de la cadencia111 con el tiempo.

      En la estrategia de grupo, una vez que ha captado la cadencia del derrumbamiento de los adversarios, es esencial dar el asalto sin dejarles un instante de intervalo. Si les deja respirar cuando van a derrumbarse, les da la posibilidad de recuperar fuerza.

      En la estrategia individual ocurre que durante el combate el adversario comienza a derrumbarse debido a una discordancia de cadencia. Pero si usted se relaja en ese momento, le da la oportunidad de recuperarse y pierde la posibilidad de vencer. Si el adversario no se derrumba, continúe rechazándolo con ataques certeros hasta que ya no pueda levantar cabeza. Rechácele con una mente directa y fuerte, y péguele llevando lejos el golpe para que ya no se levante. Hay que comprender bien la calidad de esta pegada que lleva lejos el golpe.112 Si no toma distancia respecto del adversario, esta pegada es difícil de realizar.113 Hay que elaborar todo esto.

      Convertirse en el adversario114

      Lo que yo llamo convertirse en el adversario es pensar poniéndose en su lugar. En la vida tenemos tendencia a sobreestimar la fuerza del adversario. Tomemos el ejemplo de un ladrón que, no habiendo conseguido huir, se encierra en una casa. Si usted se pone en su lugar, rodeado, con la sociedad entera como enemigo, se sentirá terriblemente asustado. El que se encierra así es un faisán y el que entra para matarlo un halcón. Hay que pensar bien en todo esto.

      En la estrategia de grupo también hay tendencia a sobreestimar la fuerza de los adversarios y a mantener una actitud demasiado prudente. Nada ha de temer si tiene un número suficiente de soldados, si conoce el principio de la estrategia y si sabe cómo crear una posibilidad de ganar.

      En la estrategia individual también hay que pensar poniéndose en el lugar del adversario; frente a un adepto del hyôhô que domine perfectamente el principio y las técnicas, éste se creerá perdido de antemano. Hay que examinar bien esto.

      Separar las cuatro manos115

      Esto es lo que yo llamo separar las cuatro manos. Si usted y su adversario hacen lo mismo y se rechazan el uno al otro, el combate no le dará ventaja. En cuanto note que es llevado a forzar al adversario haciendo un esfuerzo similar al suyo, abandone lo que hacía e intente vencer por otro medio.

      En la estrategia de grupo, si se bate con la actitud de combatir a cuatro manos, no obtendrá un resultado favorable y perderá soldados. Es importante abandonar rápidamente esta actitud y ganar con medios en los que los adversarios no piensan.

      En la estrategia individual, en cuanto sienta que lucha a cuatro manos, modifique su actitud, hay que vencer empleando un medio radicalmente distinto y conocer bien el estado del adversario. Hay que comprender bien esto.

      Hacer que la sombra se mueva116

      Esto es lo que yo llamo hacer que la sombra se mueva; es lo que aplica cuando no puede discernir lo que hay en la mente del adversario.

      En la estrategia de grupo, cuando el estado de sus adversarios sea insondable, finja que va a atacar con fuerza y descubrirá su táctica. Una vez que haya descubierto su táctica, será fácil vencerlos recurriendo a un medio eficaz(89) adaptado.

      En la estrategia individual, cuando el adversario adopta la guardia y pone el sable hacia atrás o a un lado,(90) finja que va a atacar, la mente del adversario se reflejará en el movimiento de su sable. Una vez desvelada su actitud mental, empleará un medio eficaz contra él y ganará a ciencia cierta. Pero si, debido a ello, se relaja, perderá la cadencia adecuada. Hay que examinar bien esto.

      Comprimir la sombra(91)

      Esto es lo que yo llamo comprimir la sombra, cuando perciba que el adversario tiene intención de actuar.

      En la estrategia de grupo, comprima en el momento en que los adversarios vayan a iniciar su acción. Si muestra que comprime con fuerza los medios eficaces utilizados por los adversarios, éstos modificarán su táctica, puesto que serán comprimidos por su fuerza. Modifique en ese momento su propia táctica y será vencedor al tomar la iniciativa de ataque con la mente vacía (kû).117

      En la estrategia individual, en el momento en que el adversario vaya a atacarle con una voluntad fuerte, oblíguele a renunciar a su acto mediante una cadencia eficaz. En la cadencia de su retirada, encuentre un medio eficaz para vencer y tome la iniciativa de ataque. Hay que elaborar bien esto.

      Contaminar118

      Lo que yo llamo contaminar existe en cada cosa, el sueño contamina, el bostezo contamina y también el tiempo.119

      En la estrategia de grupo, cuando perciba en sus adversarios vacilación y precipitación, finja no darse cuenta y actúe con mucha lentitud; esto influirá en los adversarios y su disposición se aflojará. Cuando considere que los ha contaminado suficientemente, capte la oportunidad de vencer atacando con rapidez y fuerza, con la mente vacía (ku).

      En la estrategia individual es importante vencer atacando con fuerza y rapidez, para tomar la iniciativa, captando el momento en que el adversario se relaja porque ha sido contaminado por el aspecto relajado de su cuerpo y de su mente.

      Puede también emborrachar al adversario con un procedimiento parecido. Se trata de introducir en su mente el aburrimiento, la vacilación y la debilidad. Hay que elaborarlo bien.

      Irritar al adversario120

      Uno puede irritarse por diferentes causas, por ejemplo debido a la sensación de rozar el límite del peligro, al tener que hacer frente a lo imposible o a la sorpresa. Hay que examinar bien esto.

      En la estrategia de grupo es importante saber irritar a los adversarios. Efectúe un asalto violento en un lugar en el que los adversarios no piensan, y antes de que su mente se estabilice,121 tome la iniciativa de ataque basándose en esta ventaja. Vencer así es esencial.

      En la estrategia individual muéstrese también lento al comienzo, luego ataque de golpe con fuerza y siguiendo los altos y bajos de la tensión de su adversario y sus gestos, aproveche esta oportunidad para vencerlos sin relajarse en absoluto.122 Esto es esencial. Hay que examinarlo bien.

      Asustar123

      Cualquier cosa puede asustar. Uno se deja asustar por lo que no se espera.

      En la estrategia de grupo, puede asustar a sus adversarios no sólo mediante un acto directo, sino también mediante ruidos, bien haciendo parecer grande una cosa pequeña, bien mediante movimientos bruscos de ataque a los lados. Debe vencer basándose en la ventaja que le ofrece la cadencia de susto de sus adversarios.