target="_blank" rel="nofollow" href="#fb3_img_img_9cca0d7e-8a5a-5c7b-afaf-d778d0448b09.jpg" alt=""/>Las vendas “longitudinales” son, en general, tiras activas colocadas de forma rectilínea y uniforme a lo largo de un miembro, o verticalmente cuando se trata del tronco. El brazo de palanca de estas contenciones depende de su longitud.
Vendas longitudinales que protegen el compartimento interno de la rodilla.
El vendaje en espiral (en rojo) impide que las tiras activas (en azul) se despeguen, limitando el estiramiento del tendón de Aquiles.
Vendaje transversal en el strapping terapéutico de tobillo para tratar un esguince.
Vendajes en forma de espiga en dirección a la articulación metacarpofalángica.
La técnica en brazalete duplica la superficie adhesiva de la tira activa sobre el anclaje.
Basta realizar un corte en el centro de la cinta adhesiva, en sentido longitudinal. Obtendrá así dos hebras para cerrar el vendaje en forma de brazalete.
Sistema que permite estabilizar las tiras activas de un strapping para la columna del pulgar.
La colocación de las vendas no sigue un modelo fijo, todo lo contrario: deje volar la imaginación, experimente, innove...; en resumen, haga sus propios montajes.
4 Material
Los strappings se distinguen de las demás formas de contención por la naturaleza de las vendas utilizadas. Ya sean adhesivas elásticas, adhesivas inelásticas o no adhesivas, ¡los materiales existentes hoy en día ofrecen a los terapeutas la posibilidad de realizar montajes adecuados y eficaces!
Las vendas adhesivas inelásticas
Estas vendas, cien por cien de viscosa1, tipo Omnitape®, no tienen capacidad de alargamiento ni ensanchamiento. Por su inelasticidad, tienen una potente acción estabilizadora. Su escaso grosor, en general, permite la multiplicación del número de capas. Gracias a sus bordes dentados, son fáciles de rasgar con la mano, tanto a lo largo como a lo ancho.
- realizar tiras activas;
- ejecutar montajes con una intención terapéutica;
- ajustar los strappings (terapéutico o preventivo) al cerrarlos, para obtener una contención “a medida”;
- reforzar un strapping que con el tiempo tiende a aflojarse;
- cerrar ciertos strappings, realizando vendajes circulares abiertos y sin tensión.
- la realización de anclajes;
- la realización de vendajes en forma de espiral para cerrar un montaje.
La anchura más corriente es la de 3,75 o 4 cm; también las hay de 2 cm. La cinta Omnitape® se rasga fácilmente, tanto a lo ancho como a lo largo. De este modo es fácil adaptar las dimensiones según convenga.
Dependiendo de las zonas lesionadas, estas cintas no siempre son fáciles de aplicar, porque no se adaptan a los relieves impuestos: con los cambios de orientación, se arrugan con frecuencia. Para facilitar su colocación, he aquí algunos consejos:
- Empiece colocando la parte central de la venda donde usted quiera que resulte eficaz: las extremidades distales y proximales se adaptarán enseguida a la anatomía. De esta manera, ¡obtendrá la inclinación adecuada desde el primer intento y sin que se arrugue!
- Cuando necesite